Valentino Rossi (Italia, 1979) puso fin a una larga e histórica carrera en el mundo de MotoGP el pasado Mundial 2021. El italiano decidió retirarse de la competición con la única pega de no haber conseguido su séptimo título de campeón. Pese a cerrar este capítulo, dejó claro desde el primer momento que iba a seguir ligado al mundo del motor. Si los futbolistas pasan de jugadores a entrenadores, él daría el salto de MotoGP a campeonatos de coches. Una adaptación que, por el momento, no ha contado todavía con el ansiado debut.
"Me encanta competir en coches, solo un poco menos que con la moto y a partir año que viene competire en coches, aun no esta decidido al 100% con que, pero me siento piloto, solo cambiaré de motos a coches", reconoció cuando se hizo oficial que el 2021 iba a ser el último año compitiendo en MotoGP. "No se cuál es mi nivel, nunca compites solo por divertirte. Quieres cosechar buenos resultados y ganar. No sé qué coches, qué carreras", especificó, mostrando a su vez las dudas sobre qué pruebas y con qué frecuencia podría competir.
El primer reto pensado era el de las 12 horas del Golfo. Una prueba que iba a abrir el 2022 de la nueva vida de Valentino Rossi y en la que el italiano ya tiene experiencia. Fue en 2019 cuando se subió al podio junto a Luca Marini y Uccio Salucci ganando con su Ferrari 488 GT3 del equipo suizo Kessel Racing. En 2021, repitiendo equipo, logró tocar podio con una tercera posición.
A pesar de sus intenciones, la Covid-19 le ha impedido cumplir el calendario que tenía marcado desde un primer momento. Valentino Rossi se ha tenido que aislar en las últimas horas para cumplir con el protocolo sanitario de Italia, donde el hecho de ser contacto estrecho con un positivo, pese a que se esté vacunado, obliga a cumplir una cuarentena. Una norma que, por el momento, ha convertido el gran debut de Rossi en una dolorosa baja del italiano.
Un calendario con opciones
Por delante, Valentino Rossi tiene muchas otras pruebas. Además, el hecho de que sean completamente nuevas para él confirmarán si realmente está preparado para este gran cambio o si, por el contrario, será un pasatiempos que derive en su adiós definitivo de los circuitos. Su baja en las 12 horas del Golfo le dejará tiempo para pensar en las 24 horas de Daytona de final de enero, lo que supondría su inclusión en la conocida como IMSA, un campeonato de carreras de Estados Unidos que le permitiría participar periódicamente.
El escenario más especial y que le podría poner en la primera plana del mundo del motor y la resistencia serán las 24 horas de Le Mans. El piloto italiano ya reconoció en su día, cuando dio detalles de esta nueva vida a los mandos de un coche, que le gustaría participar en una prueba de esta magnitud. Y el mes de junio, cuando se celebre un evento seguido a nivel mundial, será el de su gran examen.
Valentino Rossi tiene ante sí un año histórico. El de seguir ocupando titulares por sus heroicidades en el asfalto o el de un paulatino adiós a la competición de élite. Una nueva vida vinculada al deporte o el golpe de la realidad de la retirada.
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