Alcañiz

Casi tres años han transcurrido desde su última victoria en el circuito de Misano hasta la lograda este domingo en MotorLand Aragón. 1.043 días en los que Marc Márquez sufrió dos episodios de diplopía (visión doble) y se operó por cuarta vez del brazo derecho para poder vivir sin dolor e intentar prolongar su carrera deportiva. Cuando sus problemas de salud comenzaron a remitir, se encontró con una moto que no era competitiva.

Por ello tuvo que renunciar a su último año de contrato multimillonario con Honda para tratar de volver a ser competitivo, teniendo que abandonar a su equipo técnico de toda la vida, a su inseparable grupo de amigos bautizados como el Dream Team, para poder optar a una Ducati dentro de las filas del Gresini Racing.

Con el equipo italiano regresó al podio desde el inicio de esta temporada, sumando un total de 10 (seis en la sprint race y cuatro en la carrera del domingo) pero la victoria se le resistía… hasta este domingo.

“No podía parar de acordarme de toda la gente que me ha ayudado en todo este tiempo. Cuando estás en un bache tan grande, cualquier deportista en este mundo necesita un equipo humano que lo viva igual que él. Yo tengo la gran suerte y me siento un privilegiado de tenerlo. Ha habido baches y momentos de plantearme parar o darle la vuelta a la situación. Cuando un deportista está en momentos tan bajos, lesión tras lesión, necesita ayuda. Hay profesionales y los respeto mucho, pero yo tengo un entorno sano que lo vive igual que yo, que me muestra en todo momento la cara de la realidad y tiene la confianza de decirme la verdad a la cara. Lo hemos sufrido juntos, lo celebramos juntos y sin ellos no hubiera sido posible”, ha explicado con la voz quebrada y al borde de las lágrimas en su comparecencia ante los medios de comunicación.

Marc Márquez ya cuenta con un saldo de 86 victorias en el campeonato del mundo, 60 de ellas en MotoGP, entre las que destacan las logradas en Austin 2013 -la primera en MotoGP-, Alemania 2021 -la primera tras fracturarse el húmero de su brazo derecho- y la lograda este domingo. “Pensaba ‘Veremos si ya se ha acabado o si se me ha pasado el arroz’ [risas]. Cuando probé la moto en la pretemporada, cuando vi que iba cogiendo confianza, estaba tranquilo porque sabía que tarde o temprano tendría mi oportunidad. Ahora toca trabajar en esa constancia que es la que te hace luchar por títulos”, ha asegurado cuando se encuentra a 70 puntos del liderato de Jorge Martín.

“Esta victoria tiene un valor diferente y pesa porque he renunciado a mucho. He renunciado a mi equipo, al equipo de mi vida, a mis amigos aquí dentro, que sé que estarán felices. He luchado al máximo y seguiré haciéndolo. Lógicamente, toca trabajar más que antes. Toca hacer más horas de mantenimiento al motor, pero es un sacrificio que estoy dispuesto a hacer. Como he dicho, he renunciado a muchas cosas que pesan mucho en mi corazón para intentar seguir disfrutando de mi pasión los máximos años posibles”, ha concluido un Marc Márquez dispuesto a ser el de antaño.