¿Te gusta la nieve y buscas nuevas experiencias? Sólo hace falta un poco de imaginación, una buena forma física, dominar el entorno y lanzarse sin miedo al heliesquí, al speedride, al freestyle… El chute de adrenalina está garantizado.
Freeskiing y freeride
También conocido como "esquí de las grandes montañas", el freeskiing invita a bajar por pistas con más de 45 grados de desnivel. Son descensos casi verticales, como el de la pista de El Muro en la estación de Avoriaz, que separa las dos fronteras de Francia y Suiza.
Eso sí, sólo recomendable para esquiadores expertos, pues es habitual que este tipo de pistas sean de nieve virgen en polvo que requieren una rápida respuesta del esquiador que, en cuestión de segundos, tiene que decidir el siguiente movimiento para rodear un árbol, evitar una roca, un salto controlado o el lado de la montaña más adecuado para un descenso seguro.
En los Pirineos franceses son muy populares Les Nuits Freeride en Pic du Midi, las noches freeride que se celebran todos los miércoles hasta el 23 de marzo. Durante este evento, que tiene lugar antes del amanecer, aún con la pista cerrada, se invita a subir a la cota más alta, hasta el mismo observatorio, y se realiza un descenso sobre nieve recién pisada con guías profesionales.
Planes fuera de pista
El steep skiing es un descenso libre entre rocas, riscos y terrenos difíciles y escarpados. Se baja por zonas distantes a pistas preparadas y también se encuentra bajo la definición freestyle.
El heliesquí te lleva a descender por parajes naturales a los que se accede con helicóptero para evitar el esfuerzo de tener que subir a pie, como ocurre con el esquí de travesía. Los heliesquiadores huyen de las condiciones de las estaciones de esquí tradicionales. Buscan nieve polvo y descensos largos, y se deleitan con los contornos naturales del terreno, como son los claros de árboles o las pendientes pronunciadas. Aunque los lugares para hacer heliesquí no son terrenos elegidos al azar, en algunos países lo consideran peligroso. En Francia es una actividad ilegal, y está muy limitada en Alpes, Suiza e Italia.
Se cree que el heliesquí pudo haber surgido a finales de los 50 en Alaska, Wyoming o incluso en Utah, pero es la Columbia Británica en Canadá la que aglutina más del 90% del mercado global. En Europa se ha ido haciendo más popular en los últimos años. Dentro de los Alpes suizos se puede practicar en Verbier, Zermatt, Arolla y Chamonix. También es popular en Baqueira (España) y Vallnord (Andorra), donde se hace al más puro estilo canadiense, es decir, con más libertad de movimiento. El preferido de muchos es el Monte Olimpo en Grecia, a 2.919 metros sobre el mar Egeo.
Speedride
Esta combinación de esquí y parapente permite deslizarse sobre la nieve y volar gracias a una vela similar a la de este paracaídas. La bajada es más rápida y se esquía por zonas inaccesibles, despegándose del suelo para sobrevolar cualquier obstáculo. Esta modalidad se practica mucho en los Alpes y la escuela de speedride de Vallnord (Andorra). Nació a finales de los 70 cuando los alpinistas franceses empezaron a saltar con paracaídas y esquís desde montañas escarpadas. La evolución de estos paracaídas es precisamente lo que ahora mismo conocemos como speedride. En 1996 comenzaron las competiciones de slalom en Estados Unidos y en Vallnord existe una escuela oficial de la disciplina desde hace seis años. Francia fue la primera en lanzar una competición de speedride, la Speed Flying Pro Les Arcs, organizada por Antoine Montant en enero de 2007.
Esquí acrobático o Freestyle
Es una clase de competición nacida alrededor de los años 40, en la que la velocidad no es tan importante como las habilidades del esquiador sobre la nieve haciendo acrobacias, saltos, giros, piruetas... Se distinguen dos grandes especialidades dentro del esquí acrobático: el aerial, en el que se efectúan saltos acrobáticos en el aire, valorados por un jurado, y el mogul, padre de espectaculares descensos por pendientes escarpadas llenas de obstáculos y baches que deben superarse mediante saltos acrobáticos.
El esquí acrobático y el mogul son considerados de alto riesgo, porque requieren de un altísimo nivel de especialización y experiencia profesional. Fueron reconocidos como deporte en los años 80 por la Federación Internacional de Esquí y cuenta desde entonces con reglamentos y técnicas propias. Practicables en todos los snowpark habilitados, son actividades cada vez más populares. Una modalidad muy popular es el ski flying, un tipo de salto en alta montaña sin trampolín artificial ni pista preparada para el aterrizaje, lo que añade aún mayor riesgo a la experiencia.
Skibike o Snowbike
Este deporte invernal de origen austriaco mezcla el ciclismo y el esquí. Quizá es el menos extremo de los listados, pero no deja de tener su riesgo. Consiste en esquiar con una especie de bicicleta adaptada, con patines en lugar de ruedas y otros pequeños patines a modo de big-foot en los pies. Boí Taüll, en el pirineo leridano, fue la primera estación en España en ofrecer esta experiencia, que luego se extendió a Vallnord y a Formigal-Panticosa. En esta última, la actividad tiene una duración de una hora y se realiza en el circuito de Anayet Park.
CONSEJO VOLVO.- Usa siempre los frenos con sumo cuidado y no realices frenadas bruscas. Intenta circular siempre con la marcha más larga posible y hazlo a un nivel bajo de revoluciones. Procura que el coche no sufra pérdidas de tracción por exceso de fuerza.
'La nieve sin límites' es un contenido patrocinado por Volvo.