Álex Márquez: "Honda me tenía abandonado y en muchos momentos me costaba tener motivación"
"Mi opinión tiene peso en Ducati y me hacen sentir importante", relata el piloto español, que ya ha conseguido una pole y un podio.
29 abril, 2023 02:15Dice que con 27 años recién cumplidos no sabe si ha alcanzado la madurez, pero es el momento en el que se siento mejor. Al independizarse e irse a vivir a Madrid, asegura que ha espabilado al no tener a papá y mamá cerca para todo. Álex Márquez (23 de abril de 1996, Cervera, Lleida) ha pasado del sufrimiento a la ilusión y esperanza en sólo cinco meses. Llegó a MotoGP de la mano del equipo Repsol Honda en 2020 e incluso antes de debutar ya le comunicaron que los dos siguientes años iban a transcurrir en las filas del LCR Honda, el equipo satélite de la marca del ala dorada. Su decisión de dar un giro a su carrera deportiva, fichando por el Gresini Racing a mitad del pasado año, le relegó al ostracismo en Honda. “A mí me trataron siempre bien en el equipo LCR, pero Honda me tenía abandonado y olvidado. Por esa razón, en muchos momentos me costaba tener motivación”, relata el piloto español durante su entrevista con EL ESPAÑOL en el hospitality de la estructura de la familia Gresini en el circuito de Jerez.
Con 27 años recién cumplidos, ¿considera que ha alcanzado la madurez deportiva?
Desde los 27 hasta los 32 años es el mejor momento de madurez de un piloto, aunque no creo que haya un techo porque siempre se puede aprender. No sé si he alcanzado la madurez, pero es el momento en el que me siento mejor. Asumo las cosas, las acepto cuando hay que hacerlo y las afronto cuando la situación lo requiere.
¿Y la madurez personal ha llegado al independizarse e irse a vivir a Madrid?
Sí, porque me he espabilado más al no tener a papá y mamá para todo. El siguiente paso de madurez será irme a vivir solo, sin Marc, pero de momento no lo contemplo. Irme a vivir a Madrid ha sido un paso importante, pero lo he gestionado muy bien y me siento muy a gusto. Marc y yo nos hemos dividido bastante bien las tareas de casa y cada uno tiene sus responsabilidades.
¿Le ha costado adaptarse a esta nueva vida en Madrid y estar lejos de sus padres?
No, la verdad. El año pasado, al ser un cambio tan grande, al principio no lo tenía controlado si me faltaba algo o tenía cualquier problema. Ahora está todo más aposentado y tengo claro dónde comprar las cosas de cada día; eso me da estabilidad. Hemos hecho nuevos amigos. Tengo mi vida hecha en Madrid, aunque siempre que puedo y me dejan me escapo a Cervera a ver a los amigos. A veces ellos también vienen a Madrid…; vamos combinando.
Como el fin de semana pasado…
Sí, era mi cumpleaños y tenía la boda de una íntima amiga; así que aproveché para irme dos días.
¿Qué objetivos o aspiraciones tiene esta temporada, que ha empezado muy bien?
Siendo sincero, ha empezado mejor de lo que esperaba. Esperaba comenzar entrando entre los 10 primeros e ir progresando poco a poco. En la primera carrera en Portimao acabé quinto. En Argentina conseguí la pole y acabé tercero en la carrera. En Austin mostramos un buen nivel y estábamos para luchar por el podio, pero no lo pudimos materializar con la caída en carrera. Hemos llegado muy pronto a un nivel que no esperaba, pero siempre hay cosas que mejorar y pulir pequeños detalles. Ahora mantenerse es lo difícil.
¿Y qué pequeños detalles faltan por pulir?
Sobre todo, pilotar la Ducati siempre de la misma manera. Hay momentos en los que tengo mis vicios después de tres años con la Honda. También debo aprender a sacar el mejor partido a la Ducati siempre, tanto con neumáticos nuevos como con usados. Hay pilotos que llevan cinco años pilotando la Ducati y consiguen esto siempre.
Ha pasado del sufrimiento a la ilusión y a la esperanza en sólo cinco meses, ¿le ha supuesto un nuevo renacer deportivo y emocional?
El año pasado fue muy duro. Cuando di el paso de fichar por el equipo Gresini Racing con Ducati, me sentí apartado del todo en Honda. La situación comenzó a mitad de temporada, así que todavía quedaba mucho por delante. Fue duro aceptar que iba a las carreras a dar el 100%, pero nadie me ayudaba; fue muy difícil. Mi entorno me veía que cada vez estaba peor, hasta que llegó un punto en el que me dijeron que no bajara el rendimiento porque en un futuro me iba a ayudar a saber mantener esa intensidad. Me costaba mantener la motivación, pero no bajaba los brazos gracias a la fuerza de voluntad. En una situación en la que nadie te apoya, en la que te caes y no hay nadie para ayudar a levantarte, lo que te mueve es la fuerza de voluntad. La fuerza de voluntad te sale sola porque esto es lo que te gusta. Cuando te deje de gustar, la fuerza de voluntad no te servirá de nada.
¿Le ha cambiado el humor?
En casa, no. Siempre he sido muy animado y los problemas los he llevado por dentro. No me gusta que la gente me vea mal. Mi postura ha cambiado ahora totalmente en las carreras.
Enea Bastianini ganó cuatro carreras la pasada temporada en el mismo lugar en el que usted está ahora, ¿está preparado para emular su hazaña?
[Risas] Dejó alto el listón. Creo que todavía es pronto porque ahora, cuando llegamos a Europa, todo comienza a estabilizarse y se verá la realidad. Hemos mostrado buen nivel y veremos qué pasa. Cuatro victorias son palabras mayores, pero veremos qué se puede hacer. De momento, he conseguido un podio y una pole. Me conformo con una victoria y más podios de aquí hasta el final del año.
¿No le presiona tener sólo un año de contrato?
No, eso es motivación. Al haber empezado bien la temporada también me ha dado tranquilidad y desde el equipo me están transmitiendo buenas vibraciones. Me intento aislar de ese tema.
¿Qué virtudes destaca de la Ducati?
Desde fuera veía que era una moto que corre, que para bien y que da estabilidad. Todo eso lo he confirmado. Lo que más curiosidad me daba desde fuera era saber cómo trabajaba Ducati para tener una moto tan perfecta. Parecía que lo tenían todo controlado y he confirmado que es así. Me ha impresionado el nivel de profesionalidad y la importancia y el apoyo que nos dan a todos los pilotos. En Ducati me hacen sentir importante. Mi opinión tiene peso y me ayudan cuando tengo algún problema. Se lo agradezco muchísimo.
A todo el mundo le gusta sentirse valorado…
Pero hay ocasiones en las que no es así… A mí me trataron siempre bien en el equipo LCR, pero Honda me tenía abandonado y olvidado. Por esa razón, en muchos momentos me costaba tener motivación. Cuando Marc [Márquez, su hermano] estaba lesionado o había algún problema, le dije a Honda que contara conmigo pero no me hicieron ni caso.
¿Qué diferencias le han llamado la atención entre Ducati y Honda a la hora de trabajar?
Ducati facilita muchísimo las cosas a los pilotos porque lo tienen todo estudiado y eso ayuda a que el piloto se centre sólo en el pilotaje.
¿Cuál es su relación con Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse?
Él y su equipo de trabajo vienen al box después de cada entrenamiento para recoger toda la información. Le tengo mucho respeto y cuando he tenido algún problema me ha ayudado. Con Davide Tardozzi [team manager del equipo oficial] me río más y me da buenos consejos.
¿Y Tardozzi le pregunta por Marc?
Hacemos mucho cachondeo porque le conozco desde hace muchos años. Es amigo de un mecánico de Marc y tenemos mucho cachondeo.
¿Y Marc le pregunta por la Ducati?
No hablamos de ello. Ya no lo hacíamos en Honda, pero compartíamos problemas. En casa se separa mucho el trabajo de la diversión. No me pregunta porque sabe que yo no le voy a contestar.
Ahora la situación se ha girado por completo porque usted está fenomenal y su hermano, no tan bien…
No creas. Se cayó yendo tercero, hizo un podio…
Pero es bastante duro todo lo que lleva arrastrando.
Es duro porque ha tenido la mala suerte de lesionarse tanto, pero al final no creo que la situación con la moto sea tan mala como se pinta.
Usted es más tranquilo y reflexivo, ¿escucha Marc sus consejos?
Yo, en su situación, sabría lo que hacer pero me lo quedo para mí. Él también tiene claro lo que quiere hacer.
¿Le ha tenido que parar los pies alguna vez?
Marc es más lanzado que yo, pero luego piensa bien las cosas cuando tiene que tomar una decisión.