Sachsenring es un circuito que no da un segundo de respiro a los pilotos con sus múltiples cambios de rasante, toboganes y curvas ciegas. Un trazado corto pero exigente, en el que predominan los virajes de izquierdas (10 frente a sólo tres derechas) y donde Marc Márquez ha ganado en ocho ocasiones en MotoGP y 11 en el campeonato del mundo. El trazado alemán, termómetro perfecto para comprobar en qué punto se encuentran la Honda, no refleja brotes verdes en una pista donde el español siempre ha dominado.
A Marc Márquez no le gana nadie en pundonor y, en busca de una buena clasificación en la parrilla del Gran Premio de Alemania, el español ha sufrido tres caídas en 25 minutos hasta lograr la séptima posición.
Obligado a pasar por la repesca y con el asfalto delicado por la lluvia caída por la mañana, el piloto de Honda sufrió la primera caída de la jornada en la curva 13, la que da acceso a la recta de meta. Rápidamente se puso en pie, cruzó el trazado corriendo y puso rumbo a su box para recuperar la segunda moto y salir a pista cuando restaban cuatro minutos para el final.
Al igual que Brad Binder, los dos únicos pilotos que se arriesgaron a montar neumáticos lisos, Marc Márquez superó la repesca pese a los apuros vividos.
Con una sola moto en su garaje, sólo habían transcurrido cinco minutos de la Q2 cuando el español volvió a caerse en la curva 13 cuando ocupaba la duodécima posición. Esta vez el impacto contra el asfalto fue bastante más duro, pues salió cojeando y ayudado por dos comisarios. Pudo recuperar su moto y regresar al box, donde sus mecánicos rescataron una aleta de la montura de Joan Mir, lesionado y ausente en Sachsenring.
Con sólo tres minutos por delante, pudo escalar hasta la séptima posición antes de sufrir una nueva caída en la curva 1 con el tiempo ya casi cumplido.
El mejor crono fue para Pecco Bagnaia, que sumó su tercera pole consecutiva y la cuarta del año. El italiano, líder de MotoGP, estará acompañado en la primera línea de la parrilla por Luca Marini y Jack Miller.
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