El pasado domingo concluyó el Mundial de atletismo que tuvo lugar en Doha. España sumó ocho finalistas, pero sólo uno de ellos acabó ganando medalla: la de bronce de Orlando Ortega, la cual acabó conquistando un día después tras aceptar la IAAF la reclamación de la Real Federación Española de Atletismo -no pudo competir por los metales tras una obstrucción de Omar McLeod en los 110 metros vallas-.
Una de las grandes noticias estuvo en Adrián Ben. El lucense, que aprendió a correr en el paseo marítimo de Viveiro, su pueblo, se convirtió en el segundo español en la historia que se clasificó para la final de 800 metros de unos Campeonatos del Mundo, donde acabó finalmente en sexta posición en el primero que disputaba. El atleta de sólo 21 años, se metió entre los mejores y con la mejor marca de un deportista nacido en España.
En la carrera decisiva, por la calle tres, Ben salió de la primera curva último y la distancia con el resto se fue agrandando. Antes del toque de campana había perdido toda esperanza, pero consiguió una meritoria sexta plaza. El cántabro Tomás de Teresa, que fue octavo en la final de Tokio 1991, era hasta la fecha el único español que había disputado la carrera por las medallas en esta distancia.
Especialista en los 1.500 metros, debutante el año pasado en el Europeo de Berlín, su objetivo en esta temporada era ser campeón de Europa sub23 de esa distancia, pero se quedó fuera de la final. Acabó disputando el Mitin Internacional de Barcelona en julio y allí hizo la mínima para disputar el Mundial de Doha.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con este joven de 21 años sobre las sensaciones que le dejó un Mundial donde ha situado su nombre en lo más alto de este deporte. Su siguiente objetivo será el Campeonato del Mundo de pista cubierta para después intentar clasificarse para los próximos JJOO.
¿Cómo entra el atletismo en tu vida?
Gracias a mi profesor de Educación Física de primaria del colegio. Fue el que me hace empezar en ello tras ganar una carrera en mi pueblo.
¿Dónde entrenabas?
Lo hacía en el paseo marítimo de Viveiro, ya que en mi pueblo no había instalaciones.
¿Te han gustado otros deportes?
Sí. De pequeño compaginaba otros deportes como el baloncesto, el tenis, el fútbol o el bádminton.
¿Tienes algún referente o te fijas en alguien?
No tengo a nadie ni me comparo con ningún otro atleta. Intento marcar mi camino.
¿Te ves siendo uno de los mejores atletas españoles de la historia?
No. Todavía queda mucho para eso y yo no lo puedo comentar. Lo deben decir el resto de las personas.
¿Qué es para ti el atletismo?
Una manera y un estilo de vivir. Es esfuerzo, paciencia y compañerismo. Tienes que vivir el atletismo para entenderlo.
¿Qué balance haces del Mundial de Doha?
Bastante bueno. Ir con la 36ª marca y volver con la 6ª está muy bien.
¿Te imaginabas clasificarte para la final de los 800 metros?
Ni yo ni nadie. Fue algo increíble y se hizo un muy buen papel.
¿Hiciste historia?
Sí. Me convertí en el segundo español en lograr clasificarse para una final de los 800 metros. Además, tuve la mejor actuación en cuanto a puesto y a marca.
Lloraste cuando llegaste a la final, ¿en qué pensaste?
En todo el esfuerzo y sacrificio que hicieron mis padres y yo cuando estábamos sin instalaciones en Viveiro. Mi infancia fue muy dura ahí.
Tienes 21 años, ¿está yendo todo muy rápido?
No me esperaba esto ahora, pero las cosas llegan así de repente. Aunque nosotros planeamos ser mejores atletas más adelante.
Ha habido muchas quejas por parte de atletas debido al calor, ¿tú lo has sufrido?
Yo no tengo ninguna queja y no me ha pasado nada. Dentro del estadio, las condiciones eran óptimas. El calor y todo eso lo sufrían los otros atletas, los de ruta.
¿Faltaba afluencia en los estadios?
No. No es así. La gente piensa que tenía que haber el mismo aforo que en otros países. Todo ha ido bien en cuanto a organización. Yo he estado perfecto y no me ha ocurrido nada. Lo más raro fueron los aires acondicionados de los estadios, ya que pasábamos de mucho calor a frío.
¿Cuál es tu próximo objetivo?
El campeonato del mundo de pista cubierta. Y uno de los grandes sueños será llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio.
¿Con gente como tú está garantizado el futuro del atletismo español?
No. Lo está entrenando todos los días y teniendo buenos entrenadores que nos lleven. No todo es la calidad.
¿Cómo te ves de aquí a unos años?
Me gusta vivir el momento, carrera a carrera. Pensar en el futuro es pensar en mucho.