Una maniobra magistral da la victoria a Aleix Espargaró en la última vuelta de Silverstone

“Hay días que sales a pista y te sientes invencible”. La reflexión de Aleix Espargaró tras su segunda victoria en MotoGP es toda una declaración de intenciones porque ni la lluvia, que hizo acto de presencia cuando restaban ocho vueltas para el final, ni Pecco Bagnaia, líder de la categoría reina, pudieron doblegar la determinación de Il Capitano de Aprilia. Su maniobra magistral en la última vuelta en el circuito de Silverstone le otorgó un triunfo antológico en presencia de sus mellizos Mía y Max, que sólo habían visto ganar a papá en la televisión.

El líder de MotoGP encabezaba la carrera cuando llegó la lluvia, formándose un grupo de cinco pilotos en cabeza con la llegada de Maverick Viñales, Brad Binder y Miguel Oliveira. Luego, en realidad, sólo hubo dos valientes que optaron al triunfo.

La última vuelta comenzó con Pecco Bagnaia en cabeza, mientras Brad Binder superaba a Miguel Oliveira. Este adelantamiento hizo que Aleix Espargaró sólo tuviera que preocuparse de lo que tenía delante. En una maniobra magistral, el español consigue adelantar al campeón de MotoGP y tomar la cabeza de la carrera.

De ahí a meta, poco más que tres curvas en las que supo cerrar la puerta y recibir el banderazo con 0.215 de ventaja sobre su rival.

Un domingo más, Marc Márquez se quedó sin acabar la carrera por caída. Esta vez llegó en la decimoquinta vuelta, cuando marchaba undécimo a 10 segundos de la cabeza. Enea Bastianini se cayó a la vez que él.

Tras la victoria en la carrera al sprint, Álex Márquez se tuvo que retirar por avería de su Ducati a las primeras de cambio (vuelta 2) cuando marchaba en el grupo de cabeza tras tomar la salida en la tercera posición.