De reto en reto. Así se resume la vida de Antonio de la Rosa. Tras pedir hace 14 años una excedencia en su puesto de bombero de Madrid, hace un mes y medio se convirtió en el primer ser humano que cruzaba el Pacífico a bordo de una embarcación de paddle surf. En régimen de autosuficiencia, completó los casi 5.000 kilómetros entre San Francisco, en California, y la isla de Oahu en Hawaii. Tardó 76 días, 5 horas y 22 minutos.
Bajo el lema 'Save the Ocean' -pretendía concienciar a la sociedad sobre la necesidad de proteger los mares- llevó comida para tres meses, una desalinizadora con la que generar agua potable y un equipo de comunicación vía satélite. Todo ello en una embarcación de siete metros de longitud y un peso de casi 800 kilos.
De la Rosa consiguió así llevar a cabo una nueva aventura. O más bien un nuevo reto. En 2012 hizo la Siberian Blak Ice Race con trineos y esquís. En 2014 se convirtió en el primer español en completar la Ruta Iditarod de Alaska en completa autonomía (1.700 kilómetros a pie y con esquís de fondo, en 42 días). Poco después, completó los 4.700 km que separan Dakar -Senegal- de Kourou -Guayana Francesa- en el océano Atlántico en un bote de remos, proclamándose ganador del Rames Guyane.
Un año después, a través de los cauces de los ríos Lozoya, Jarama y Tajo, unió Madrid con Lisboa en paddle surf. En 2016 recorrió el círculo polar artículo en paddle surf, recorriendo más de 739,7 kilómetros entre Ilulissat y Upernavik en 26 días. En 2017 completó la Vuelta a la Península Ibérica en paddle surf. En 2018 ganó y batió todos los récords en la Lapland Extreme Challenge tras ganarla, convirtiéndose así en la primera persona que acabó esta travesía de 1.000 km por Laponia en solitario.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con él sobre todos estos retos y sobre lo que le espera en el futuro.
¿Quién es exactamente Antonio de la Rosa?
Fui bombero y ahora soy empresario de turismo activo. Tengo una empresa de ello en la sierra norte de Madrid y un hotel para ciclistas.
¿Por qué estos retos tan peligrosos?
Mis retos son hobbies. Son expediciones y me cuesta mucho dinero, pero gracias a estas empresas me lo puedo permitir. Disfruto de ello y me apasiona el paddle surf.
¿Por qué paddle surf?
Es un deporte muy nuevo que esté creciendo mucho. Toda la vida he estado con el piragüismo y decidí cambiar.
Al nivel que practicas al paddle sur, ¿puede ser un deporte de riesgo?
Sí. Hay gente que ha muerto con ello.
¿Has llegado a temer por tu vida?
En mi último reto de paddle surf no, pero en otras aventuras sí que he podido perder la vida alguna vez. Una vez cruzando el lago Baikal, en Siberia, caí en una grieta y estuve un minuto y medio dentro del agua, pero por suerte pude salir. Ese momento fue el más cercano a la muerte. Lo hice con trineos y esquís en un lago que se congela. Me colé en una grieta y pude salir gracias a bastones. Fue muy dramático.
¿Qué recuerdas de tu ultima experiencia en paddle surf?
Decidí hacerlo así de repente. Fue un proyecto que me ha llevado dos años. Tengo mucho afán de conquista, de superación, de conocer nuevos lugares, hacer cosas extraordinarias y salir de esa zona de confort.
¿Pensaste que lo lograrías?
Sí. Siempre pienso así.
¿Pensaste en tirar la toalla?
En el último reto no, ya que he estado muy seguro, aunque en las primera semanas pensé que a lo mejor no podía conseguirlo. Pero en muchos otros sí.
¿Qué dificultades y peligros has tenido en tu última aventura?
Tuve cinco huracanes que hicieron que se produjesen fuertes vientos y corrientes complicadas. Y el peligro de los barcos con los que te cruzas. Tengo un sistema con el que saben que me detectan y yo a ellos, pero si falla puede que no te vean y te pasen por encima.
¿Qué querías conseguir con tu nuevo reto?
Concienciar a la sociedad sobre la necesidad de proteger los mares y los océanos. El barco se llamaba 'Ocean Defender' y yo tenía el lema de 'Save the Ocean'. Hay que hacer ver a las personas que nos estamos cargando el planeta y los mares. Concenciar que solo tenemos un océano y que hay que cuidarle. Me he encontrado numerosas cosas horribles en el mar.
¿Como te apañabas con todo?
Muy bien. Yo no necesito muchas calorías debido a mi cuerpo. Comía y bebía bien y por la noche descansaba. Remaba todos los días entre 6 y 15 horas con una media de 8 horas diarias.
¿Qué es eso del régimen de autosuficiencia?
Significa que uno no recibe nada del exterior. No recibí asistencia hasta que llegue a las costas de Hawaii.
De todos los retos que has hecho, ¿con cuál te quedas?
Con el último. A nivel de medios es el que más ha repercutido.
¿Este último mes que has hecho?
Un reality televisivo en las islas Fiyi. Dentro de unos meses veréis que es exactamente.
¿Tienes algún otro reto en mente?
Ahora nada. Trabajaré en mis dos negocios.
¿Has sacado muchas lecciones en tus retos?
Sí. Con paciencia, constancia y trabajo se puede conseguir lo que uno se propone. Cuando se hacen bien las cosas, salen.
¿Hace 14 años pediste una excedencia en tu puesto de bombero de Madrid, no?
Sí. Entré en el año 1990 con apenas 20 años y trabajé hasta 2004. Decidí dejarlo por un tiempo, pero se ha alargado hasta el día de hoy.
Qué es mas difícil, ¿bombero o hacer los retos que estás haciendo?
Es diferente. Ser bombero es una profesión difícil. Muchas veces la gente te lo agradece y salvar vidas es para estar orgulloso. Siempre diré que es mi profesión, pero tal y como me la vida ahora, será difícil que vuelva a ejercer de ello.