Susana Rodríguez (1988) se crió en una familia sin ninguna tradición deportiva. Nació con una deficiencia visual grave debido al albinismo, una condición genética que afecta a una de cada 17.000 personas de media y que da lugar a la falta de pigmento en pelo, piel y ojos. Todo ello no fue un obstáculo para convertirse en la mejor triatleta española paralímpica y una de las mejores del mundo.
La gallega, vigente campeona mundial y europea de triatlón paralímpico, formará parte de equipo español de atletismo que disputará el próximo mes de noviembre, los Mundiales de Dubái, en la prueba de 1.500 metros.
La deportista viguesa lleva un año impecable, el mejor en su trayectoria deportiva como recuerda en un comunicado el Comité Paralímpico Español, y que lo atestiguan las medallas de oro conseguidas, tanto en el Mundial como en el Europeo y el primer puesto en las Series Mundiales de Triatlón, junto a su guía Paula García.
Además lidera en su clase (la PTVI) el ranking clasificatorio para los Juegos de Tokio 2020, con el máximo de puntos posibles. A ello se une el haber conseguido la marca mínima para competir en el citado Mundial de Atletismo Paralímpico de Dubái.
Tras estudiar fisioterapia y medicina, Susana Rodríguez compagina su carrera deportiva, repleta de éxitos, con su trabajo profesional como médico en el Hospital de Santiago de Compostela. EL ESPAÑOL ha podido hablar con ella.
¿Cómo entra el triatlón en tu vida?
Desde muy pequeña empece a practicar deporte. Primero natación, luego atletismo y finalmente, de pura casualidad, acabé probando un duatlón. Me gustó tanto que decidí hacer un triatlón y poco a poco fui entrenando más y más hasta aquí.
¿Qué es para ti el triatlón?
Es una forma de vida.
¿Puede ser uno de los deportes más exigente?
Cualquier deporte practicado a alto nivel es exigente. A todos hay que dedicarle mucho tiempo. En mi caso, de todos los deportes que he practicado, es el que requiere más tiempo. En el triatlón paralímpico hay que tener un buen nivel, ha llegado a un nivel de desarrollo que no es suficiente ser buena en una modalidad y flojear en las otras.
¿Has llegado a tu máximo nivel?
No. Si pensase que hubiese llegado a mi máximo, no me plantearía seguir entrenando lo que entreno y dedicando tanto tiempo. Estoy en una fase que puedo mejorar y pienso seguir entrenando y trabajando para conseguir nuevas metas. El día que no pueda dar más y he llegado a mi nivel máximo, dejaría el triatlón a nivel profesional.
¿Qué representa Paula, tu guía, para ti?
Es un elemento indispensable. La figura de un guía es fundamental. Paula me acompaña en todas las competiciones y es muy importante para mi. Teniendo la discapacidad que tengo, es una figura indispensable para que pueda practicar triatlón.
¿Qué recuerdas de tu infancia al nacer discapacitada?
Fue una vida normal dentro de lo que cabe. Aprendes a hacer las cosas con tus recursos y a veces te das cuenta cuando vas siendo más mayor y eres diferente. Tuve muchos obstáculos que había que superar. Tener esta discapacidad es una cualidad mía más, que ha podido influir en otras. Sabes que para conseguir las mismas cosas que los demás, hay que esforzarse más.
¿Todo lo que has conseguido es gracias a esta discapacidad?
Es posible.
¿Cambiarías tu discapacidad por no tenerla?
No. Me ha enseñado muchas cosas. Soy lo que soy gracias a ello y soy muy feliz. Te cierra puertas, pero hay que centrarse en todas las que he abierto y las que me quedan por abrir. Me ha dado la oportunidad de conocer personas con diferentes tipos de discapacidad y para mi eso es una suerte, ya que te enseñan muchas cosas y te enseña a ver la diferencia como algo normal.
¿Siempre has creído en ti y hay gente que no, no?
Sí. Ambas cosas. La gente presupone que por tener una discapacidad va haber cosas que no vas hacer y no debería ser así. Si uno quiere, acaba haciendo muchas cosas.
¿Cómo compaginas tus dos trabajos?
Hay que tener mucha organización. Apenas tengo tiempo y hay que renunciar a muchas cosas.
¿Qué te ha aportado y enseñado la discapacidad que tienes?
A luchar y a respetar a los demás con sus circunstancias. A saber que muchas veces para demostrar hay que hacer más, porque la gente presupone que por tener una discapacidad ya lo vas hacer peor y eso no debería ser así.
Estudiar medicina y trabajar de ello o el triatlón, ¿qué te ha costado más?
Lo primero. En el triatlón compite contra otras personas que tienen discapacidad. Trabajando de médica yo soy la diferente.
[Más información: El goalball, el deporte paralímpico que se creó para los soldados heridos en la II Guerra Mundial]