El diluvio que azotó el circuito de Buriram y obligó a posponer la carrera de MotoGP casi una hora abrió las opciones de los especialistas en lluvia. Como ocurriera en Indonesia, fue Miguel Oliveira quien emergió para conseguir su segundo triunfo del año, seguido de Jack Miller y Pecco Bagnaia. La otra cara de la moneda fue Fabio Quartararo, quien naufragó en el intento y finalizó decimoséptimo. El francés conserva el liderato por sólo dos puntos sobre el italiano de Ducati y 20 sobre Aleix Espargaró, que concluyó undécimo.
Oliveira, al que le quedan tres carreras con KTM antes de irse al equipo satélite de Aprilia, vio el cielo abierto mientras tronaba en el circuito tailandés. Tomó la salida undécimo y antes completar la primera vuelta ya era séptimo. Por delante Marco Bezzechi lideró la carrera hasta que se salió en la primera curva junto a Jorge Martín, regresando primero. El italiano tuvo que ceder una posición en la cuarta vuelta y a partir de ahí comenzó su descenso a los infiernos, terminando decimosexto y justo por delante del líder de MotoGP.
Quartararo, que salía cuarto y rodeado de Ducati por delante y por detrás, no tuvo su mejor día y no logró puntuar. Por suerte para él, tampoco lo tuvieron Bagnaia y Espargaró. El español tuvo un toque con Brad Binder y fue sancionado con una long lap que le condenó a la undécima posición, mientras que el italiano conservó el tercer escalón del podio gracias a Johann Zarco. El francés del Pramac Ducati, con un ritmo demoledor, no quiso tomar riesgos con Bagnaia y acató estrictamente la estrategia dictada por la fábrica de Borgo Panigale: no molestar al italiano salvo que se tenga opciones de ganar la carrera.
A quien sí atacó fue a Marc Márquez, al que relegó a la quinta plaza en el tramo final tras un adelantamiento muy apurado.