La selección española de rugby se impuso por 16-14 a Rusia, una equipo que ocupa una plaza mundialista que podría haber sido de los Leones, en la primera jornada del campeonato de Europa, disputada en el central de la Ciudad Universitaria de Madrid ante unos 4.000 espectadores.
Los Leones comenzaron dominando y un ensayo de Beñat Auzqui, transformado posteriormente por Andrea Rábago supuso el 7-0 inicial.
A partir de este momento el partido dio un giro de 180 grados porque Rusia comenzó a dominar el choque y con los ensayos de Ostroushko y las transformaciones de Kushnarev dieron la vuelta al marcador, 7-14.
La selección española intentó reaccionar y rebajar la diferencia pero fue imposible en la primera parte.
La clave de la victoria, la defensa
En la continuación la defensa española se mostró firme y contundente y a partir de ahí comenzó a crecer el juego de los leones que trasladaron el balón al campo ruso.
Los errores de los jugadores rusos permitieron a Rábago convertir tres golpes de castigo con los que remontaron el marcador hasta el 16-14.
Rusia, lejos de bajar los brazos, volvió a poner en jaque al juego español y sólo un error del ala ruso que perdió el control del balón a pocos metros de marca salvó a los Leones.
La defensa de España terminó por abrir las puertas de la victoria alejando el peligro de la marca. Los leones ganaron por tercera vez consecutiva a Rusia, que sí estará en el Mundial de Japón.
La próxima cita para los jugadores del seleccionador Santiago Santos será en Tiflis, ante Rumanía.
"Nuestra delantera ha sido capaz de marcar la diferencia. Era complicado crear juego si no sacábamos balones rápidos por su presión defensiva. Eso nos obligaba a jugar más estáticos. En ataque no hemos estado finos. Hemos dominado en el maul, pero no hemos estado finos. Teníamos un equipo poco experimentado y con poco trabajo juntos", dijo el seleccionador español Santiago Santos.
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