Rodeado de sus amigos disfrazados de conejos -un guiño a su apodo- y su madre Sara entregándole el casco de oro de campeón del mundo de Moto2, Augusto Fernández (23 septiembre de 1997, Madrid) ha cumplido el sueño que en su cabeza se repetía desde que con ocho años comenzó a competir en motos. Para ello ha recorrido un camino diferente al convencional porque llegó con 20 años a Moto2 en 2017 procedente de la categoría de Stock 600 del Campeonato del Mundo de Superbikes.
Afincado en Mallorca desde que era prácticamente un bebé, llegaba a la última carrera con una ventaja de 9,5 puntos sobre Ai Ogura, al que los nervios le pasaron factura antes de tiempo. Sólo se habían completado las siete primeras vueltas cuando el japonés se fue al suelo en la curva 8 cuando era segundo y tras enzarzarse en una pelea con Pedro Acosta, su compañero de equipo, ganador de la carrera en el circuito Ricardo Tormo de Cheste y rookie del año.
El fallo del japonés dejó vía libre a Augusto Fernández que, de esta forma, se proclamó campeón del mundo de Moto2 antes de terminar una carrera en la que finalizó segundo y que le convirtió en el vigésimo cuarto piloto español en lograr un título, sumando el título número 57 para España.