Tranquilidad, mente fría y perfeccionista. Así se define el campeón olímpico y del mundo en piragüismo Marcus Cooper. El competidor de padre británico y madre alemana ha conseguido la friolera de nueve medallas en tan solo cinco años, divididas en cuatro oros, cuatro platas y un bronce.
En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro llegó el mejor momento de su carrera, sin la vitola de favorito y sin un nombre consagrado en la élite de este deporte consiguió la medalla de oro en la prueba de K1 1000m. Una demostración de calidad, potencia y regularidad que culminó de la mejor manera posible.
Con el piragüismo en su mejor momento, Marcus comanda junto con sus compañeros más experimentados los años de oro de este deporte, siendo uno de los principales relevos para los competidores que ya llevan más de una década en las aguas tranquilas. Una historia de un chico que desde su niñez en Mallorca tenía claro que su deseo era convertirse en campeón olímpico y del mundo.
Su triunfo en Río de Janeiro 2016
EL ESPAÑOL ha podido hablar con una de las medallas de oro de los últimos Juegos Olímpicos. Marcus Cooper afirmó que "nada más cruzar la meta, miré para los dos lados y vi que había ganado. No sabía que hacer, si ponerme de pie en la piragua, dar gritos o tirarme al agua a celebrarlo. Me puse a pensar en todo lo que había entrenado y en la magnitud de lo que había conseguido. Sobre todo la importancia que iba a tener en mi vida en ese momento".
Ese año no fue fácil para el competidor español, que se centró única y especialmente en entrenar sin descanso, para lograr en Brasil el mejor tiempo de su carrera: "Había mucho esfuerzo detrás. Ese año quise ser perfecto en todo, tanto en entrenamiento, descanso y alimentación. Ese año viví por y para el piragüismo. Fue la mejor temporada de mi vida, quería ser perfecto, me daba igual el resultado. Además cuando cruce la meta me di cuenta que había hecho el mejor tiempo de mi vida. Fue una temporada dedicada 100% para el piragüismo".
La presión de unos Juegos Olímpicos es inexplicable, pero Marcus tiene claro que su próximo objetivo es la clasificación para Tokio 2020. "Primero me tengo que clasificar ante los mejores en el Mundial de finales de agosto. Tenemos que quedar entre los 6 primeros, vamos con mucha ambición y lo podemos conseguir si entrenamos como sabemos", confirmó.
La presión de ser campeón olímpico
A base de victorias y triunfos en cada competición, Marcus Cooper llegaría a Tokio con la etiqueta de rival a batir. Una sensación que no preocupa lo más mínimo a sus pensamientos: "Lo llevo de una manera normal, sin echarme presión encima, únicamente voy a hacer lo que me gusta. No sé si el resto del mundo me ve diferente, estoy seguro de que se va esperar mucho de mí".
Pero no todo han sido éxitos para el mallorquín, ya que tras conseguir ese hito histórico, no comenzó el año de la mejor manera posible: "El año posterior al oro, me lo tomé más calmado, estuve muy relajado, los resultados fueron muy buenos pero yo no estaba tan fuerte como debería. El año pasado tampoco estaba tan fuerte como podía estar, esta temporada espero estar más fuerte y el año que viene hacer una temporada como la de 2016 y ser perfecto".
Pese a llegar como campeón, repetir el oro es el mayor sueño para él, aunque no podría superar su gran momento en Brasil, calificado como su mejor momento. Además las medallas cosechadas en los mundiales son muy importantes para Marcus, ya que su corta carrera está plagada de éxitos.
A su calidad individual se suma el gran trabajo y equipo que hay en el piragüismo actualmente, que compiten de tú a tú con las mayores potencias de este deporte. "El piragüismo español está en su mejor momento, lleva varios años así, cosechando varias medallas a nivel internacional. En las competiciones nacionales se ve el gran nivel que hay. Somos los mejores junto a Hungría y Alemania. Además somos todos bastante jóvenes y con un gran recorrido y los que vienen por detrás ya están apretando muy fuerte", afirmó.
El Mundial se disputa en Szeged (Hungría) entre el 21 y el 25 de agosto de 2019 bajo la organización de la Federación Internacional de Piragüismo (ICF) y la Federación Húngara de Piragüismo. Sede en la que los mejores competidores españoles tendrán que batir sus marcas para asegurar su presencia en los JJOO.
Marcus Cooper emocionó a todos los aficionados con una demostración de calidad y sacrificio, logrando una medalla olímpica contra pronóstico. En un año volverá a tener la posibilidad de cumplir su sueño por segunda vez consecutiva, y si su trabajo se asemeja al realizado en 2016, las posibilidades se incrementarán. Un competidor nato y con el piragüismo como la pasión más grande.
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