Su debut mundialista en Moto3 en 2014 llegó de la mano del equipo de Fausto Gresini, equipo al que ha regresado esta temporada para correr en la élite en la estructura que ahora dirige Nadia Padovani, viuda del bicampeón del mundo de 125cc (1985 y 1987) fallecido el año pasado por la Covid-19. Enea Bastianini siempre ha dado muestras de su enorme talento. El italiano se coronó campeón del mundo de Moto2 en 2020 y la pasada temporada peleó por el título de mejor debutante del año en MotoGP hasta la última carrera con Jorge Martín después de sumar sus primeros dos podios en la clase reina en Misano. El arranque del Campeonato del Mundo en Qatar ha sido el día de La Bestia. El piloto del equipo Gresini ha estrenado su casillero de victorias en MotoGP después de saber leer la carrera a la perfección y sorprender a Pol Espargaró, que ha liderado las primeras 17 vueltas de la carrera hasta que su neumático blando trasero ha dicho basta. El español se ha tenido que conformar con la tercera posición tras ser superado por Brad Binder después de una salida de pista.
Bastianini, que ha tomado la salida desde la segunda posición, no era a priori uno de los favoritos para la victoria en el circuito qatarí de Losail pero la elección del neumático medio ha sido clave. El italiano se ha situado cuarto al afrontar la primera curva y seis vueltas después ha conseguido superar a Marc Márquez. Agazapado en los puestos delanteros, cuando restaban cuatro para el final ha logrado superar a Pol Espargaró para lanzarse a por su primera victoria en MotoGP y otorgar a su equipo el primer triunfo con Ducati 16 años después de la épica victoria de Toni Elías en Estoril en 2006.
Cuando Bastianini pasó a liderar la carrera, las cámaras se trasladaron al garaje del equipo de Gresini donde Nadia Padovani comenzó a llorar sin consuelo. La viuda del carismático director de equipo es una mujer valiente, que ha asumido el legado de su marido con firmeza pese a saber poco de motos pero escuchar a los que más saben de su equipo. Decidió cambiar de montura y firmar con Ducati para pasar a convertirse en un equipo satélite. Una decisión que se ha visto acertada porque, ya en la primera carrera, han brillado de la mano de Bastianini y una Desmosedici de la pasada temporada.