El español Lucas Eguibar capturó este domingo la medalla de plata de boardercross de snowboard en los Mundiales de Sierra Nevada, al concluir en segunda posición la prueba disputada en esta estación andaluza. El francés Pierre Vaultier capturó el oro, mientras que el australiano Alex Pullin se colgó al pecho la medalla de bronce.
"Siento mucho orgullo. Guardaré este día en mi corazón", comentó emocionado Eguibar. El guipuzcoano, campeón de la Copa del Mundo de boardercross en 2015, dio por bueno el segundo puesto logrado por detrás de Vaultier, quien se mostró inalcanzable desde la ronda clasificatoria del sábado. El rider vasco explicó que en la gran final lo dio "todo", pero aceptó la superioridad de Vaultier, el vigente campeón olímpico de la disciplina.
Eguibar es el quinto español en ganar un trofeo en un campeonato del mundo de un deporte olímpico de nieve. El patinador artístico madrileño Javier Fernández -ganador del oro en los Mundiales de Shanghái (China) y Boston (EEUU), en 2015 y 2016, respectivamente-, es el único doble campeón mundial español de un deporte olímpico invernal, para el que aporta, además, otros dos bronces mundiales, en los de London'13 (Canadá) y Saitama'14 (Japón). Pero todos sus éxitos pertenecen a las disciplinas de hielo, incluidas en la Federación Española de esos deportes (FEDH).
El primer título mundial de España en un deporte de nieve es, curiosamente, la medalla de oro olímpica de esquí alpino que capturó en los Juegos de Sapporo (Japón), en 1972, Francisco Fernández Ochoa, en una época en la que la corona olímpica equivalía, también, a ser campeón del mundo ese año.
La primera medalla en unos Mundiales propiamente dichos llegó de nuevo gracias al inmortal 'Paquito' -fallecido en 2006 a causa de un cáncer-, en los Mundiales de St.Moritz (Suiza) de 1974, en los que refrendó que su espectacular éxito de dos años antes en el japonés monte Taine (Taineyama) no había sido fruto de la casualidad.
Paco capturó el bronce en la estación suiza que hace un mes albergó de nuevo los Mundiales de alpino, en esa ocasión, otra vez en el eslalon, que ese día ganó el italiano Gustav Thöni -plata dos años antes en Sapporo- por delante del austríaco David Zwilling.
España tuvo que esperar casi treinta años por una nueva medalla internacional en un gran evento. Que llegó gracias al esquí de fondo; y por obra del nacionalizado Johann Mühlegg, de origen alemán. Conocido como 'Juanito', en los Juegos de Salt Lake City (EEUU), en 2002, protagonizó uno de los mayores escándalos del olimpismo invernal, al ser despojado de los tres oros que ganó, tras haber dado positivo por darbepoetina en un control por sorpresa durante esos Juegos.
'Juanito' -que para muchos que así lo llamaban volvió a ser Johann justo después de dar positivo- ganó un oro y una plata en los Mundiales de esquí nórdico de 2001, en Lahti, Finlandia: se proclamó campeón mundial en los 50 kilómetros, estilo libre; y se colgó al pecho la plata en la prueba de persecución.
Catorce años después de aquellas medallas de Mühlegg, llegó una más, la que hasta el momento era la última en un deporte invernal olímpico de nieve. Se logró también en snowboard y gracias a la barcelonesa Queralt Castellet, en la prueba de 'halfpipe' en los Mundiales de Kreischberg (Austria) de hace dos años.