Pocos deportistas pueden presumir de palmarés como Javier Fernández. A sus 22 años, el patinador madrileño, actual campeón del mundo, acaba de coronarse, por cuarta vez consecutiva, campeón de Europa. En una noche mágica para él, el hielo de Bratislava le ha visto arrollar al resto de sus competidores, que han tenido que ver que, en el Viejo Continente, no hay otro como él. Casi 60 puntos separaron al final a Javier del segundo clasificado, el israelí Alexei Bychenko, que sólo se distanció unas décimas del tercero, el ruso Maxim Kovtum.
“Estoy realmente emocionado. Sabía que podía hacerlo, porque ha ganado tres veces, pero también sabía que el cuarto iba a ser aún más difícil de conseguir”, decía Fernández justo después de patinar. “Sé que estoy haciendo historia en mi país, pero espero hacerla aún más e ir a por el quinto”, señalaba justo antes de subir al podio a recoger, por cuarta vez, el oro que le acredita como el mejor de Europa.
Su brillante interpretación del tema de Frank Sinatra “Guys and dolls”, agarrado a sus tirantes de atrezzo, le dio a Javier la segunda gran alegría de la temporada. Después de colgarse la medalla de plata en la final del Grand Prix disputada en Barcelona en diciembre, la pista de hielo de Bratislava le ha coronado como indiscutible vencedor del Campeonato de Europa.
El madrileño afincado en Canadá dejó clara su superioridad en el programa corto, que se celebró el miércoles por la tarde, y en el que una fastuosa actuación le colocó directamente en la primera posición, con unos estratosféricos 102.54, pulverizando el record de Europa. Un ejercicio, al ritmo de La Malagueña con una coreografía en la que le ha ayudado el director del Ballet Nacional, Antonio Najarro, en el que realizó dos saltos cuádruples, uno de ellos combinado con un triple, y un triple Axel. Suficientes para, junto a piruetas y series de pasos de la mayor dificultad, colocarle en la primera posición, a más de 14 puntos del siguiente clasificado, el ruso Maxim Kovtum.
En el programa libre poco pudieron hacer sus más directos rivales en el Europeo. Javi salió al hielo decidido, confiado, sabedor de que sus componentes técnicos y su calidad artística son notablemente superiores al resto de sus rivales en Europa. Y lo demostró con creces. Tres cuádruples casi perfectos y un ejercicio que le dio su segunda mejor nota de la temporada: 200 puntos. El total, estratosférico. 203,77 puntos, a más de 60 de su más inmediato rival. Suficientes para saberse ganador del oro antes incluso de que sus máximos rivales salieran al hielo.
Su estrategia de añadir, si cabe, más dificultad a base de más cuádruples no es, sin embargo, la que más convence al madrileño. “Los cuádruples son muy importantes, claro. Pero no podemos olvidarnos del patinaje, las transiciones, las piruetas… Tenemos que incluir más dificultades también en otros aspectos del programa”, decía Javier tras el programa corto. En su mente, su gran rival, el japonés Yuzuru Hanyu, subcampeón del mundo, al que muchos denominan una “máquina de saltar y hacer cuádruples” pero que si en un aspecto es alcanzable o superable por el español es en el resto de los componentes.
Ya comprobado que hacer un programa corto con dos cuádruples es posible –“aunque no deja de ser arriesgado”, reconoce Javier-, el español prepara ya el Mundial, que se celebrará a finales de febrero en Boston (EEUU), y en el que Javi deberá vérselas de nuevo con quien es sin duda su máximo rival a la hora de poder revalidar el título mundial, Hanyu, que además entrena junto a Javier en Toronto (Canadá).
De momento, Fernández podrá disfrutar del momento que vive, con portadas en la prensa deportiva europea dedicadas al “tetracampeón de Europa”, algo que, en cuatro años seguidos, sólo habían conseguido Andrej Nepela (1970 a 1973) y Emerich Domger (1965-1968).
También destacable fue la actuación del segundo español en liza en Bratislava, Felipe Montoya, que encandiló a jueces y público con dos actuaciones soberbias, que le llevaron a terminar en 17 posición en sus primeros Europeos senior. Montoya, de 25 años y que entrena en Madrid, hizo un programa corto sensacional que le permitió colocarse entre los 24 mejores europeos que disputan la final, y aunque en ésta no tuvo la mejor de sus tardes, las brillantes notas artísticas de su programa al ritmo de tango le valieron acabar en 17 posición final. Su objetivo ahora es lograr las mínimas que le permitan ir al Mundial.
"Estoy encantado, estaba muy nervioso porque tenía tres y el cuarto iba a ser muy duro", comentó. "Sigo hacienda historia en mi país, espero conseguir el quinto o incluso más", añadió, para concluir: "Espero hacer en el Mundial estos programas aun mejor".