Marc Márquez es ese tipo de personaje público dentro del deporte que encarna una historia de superación inspiradora para cualquiera. Campeón de todo, de repente se vio acechado por unos problemas de visión y pasó de todo a nada en un abrir y cerrar de ojos.
Sin embargo, su empeño por regresar al más alto nivel, su manera de luchar sin arrojar la toalla, está viviendo ahora su momento de recompensa más álgido. Pensó que nunca más podría volver a ganar una carrera, y lo consiguió en Aragón 1.043 días después. Se le pasó por la cabeza que nunca jamás optaría al título de campeón del mundo, y de repente se ve metido en la pelea casi sin quererlo.
Las dos últimas victorias que ha conseguido el catalán en los dos últimos Grandes Premios le han catapultado en la clasificación del Mundial. De repente, se ve a 53 puntos del líder Jorge Martín y a 46 de Bagnaia, unas diferencias amplias pero asumibles para el tramo final de la temporada que resta por delante.
La ilusión se ha instaurado en Marc Márquez y en cualquier persona que le rodea. Incluidos los miembros de su equipo, porque en Gresini ya hablan de que los astros se pueden alinear de aquí en adelante para ver al de Cervera consiguiendo un nuevo Campeonato del Mundo.
Quedan siete carreras por delante y en la escudería italiana las calculadoras echan humo. Gran parte de esas cuentas pasan por conseguir un nuevo hito este fin de semana en el Gran Premio de Emilia-Romagna, pero ya sólo el simple hecho de volver a asociar a Marc Márquez con la idea de proclamarse campeón del mundo otra vez es algo que le da un gran impulso a MotoGP.
El momento clave
Marc Márquez está en el mejor momento de la temporada. Después de mucho tiempo en el que parecía que la suerte siempre le era esquiva y las cosas nunca le venían de cara, ahora atraviesa un pasaje muy dulce que le ha hecho volver a soñar en grande.
Las dos victorias consecutivas han supuesto un gran impulso y le han hecho replantearse los objetivos en plena temporada. De conformarse con volver a ganar una carrera, a pensar en poder pelear por el Mundial mucho tiempo después.
El triunfo en Aragón, además ante el público español, fue el instante que empezó a cambiarlo todo. 1.043 días sin revivir esa sensación de subirse a lo más alto del podio, y apenas siete días más tarde volvió a hacerlo en el Gran Premio de San Marino. Como si se hubiera quitado un gran peso de encima y hubiera recordado lo fácil que era para él ganar en otros tiempos.
Eso sí, como dicen que no hay dos sin tres, ahora se presenta el Gran Premio de Emilia-Romagna en el calendario con todo el mundo pendiente de lo que pueda hacer Márquez. El escenario es el mismo que hace dos semanas, el circuito de Misano, así que el tapete está dispuesto para repetir gesta.
Las cuentas salen
Restan por delante siete Grandes Premios para terminar la temporada y la clasificación general dice que las cosas están difíciles para Marc Márquez, pero ni mucho menos imposibles. Aún quedan muchos puntos en juego, y una gira asiática por delante que en Gresini están convencidos de que puede voltear los números.
53 puntos de desventaja tiene Marc Márquez con su compatriota Jorge Martín, el actual líder del Mundial, y otros 46 con respecto a Bagnaia. Ellos dos siguen siendo los grandes favoritos para hacerse con el título al final de esta temporada, pero su vigilancia puede propiciar un escenario perfecto para Márquez.
El balance de las dos últimas carreras es esclarecedor y, aunque será difícil que se repita muchas más veces de aquí al final de curso, refleja que no se puede descartar al de Cervera para nada todavía.
Márquez le ha 'comido' 25 puntos a Jorge Martín en los dos últimos Grandes Premios, mientras que le ha restado otros 37 a Bagnaia. Un mordisco impresionante a los dos grandes favoritos que le ha vuelto a poner en el mapa, un aviso a navegantes de que el catalán está preparado para lo que haga falta.
Una tercera victoria consecutiva para él, repitiendo triunfo en Misano, pondría el Mundial patas arriba y haría que tanto Martín como Bagnaia sintieran la presión de todo un campeón cada vez más cerca del cogote.
En Gresini se aferran a que "todavía hay muchos puntos en juego" y esperan que los astros se puedan alinear en este tramo final de la temporada. Apuntan, además, a que los cinco Grandes Premios que se disputarán en Asia durante el último tramo del campeonato puede ser decisivo porque nada tiene que ver con lo vivido hasta ahora. Las dudas empezarán a despejarse este mismo fin de semana.