Croacia y España se dieron cita en la capital de Suecia por el entorchado europeo. La selección española se presentó en la final con el objetivo de conseguir su segundo oro consecutivo, tras el logrado precisamente en Croacia en el año 2018, después de vencer en semifinales. Un duelo competido en el que solo podía ganar uno y ese fue el combinado español. [Narración y estadísticas: España 22-20 Croacia]
Sonaron los himnos y comenzó el espectáculo en la gran final del Europeo de balonmano. El encuentro comenzó con Croacia mandando desde el primer minuto. Maric no falló y consiguió la primera ventaja para los suyos en Estocolmo. España pudo empatar poco después, pero el balón se estrelló en el palo y la selección ajedrezada aprovechó para imprimir velocidad y hacer el segundo de la final.
Los 'Hispanos' necesitaban una reacción urgente y esta llegó transformada en el tanto de Ferrán Solé. El partido se convirtió así en un intercambio de golpes continuo. Si España conseguía el empate, pronto Croacia volvía a ponerse otra vez por delante en el marcador. Minuto 10 y tablas. Fue Julen Aguinagalde el que volvió a igualar el choque. Un jugador al que la Selección necesitaba.
Al igual que echaban de menos a un Raúl Entrerríos que fue el encargado de poner el empate a 6 en el luminoso. Los 'Hispanos' conseguían responder pronto, pero nunca ponerse por delante primero. Siempre por detrás. Siempre en desventaja. Con esta tónica siguió el encuentro y fue Croacia la que volvió a lograr tener un +2 hasta que otra vez Ferrán Solé apareció para recortar distancias.
Un auténtico espejismo. Otra vez los balcánicos se impusieron en la pista. Duvnjak y Karacic aprovecharon su buen momento para coger un ventaja de +3. Especial mención para el primero que antes del minuto 20 llevaba cuatro goles de cuatro tiros. Un cien por cien de efectividad para el central del THW Kiel.
Revolución Maqueda
7-10 se puso Croacia, pero fue entonces cuando emergió la figura de Jorge Maqueda. Entre el acierto del lateral, que volvió a poner a España a uno del combinado ajedrezado. Maqueda y un Pérez de Vargas que comenzó a parar los intentos del rival. Diez minutos sin anotar para los croatas y un gol más de Maqueda para empatar a 10 a falta de siete minutos para el final de la primera parte.
Los 'Hispanos' consiguieron ponerse por primera vez por delante justo antes del descanso. Canellas fue el artífice del tanto del 11-10, mientras Pérez de Vargas se iba haciendo cada vez más gigante en portería. No pudo evitar el tanto de Mandic, pero antes de que sonase la bocina, el gran Entrerríos colocó el 12-11 definitivo antes de que los jugadores se fuesen a vestuarios.
España aguanta
Tras el tiempo de descanso, los balcánicos volvieron a golpear primero, pero la reacción española llegó antes que durante la primera mitad. Tres tantos consecutivos y todos ellos obra de Aleix Abello. Los dos últimos llegaron desde su propio campo con la portería vacía de Croacia. Buenas defensas sucesivas de los 'Hispanos' que culminaron con un nuevo tanto, esta vez de Canellas, para poner la ventaja en +4.
Con todo se fue al ataque Croacia para no alejarse del sueño del oro. Dos goles consecutivos para quedarse tan solo con dos goles por debajo en el luminoso. El encuentro entró entonces en un nuevo plano. Después de cuatro minutos sin llegar un gol, los ajedrezados se pusieron a uno, mientras España continuaba negado a gol con más de 8 minutos sin ver puerta.
Fue Alex Dujshebaev el que volvió a llevar la alegría a los aficionados españoles. Un gol para despertar, pero Croacia ya había olido la sangre y no quería volver a dejar irse en el marcador a los 'Hispanos'. Tal y como ocurrió en la primera parte, pero con los papeles cambiados. España aguantaba con mínima ventaja, mientras su rival contestaba a cada intento de poner tierra de por medio en el luminoso.
Final de infarto
A falta de diez minutos para la consecución del partido, y del título, empate a 18 y pulsaciones al máximo. Pasaba el tiempo y el juego se embarraba. Parones, poco juego y sí más pasión que cabeza. El oro se decía en Estocolmo y fue Croacia el que después de mucho tiempo por debajo, volvió a coger ventaja gracias al gol de Stephanic.
18-19 y siete metros para España a poco más de cinco minutos para el final. Sangre fría es lo que tuvo Aleix Gómez para no fallar. Y de un área a otra. Falta de Raúl Entrerríos sobre Stephanic y dos minutos para él con todo por decidirse aún. Jarro de agua fría para España que perdía a uno de sus grandes estandartes. Intentó controlar el tiempo ahora la Selección. Gol de los 'Hispanos' y respuesta de Croacia inmediata.
Así llegó el fin de esos eternos dos minutos y otros dos para que acabase el show. Continuaban subiendo las pulsaciones y otra vez todas las miradas en Aleix. Desde el punto de los siete metros y ante un portero de 2,06, volvió a poner a España por delante. Un gol que vale un oro Europeo, y billete para los Juegos Olímpicos, y que confirmó el tanto final de, cómo no, Entrerríos.