Lidia Valentín es la primera, la pionera. Ella ha sido la mujer que ha llevado a su deporte a lo más alto, la que ha conseguido que la halterofilia abra periódicos, webs y publicaciones deportivas. Su figura se reconoce, se valora y se precia. ¡Y no es para menos! La deportista de Ponferrada se proclamó este lunes campeona del mundo absoluta en hasta 75 kilos en tres categorías (arrancada, dos tiempos y total). Y, aunque después tuvo que sufrir la ‘torpeza’ de la organización (se equivocaron al poner el himno español cuando estaba en el podio), ella ha pasado a formar parte del selecto grupo de españoles que han sido campeones continentales, mundiales y olímpicos.
Su hazaña cobra mayor relevancia todavía porque lo ha hecho sin manchas en su historial. El dopaje de sus rivales la ha llevado a heredar sus preseas: recibió la plata en diferido de los Juegos de Pekín de 2008 y está pendiente de que le entreguen el oro de Londres 2012 por el positivo de todas sus contrincantes. En Río, por fin, obtuvo el bronce, consagrándose como una de las mejores deportistas de la historia de España antes de coronarse como campeona mundial este lunes a sus 32 años (anteriormente, también se había proclamado campeona de Europa).
Su victoria este lunes es la última de las muchas que ha cosechado el deporte femenino español en los últimos tiempos. En los Juegos de Londres 2012, por ejemplo, las mujeres coparon los primeros escalones con 11 de 17 medallas, y en Río ganaron nueve de 17. Unos éxitos que sirven de ejemplo y que fomentan el testigo de las futuras generaciones. Ellas son las pioneras, las que han puesto la primera piedra de una casa que se levanta a base de éxitos y que goza del reconocimiento de todos. Y ella, ya decimos, es sólo una. A su lado, otras muchas han conseguido lo impensable: Garbiñe Muguruza, Mireia Belmonte, Carolina Marín, la ya retirada Ruth Beitia… Y suma y sigue.
RUTH BEITIA
Ha sido el gran referente del atletismo patrio y cada una de sus apariciones sigue encontrando réplica en los medios a pesar de su reciente retirada. La atleta cántabra, oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, cerró su carrera tras guardar en su cajón innumerables medallas. Fue campeona de Europa en cuatro ocasiones (tres al aire libre y uno en pista cubierta), ganó dos diamantes… En fin, sumó éxitos que el deporte español acogió con agrado. Ahora, tras su adiós, se nota su ausencia. España ya no la volverá a ver sobre el tartán, pero sí observará su legado en unos años, porque las niñas, durante mucho tiempo, han querido ser Ruth Beitia en este país.
MIREIA BELMONTE
A la catalana, por suerte, todavía le quedan muchos días de gloria. Mireia Belmonte es, como Lidia Valentín, campeona de Europa, olímpica (un oro y un bronce en Río 2016) y Mundial (un oro y dos platas en los últimos campeonatos de Budapest). La nadadora vive uno de los mejores momentos de su carrera y ha sido una de las grandes impulsoras del deporte femenino en España. Su legado todavía no se contempla a largo plazo, pero su influencia en el presente ya es un hecho. Por delante, Tokio 2020, su objetivo prioritario. Hasta entonces, toca disfrutar. Y, sobre todo, celebrar.
CAROLINA MARÍN
Es otra de las pioneras del deporte español. Carolina Marín llegó por sorpresa y para quedarse. Fue campeona del mundo en dos ocasiones, de Europa en otra y, sobre todo, obtuvo el oro olímpico en los Juegos de Río de 2016. Como Lidia Valentín, la onubense ha sido una de las principales promotoras del deporte femenino en los últimos años. A esto hay que sumar su influencia para que otras muchas niñas quieran jugar al bádminton. Sin duda, una de las grandes figuras de la historia del deporte español.
GARBIÑE MUGURUZA
La tenista, que ya comparte elogios con Nadal, está llamada a ocupar un papel protagonista durante los próximos años. Eso sí, sus triunfos hasta ahora ya la sitúan en un lugar de privilegio. Ganó Roland Garros en 2016, se hizo con Wimbledon en 2017 y también ha ocupado el primer puesto del ránking WTA durante este 2017. Su ejemplo como deportista, su determinación y su legado pueden empujar dar aún más protagonismo al deporte femenino.
Y MUCHAS OTRAS
Las ‘Guerreras’, el equipo femenino de Waterpolo o el de baloncesto, Maialen Chourraut y muchas otras. Las mujeres están de moda. Han llegado a lo más alto del podio y no se quieren bajar. Se reconocen protagonistas y quieren serlo en un futuro. Y nadie va a quitarles ese derecho, se lo han ganado con su trabajo. España las adora, las quiere y las anima. Y ellas cumplen. Poco más se puede pedir.