A Usain Bolt no sólo se le da bien ser el mejor velocista del mundo. Es rápido en el tartán, pero también juntando versos a ritmo de rap. Lo dejó bien claro en su reciente paso por el programa de televisión estadounidense "The Late Late Show", presentado por James Corden. El deportista jamaicano aprovechó la promoción de su nuevo documental, "Yo soy Bolt", participando en una batalla de gallos en la que acabó imponiendo su 'freestyle' gracias a la mordacidad de sus rimas.
El atleta empezó fuerte desde el principio. "Nací preparado. No me importa estar en tu casa, yo gano en cualquier parte", dijo antes de empezar el duelo. "Tienes 14 medallas de oro menos que Michael Phelps", le recriminó Corden ya en plena faena. "¿Cómo se lleva eso de tener una carrera en la que a la gente sólo le importas cada cuatro años?", siguió el presentador.
Bolt le dejó a la altura del betún ya en su primera intervención: "Te crees que eres una estrella, pero pocos te conocen. La mayoría de la gente se cree que está viendo el show de Kevin James. Nunca deberías haber empezado con esto, probablemente deberías haber huido. Yo corro una carrera en 10 segundos, que son los que tú duras en la cama". Acto seguido, admitiendo que "el cuello me empieza a doler", el corredor le preguntó a Corden si quería sujetar sus medallas de oro olímpicas y se las puso, aclamado por el público.
"Guárdamelas y véndelas en Ebay, gracias", le dijo Corden al presentador de la batalla. "Todos los jamaicanos te adoran, lo que no es una sorpresa en un país donde una de cada tres personas es alta. Si es verdad que eres el hombre más rápido del mundo, ¿cómo es posible que yo sea el único que corre en círculos a tu alrededor? [...] Hazte un selfie con tu corsé, sé que te encantan las foto finish", continuó.
Bolt no dejó de subir el listón en su siguiente intervención. " [...] Practica para tu próximo trabajo: conducir un Uber. No puedes ganar esta noche, ni lo intentes. ¿Alguna vez me has visto perder contra un blanco? Sólo puedes correr más que yo si alguien grita '¡La cena!' ", le soltó a su anfitrión.
"Puedes correr, pero no puedes esconderte. Mides 1,95. Mirad todos, Frankenstein llegó. Con el micrófono soy un león y tú sólo un cachorro. He aquí un consejo: deja de echarte fotos con chicas en los clubs. Estás enamorado de Rihanna, pero eso no va a pasar. Si quieres hablar con ella, aquí está mi teléfono. Dale a 'Devolver llamada perdida'. Debe ser muy dulce alcanzar tus sueños, pero aún vives en la sombra de un equipo de bobsleigh", se la devolvió el showman.
Pero Bolt se había guardado toda una traca final para sus últimos versos. "[...] Soy el humano más rápido de la historia y tú presentas el programa con las audiencias más bajas de la historia. Intento verlo y todo lo que puedo pensar es 'Esto debería acabar más rápido que uno de mis sprints'. Tengo nueve medallas de oro, una por cada vez que tú has tenido sexo", remató, tirando su micrófono delante de las narices de Corden. El clamor generalizado no dio lugar a las dudas. El vencedor de la batalla de gallos había sido el jamaicano.