En medio de una polémica y con el público abucheando la decisión, los jueces dictaminaron el combate nulo por decisión dividida. La decisión sorprendió a los espectadores que no dudaron en mostrar su malestar ante tal decisión. Gracias a ello, Wilder mantuvo su trono ante un Fury que se fue dos veces al suelo, pero que dominó el combate.
Fue un combate donde el británico sacó su mejor versión con un repertorio con fintas, juego de piernas, esquivas e imprimiendo una velocidad que sorprendió al estadounidense. La pelea se desarrolló por donde Fury quiso, con un Wilder más defensivo de lo habitual.
Fue un combate donde Fury empezó muy fuerte, aunque fue perdiendo frescura, lo que le hizo caer dos veces al suelo. El primer golpe claro que recibió vino acompañado de cuatro más y se fue al suelo en el noveno y duódecimo asalto.
A pesar de ello, la victoria de Tyson Fury parecía evidente, pero una combinación de Wilder en el último asalto, que impactó primero con la derecha en el mentón del británico y después con una poderosa izquierda mientras el aspirante caía, hizo que todo pudiese pasar. Esto provocó, seguramente, que los jueces diesen el combate como nulo.
La polémica por dicha decisión se pasó al público que no dudó en pitar el veredicto de los jueces. Los dos 'ganaron' y sellaron el empate.
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