Comienza a ver la luz al final del túnel después de haber conseguido salvar el quirófano por sus problemas de diplopía (visión doble), producto de una caída en la que se golpeó la cabeza a finales de octubre practicando enduro. Marc Márquez ya vivió una situación similar hace una década cuando, en el Gran Premio de Malasia de 2011, sufrió un accidente en los entrenamientos. En aquella ocasión tuvo que ser intervenido para corregir la diplopía y estuvo cinco meses sin subirse a una moto. Ahora ha logrado evitar la mesa de operaciones y tres meses después ha vuelto a rodar en el circuito de Ponts (Lleida).
“Estoy muy contento. Han sido meses un poco complicados, pero en este último mes empecé a sentirme mejor. He seguido los consejos del doctor Sánchez Dalmau, que ya me trató en 2011, pero ha sido un proceso lento porque es un nervio que afecta al músculo, justo el mismo que en 2011. Nunca sabes cómo va salir todo. Mis sensaciones mejoraron en las últimas semanas y eso me ha permitido volver a pilotar una moto. Elegí el motocross porque es muy exigente, debes ser muy preciso y necesitas toda la visión. El resultado fue muy positivo”, ha explicado el español, que todavía no sabe cuándo volverá a la competición.
“El doctor quiere que vaya a un circuito a rodar solo, a alta velocidad, a hacer un test con muchas vueltas para ver si tengo problemas al estar cansado. Quiere evaluar todo antes de permitirme ir a Malasia. Iremos con prudencia, sin querer correr demasiado para llegar a los test. El objetivo es estar en el primer test o en la primera carrera”, ha asegurado Márquez, que ha dejado en el aire si estará en condiciones de participar en el trascendental test de Sepang (5 y 6 de febrero) o le tocará esperar al estreno de la temporada 2022, el 6 de marzo en el circuito qatarí de Losail.
La diplopía llegó cuando Marc Márquez comenzó a dejar atrás los dolores que padecía en su hombro derecho, producto de la fractura sufrida en el húmero en julio de 2020 y que dio al traste con su temporada. “Quizás ha sido uno de los momentos más difíciles de mi carrera, porque ya es el cuarto invierno que estoy lesionado. Primero con el hombro derecho, luego el izquierdo, después el brazo y ahora que parecía que el hombro iba mejor llega otra lesión cuando había vuelto a ganar en Austin y en Misano. La vida es así y siempre hay que ser positivo. Es cierto que fue duro y que no se lo deseo a ningún piloto, pero en cualquier caso ahora me siento mejor”, ha concluido el españold durante la puesta de largo de todos los pilotos de Honda Racing Corporation (HRC).