Si hay un auténtico especialista en complicarse la vida y terminar dando espectáculo ese es Marc Márquez, que en Phillip Island lo ha vuelto a hacer. El ocho veces campeón del mundo ha protagonizado una remontada épica por culpa del tear off y un apasionante duelo con Jorge Martín para terminar sumando su tercera victoria del año. Pecco Bagnaia ha completado el podio, por lo que ahora le separan 20 puntos del liderato de MotoGP.
El drama para el piloto del equipo Gresini Racing comenzó en la misma parrilla de salida. Situado en la segunda posición, se quitó la lámina de plástico que recubre la pantalla de la visera del casco para ver con más claridad. La tira cayó debajo de su moto y acabó justo en el neumático trasero. Cuando el semáforo se apagó, el neumático trasero enganchó la lámina, patinó como un potro salvaje y echó una humareda considerable.
Todo ello se tradujo en una pésima salida de Marc Márquez, que acabó en mitad de pelotón aunque en un abrir y cerrar de ojos se situó sexto antes de completar la primera vuelta.
"Nunca me quito el protector en la salida, pero esta vez tenía una mancha supergrande delante. Se quedó pegado en la rueda, no pude quitarlo y la moto empezó a patinar. En la primera curva estaba rodeado de pilotos, pensé que iba a ser imposible atrapar a Jorge Martín, pero en la sexta vuelta me vi con opciones, guardé goma para el final y todo salió bien”, ha explicado Marc Márquez tras una remontada épica en la que en el sexto giro ya ocupaba posiciones de podio.
Poco antes de cumplirse el ecuador de la carrera, Jorge Martín cometió un error en la primera curva y Pecco Bagnaia y Marc Márquez le dieron caza. El italiano no se lo pensó dos veces y trató de superarle, pero el líder de MotoGP le dio la réplica. Fue entonces cuando el piloto del equipo Gresini Racing aprovechó ese mínimo resquicio para superar a Pecco Bagnaia, situándose segundo.
Los dos españoles tenían un ritmo muy superior al del italiano, que se quedó rezagado. La victoria era cosa de ellos dos. Marc Márquez lanzó el ataque cuando restaban cuatro vueltas para el final. Parecía que Jorge Martín no se iba a revolver, pero sí que lo hizo una vez en la recta.
El ocho veces campeón del mundo quería la victoria a toda costa y completó un adelantamiento tan ajustado en la curva 4 que hizo comprender a Jorge Martín que luchar por la victoria era un riesgo mayúsculo en su pelea por el título.