Un emocionado David Alonso, tras proclamarse campeón del mundo de Moto3 en Motegi.

Un emocionado David Alonso, tras proclamarse campeón del mundo de Moto3 en Motegi. Efe

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David Alonso, el 'elegido' por Nico Terol para ser campeón que se persigna con agua bendita antes de las carreras

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Educadísimo y amable, siempre escucha al interlocutor con atención y mira directamente a los ojos. David Alonso (25 de abril de 2006, Madrid), el elegido por Nico Terol para ser campeón, tiene tantas ganas de aprender que este año se propuso estudiar alemán y ya es capaz de atender a los medios de comunicación teutones con soltura. El piloto hispano-colombiano de 18 años se ha proclamado campeón del mundo de Moto3 en el circuito Mobility Resort de Motegi, donde ha sumado su décima victoria de la temporada, cuando todavía restan cuatro citas para el final del año.

“David tiene una lucidez pilotando al alcance de muy pocos, de Marc Márquez o Pedro Acosta. Es pronto para hablar, pero lo ha hecho en la categoría pequeña ya demuestra que tiene esa lucidez”, explica Nico Terol, el último campeón del mundo de 125cc en 2011 y en la actualidad team manager del CFMOTO Gaviota Aspar Team después de apostar por Alonso en 2017, cuando tenía 11 años y corría en el CEV de 85cc.

A partir de ahí, se proclamó campeón de España de 85cc en 2018, ganador de la European Talent Cup (2020) y de la Red Bull Rookies Cup (2021) hasta llegar a ser campeón del mundo de Moto3 esta temporada antes de dar el salto a Moto2 en 2025.

David Alonso (izquierda) y Nico Terol, en el circuito Ricardo Tormo de Cheste en 2019.

David Alonso (izquierda) y Nico Terol, en el circuito Ricardo Tormo de Cheste en 2019.

El Parce (amigo), como le llaman en su equipo, nació en Madrid y vive en Torrejón del Rey (Guadalajara) con sus padres Agustín y Marcela, colombiana de Bucaramanga. En las categorías inferiores siempre compitió bajo bandera española, pero al llegar al campeonato del mundo tuvo que elegir y optó por Colombia, al ser el único piloto de esta nacionalidad en el Mundial.

En su rutina de calentamiento antes de las carreras, siempre reza como creyente que es y se persigna con agua bendita para que Dios le proteja de los peligros de la pista.

“No sé si soy realmente consciente de la situación ni si estoy preparado para ello. Es el sueño que siempre he querido desde pequeño y ahora lo tengo ahí delante”, ha expresado un emocionado David Alonso, que cuando ha cruzado la línea de meta dudaba de si había conseguido su sueño.

“No me lo creía. De hecho, pensaba que había tocado verde. No he querido celebrar antes de tiempo y no tenía ninguna pantalla. El equipo no me ha sacado la pizarra que tanto soñaba y he pensado ‘Ya está, eso es porque no he sido campeón del mundo’”, ha concluido el nuevo campeón del mundo de Moto3.