La determinación de Jorge Martín en la pelea por el título de MotoGP es inquebrantable. Superado el trance tras la caída en Mandalika, cuando se fue al suelo liderando la carrera con casi tres segundos de ventaja y perdiendo el liderato, el español ha vuelto en Phillip Island más fuerte que nunca al conseguir una pole estratosférica que le permitirá, por tercera vez esta temporada, tomar la salida primero por delante de Brad Binder y Pecco Bagnaia, que tuvo que pasar por la repesca.
Las condiciones meteorológicas que se esperan en Phillip Island han obligado a cambiar el programa de MotoGP debido a la previsión de lluvia y fuertes vientos que se pronostican este domingo. Así, la carrera larga pasa al sábado y se antoja determinante ya que la prueba al sprint, que sólo otorga 12 puntos al ganador, se celebrará el domingo si las previsiones lo permiten.
Jorge Martín comenzó avisando porque en la primera vuelta fue el único que consiguió marcar 1:27. Fue el anticipo de lo que iba a deparar la sesión de clasificación, en la que terminó fulminando el récord del circuito (1:27.767), en su poder desde 2022, y logrando una pole estratosférica (1:27.246) con cuatro segundos de ventaja sobre Brad Binder y Pecco Bagnaia.
“La verdad es que estoy muy bien todo el fin de semana y creo que en cuanto a ritmo tenemos un poquito más. La vuelta rápida ha sido un tiempazo, aunque no me lo esperaba. Mi objetivo es intentar romper la carrera”, ha señalado Jorge Martín tras sumar su tercera pole del año, la duodécima en MotoGP y la trigésimo tercera en el campeonato del mundo.
Toda la presión para Pecco Bagnaia, que se vio obligado a pasar por la repesca y la superó con Marc Márquez pegado a su rueda. El español volvió a utilizar al italiano como referencia en la Q1, en la que finalizó séptimo después de que el líder de MotoGP tratara de darle esquinazo yéndose por la escapatoria de la curva 4. El español, sin disimular lo más mínimo, le siguió fuera de la pista.