La bandera de España con la silueta del toro que acompaña a Jorge Martín (29 de enero de 1998, Madrid) en la vuelta de honor cuando gana una carrera es la misma que Ángel Martín y Susana Almoguera, sus padres, llevaron al circuito Jerez en 1997, cuando Álex Crivillé derrotó al todopoderoso Mick Doohan. Justo nueve meses después nació el primer hijo de la pareja, por eso sus padres siempre bromean con que el nuevo flamante campeón del mundo de MotoGP fue fruto de aquella victoria.
Jorge Martín, que tiene un hermano 10 años menor que compite en motocross, ha visto como sus padres se han sacrificado para que él pudiese seguir adelante con su sueño de ser campeón. “Tuvimos que empezar a apretarnos mucho el cinturón y nos ayudaba toda la familia para poder tirar. Jorge es perfectamente consciente de lo que nos ha costado. Él me veía haciendo collares y pulseras hasta las tres de la mañana porque su padre y yo nos quedamos en paro”, recuerda Susana que, junto a su marido Ángel, tomaron la decisión de que su hijo se fuera a vivir a Andorra recién cumplidos los 18 años para crecer como piloto.
No lo tuvo fácil allí solo, recuerda Martín, que vivía en un piso justo encima de la oficina de su representante Albert Valera. “No tenía ni Internet y me bajaba a la oficina para poder descargarme las cosas que necesita”.
Eso fue hasta que entró en su vida Aleix Espargaró, también representado por Albert Valera. “Se convirtió en mi hermano mayor. Estaba pendiente de que no me faltara nada y hasta me venía a buscar para entrenar y me dejaba motos”, recuerda sobre su amigo del alma, el mismo que ha disputado este domingo su última carrera como piloto de MotoGP y que le ha servido de fiel escudero para frenar las embestidas del amenazante Enea Bastianini.
“Jorge estaba solo ante el peligro, sólo me tenía a mí. Me he dicho ‘Aquí no pasa nadie’. Cuando he cruzado la línea de meta he sentido una mezcla de emociones por mi última carrera, por todo el esfuerzo y por toda la concentración. No podía parar de llorar. Cuando Jorge [Martín] se ha parado a mi lado, me ha dicho: ‘Lo hemos conseguido, este título también es tuyo'. La verdad es que es muy bonito y se lo agradezco mucho porque hemos crecido juntos. Él ha crecido conmigo y verle campeón del mundo de MotoGP y que me haga partícipe, aunque sea en un 0,1%, me hace muy feliz”, ha desvelado Aleix Espargaró, que la próxima temporada pasará a ejercer el rol de piloto de pruebas de Honda.
“Aleix [Espargaró] es gran parte de esta victoria; forma parte de mi equipo y de mi entorno. Es uno más de los míos”, ha señalado Jorge Martín, que se ha acordado de sus padres y de todas las personas que le han ayudado en el camino hasta convertirse en campeón del mundo de MotoGP.
“No he tenido un camino fácil hasta llegar aquí; todos sabemos de dónde vengo. Mis padres han luchado mucho para que yo pudiera cumplir mi sueño, que era ser campeón de MotoGP. Lo hemos conseguido, pero no ha sido fácil y eso me ha hecho más fuerte. He trabajado mucho este año para lograr perder el miedo a no ganar. Mi psicólogo Xero Gasol me ha ayudado mucho a conseguir que corriera sin miedo a perder y con la ilusión a ganar”, ha desvelado el flamante campeón, que este martes pondrá rumbo a su nueva vida deportiva y se subirá a la Aprilia con la que competirá en 2025.