El jovencísimo piloto de MotoGP Pedro Acosta visitó este martes El Hormiguero, el programa de Antena 3 dirigido por Pablo Motos, una semana después de conseguir su primer podio en la categoría reina del motociclismo.
El 'tiburón de Mazarrón' sacó todo su descaro y no esquivó ninguna pregunta, tanto las deportivas como aquellas de índole más personal. Se vio un Pedro Acosta muy cómodo y cercano en cada una de sus respuestas.
Una de las primeras preguntas de la entrevista fue el adelantamiento a Marc Márquez en el GP de Portimao. "Parece más fácil en la tele de como lo viví yo. Hay que ser la mosca tocapelotas, fue bonito. Era mi primera carrera y mi equipo me dijo que le echara huevos. Y lo hice", afirmó el piloto murciano.
Sin duda, uno de los pilotos más rápidos de la parrilla, habló de la sensación que tiene sobre la moto cuando se pone a más de 300 km/h. "Es como si fueras en una cápsula. Siempre he mirado las pizarras, las pantallas... Y ahora no me da tiempo. Cuando salgo de la curva me tengo que poner bien, con las turbulencias se te mueve la cabeza, si la moto se levanta de más, si te pones de lado y tienes que chupar el rebufo del rival, tienes que ver donde frenar... Son muchas cosas y todo eso a 350 km/h".
Un Pedro Acosta nuevo
Durante su charla con Pablo Motos, Pedro Acosta habló de su evolución desde que entró en el Mundial con 16 años hasta hoy, con casi 20. El murciano, que no quiere comparaciones y asegura ser "el nuevo Pedro Acosta", reconoció que ha cambiado mucho desde el inicio.
"El primer año fue bueno y el tercero también, pero el segundo no tanto. Ahora soy distinto. Creo que, si no maduraba ni aprendía, ahora mismo no estaría aquí y estaría pescando con mi padre", apuntó un Pedro Acosta quien cree que una lesión también le ayudó en su crecimiento.
"Tuve una fractura del fémur en 2022 y creo que esa lesión me salvó de muchas cosas. Quizá iba un poco loco sobre la moto y necesitaba calmarme. A partir de ahí empecé a pensar las cosas dos veces y eso me ha hecho llegar hasta aquí", dice.
Pedro Acosta, además de mostrar su picardía y su sentido del humor durante la entrevista, también tuvo tiempo para mostrar su lado más emotivo y personal. Se acordó de sus abuelos y sus padres a los que "debo todo".
"Mi abuelo es la persona con más seguridad en sí mismo que he visto nunca. Y eso me lo ha transmitido. Sin él y sin mis padres no estaría aquí ahora mismo. Por ellos, el sueño de ese niño se hizo realidad. Todo esto no ha llegado porque sea bueno o entrene. Es por ellos, que se han jugado la vida, el trabajo y la casa por un niño que tenía un hobbie. Todo lo que soy hoy en día es por ellos", reconoce.