Después de un fin de semana pasado por agua, el sol comenzó a lucir justo cuando llegó la hora de la clasificación de MotoGP en el trazado de Portimao. Una situación que provocó que los pilotos se desataran y la pole se convirtiera en una auténtica locura en la que Johann Zarco salió ganador. El francés dejó con la miel en los labios a Joan Mir que, pese a ser campeón del mundo de la clase reina en 2020, nunca ha logrado una pole en la máxima categoría. Sólo 195 milésimas le separaron de la primera posición de la parrilla en un circuito que le encanta y en el que este domingo no ha previsión de que la lluvia vuelva a hacer acto de presencia. Aleix Espargaró completó la primera línea de la parrilla de salida del Gran Premio de Portugal.
A Marc Márquez le tocará remontar desde la novena posición, pese a pelear hasta el final por una plaza en la primera línea. Al español le fue cancelada su mejor vuelta ante la presencia de la bandera amarilla en pista por la caída en la curva 15 de Pol Espargaró, su compañero en el equipo Repsol Honda.
Las caídas fueron la tónica general en la repesca, ya que la pista estaba seca pero la existencia de parches húmedos provocó que pilotos como Pecco Bagnaia, Raúl Fernández o Enea Bastianini, líder de la clasificación general, se fueran al suelo y tuvieran que pasar por el centro médico del circuito.
Superaron la repesca los pilotos que más arriesgaron. Estos fueron los casos de Álex Márquez y Luca Marini, ya que ambos montaron neumáticos de seco. El menor de los Márquez, que saldrá séptimo, llegó a comandar la clasificación en la Q2 hasta que Zarco dio el zarpazo final.