Las cuatro mentiras del sueño español de Ilias Fifa

Hace prácticamente un año, el 25 de octubre de 2017, la Policía Nacional detenía a once atletas españoles de origen marroquí en una operación contra el tráfico de sustancias dopantes. En dicho operativo se registraron hasta diez domicilios en Cataluña, Guadalajara y Madrid. 

Entre estos once se encontraban atletas de especial importancia en el deporte español como Ilias Fifa. El español de origen marroquí se proclamó campeón de Europa de 5.000 metros en Ámsterdam en el año 2016, casi un año después de adquirir la nacionalidad en España.

Esta operación, que se dirigía desde el Juzgado de Instrucción número 4 de Mataró, se encontraron sustancias dopantes durante el registro de la vivienda de Fifa. Eso sí, también se detuvo al líder de la trama, un individuo de origen magrebí que hacía las veces de 'entrenador deportivo'. 

Sanción por dopaje

Esta operación dejaba tocado al atletismo español, que veía como uno de sus campeones había hecho trampas para ganar. Fifa sigue suspendido a día de hoy por consumo y tráfico de sustancias dopantes. Unas acusaciones que no ha dejado de desmentir desde que saltó la noticia.

El atleta defiende su inocencia hasta la saciedad, negando que tuviera EPO en la residencia que registraron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. De hecho, la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD) suspendió, el pasado 16 de mayo, a Ilias Fifa con cuatro años por verse implicado en la denominada 'Operación Chamberí'.

No es de extrañar que defienda su inocencia, como cualquier ser humano cuando le acusan, hasta que se demuestre su culpabilidad. Sin embargo, se acaba de descubrir que no es un individuo al que se le pueda tener confianza. Y es que, en una grabación de la 'Operación Chamberí', se puede escuchar la primera mentira del atleta marroquí. Eso sí, no de su boca, sino de la de su hermano. 

Su llegada a España

Según ha desvelado el diario El País, la Policía ha encontrado dos archivos de audio de WhatsApp en el teléfono de Mounir Fifa, el hermano del atleta. Aseguraba en ellos que su hermano había mentido en lo referente a su llegada a España. Ilias aseguró por activa y por pasiva que viajó a España "escondido en las ruedas de un camión" cuando apenas contaba con 17 años. Sin embargo, las grabaciones de Mounir se entiende todo lo contrario. 

El hermano de Ilias confirma que, para que le diesen los papeles, "tenía que hacer desaparecer el visado que consiguió". Un elemento nuevo entra en acción. Y es que, Fifa llegó a España como turista y no escondido bajo un vehículo pesado. Esta es la primera de las mentiras que el atleta marroquí ha vertido. Eso sí, sostiene el hermano del deportista que todo esto fue un consejo de una educadora del centro de menores en el que estuvo. 

Posesión de sustancias

Ha repetido por activa y por pasiva que él no traficaba con sustancias dopantes. De hecho, ha negado que, en los registros, la Policía encontrara EPO y otro tipo de 'medicamentos prohibidos'. Cosa que, como desveló el diario El País y los cuerpos de seguridad, no se correspondía con la realidad. 

En el registro policial del 25 de octubre pasado se halló en la casa del campeón de Europa de 5.000 metros en 2016 en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), entre otros, varias ampollas de Actovegin 200mg (el llamado EPO de los pobres) y un vial de Evogene de 3,3mg (hormona de crecimiento). 

Orígenes pobres

Desde que llegó a España y salió del centro de menores, Ilias Fifa comenzó a rehacer su vida, obra y milagros. De ahí que tuviera que cambiar la versión de su llegada a España. Esto también provocaría que contara alguna que otra penuria sobre su vida en Marruecos y sus deseos de llegar a Europa. 

Y así fue. Ilias Fifa reveló que escapó de Marruecos porque no tenía ningún tipo de futuro y vivía sumido en la pobreza. Pero, tal y como asegura su hermano en las grabaciones, el padre "era profesor y ganaba 1.500 euros". Por tanto, para nada contaba con un pasado paupérrimo, sino todo lo contrario. Un buen salario para sostener a la familia o, al menos, mejor que muchas personas que no llegan ni a las tres cifras.