"El fin del silencio" ("La fin de l'omertá"). Así tituló el periódico francés L'Équipe los abusos sexuales que destapó hace unos días a deportistas durante algunos años de sus carreras por parte de sus entrenadores. Fueron casos que sucedieron en los 70, 80 y 90 y que durante tanto tiempo han estado ocultos a la luz de la opinión pública.
Uno de esos casos fue el de Hélène Godard, una de las mejores patinadoras francesas en la época de los 70. En su testimonio reconoce que su exentrenador, Gilles Beyer, ocho años mayor, tuvo relaciones sexuales con ella cuando tenía 13 y 14 años. "Le admiraba mucho, pero él era un adulto y yo era menor de edad", explicó en L'Équipe.
Hacia la misma persona apunta también Sarah Abitbol. La diez veces campeona francesa de patinaje testificó en contra de Beyer denunciando violaciones entre 1990 y 1992, cuando tenía 15 años. "Dormía fuera de mi casa, era vulnerable y se aprovechaba de ello... hoy, en cuanto salgo de casa, sigo teniendo miedo", confesó.
Gilles Beyer, "Monsieur B."
Silencio y miedo. Estas dos palabras siempre estuvieron presentes en la vida de Sarah Abitbol. La primera desapareció hace unos días tras contar la terrible experiencia que vivió. La segunda permanecerá siempre en la vida de esta patinadora que tiene 44 años. "Comenzó a hacer cosas horribles, hasta el abuso sexual. Fui violada a los 15 años. Era la primera vez que un hombre me tocaba", comentó sobre Gilles Beyer, al que llamaba "Monsieur B.".
Expatinador artístico francés, Gilles Beyer fue uno de los deportistas más importantes en Francia de esta disciplina, convirtiéndose en campeón nacional francés en 1978. Participó en tres campeonatos europeos y tres campeonatos mundiales, terminando entre los diez primeros en los europeos de 1978 en Estrasburgo.
Todo ello le convirtió en uno de los hombres más influyentes, importantes, respetables y poderosos dentro de la Federación Francesa de deportes de hielo. "Mi madre siempre dijo que era brillante", expresó Sarah.
Tras retirarse, Beyer se dedicó a entrenar y, además de Abitbol, Laëtitia Hubert, Laurent Tobel y Hélène Godard fuero alumnas suyas, siendo esta última una de las que también le denunció por abuso sexual.
Además, fue miembro de la oficina ejecutiva de la Federación Francesa de Deportes de Hielo de 2014 a 2018. Hasta enero de 2020 fue el mánager del equipo de hockey sobre hielo en París llamado Français Volants. Tras saltar el escándalo de abusos sexuales fue destituido.
Primera denuncia contra Beyer
El entrenador de patinaje artístico Didier Lucine escribió una carta en febrero de 2000 a la Federación Francesa de Deportes de Hielo (FFSG), expresando su preocupación por el comportamiento de Beyer con los jóvenes estudiantes.
A principios de la década del 2000, Beyer fue objeto de dos investigaciones, una en Créteil y la segunda en el Ministerio Francés de Deportes, lo que acabó provocando su destitución como director de los equipos de Francia y entrenador nacional el 31 de marzo de 2001.
La confesión
En enero de 2020, dos exalumnas acusaron a Beyer de abusar sexualmente de ellas cuando eran menores de edad. Volar acabó convirtiéndose en una tortura para Hélène Godard y Sarah Abitbo.
El propio Gilles reconoció que había sido así: "Admito haber tenido relaciones íntimas con ella (Sarah Abitbo). Si mis recuerdos de sus circunstancias exactas difieren de los suyos, soy consciente de que, dados mis deberes y su edad en ese momento, estas relaciones en cualquier caso eran inapropiadas".
"Es un error, del cual no pude medir el daño que pudo haberle causado. Lo siento sinceramente y pido disculpas a Sarah Abitbol. Lamento que no me haya hablado durante todos estos años desde que nos hemos cruzado regularmente sin que en ningún momento pueda percibir la profundidad de sus heridas", confesó Gilles.
El Me Too francés
El Me Too es el nombre de un movimiento iniciado de forma viral como hashtag en las redes sociales. Surgió en octubre de 2017 para denunciar la agresión sexual y el acoso sexual, a raíz de las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein.
La frase, utilizada durante mucho tiempo en este sentido por la activista social Tarana Burke, fue popularizada por la actriz Alyssa Milano, quién animó a las mujeres a tuitear sus experiencias para demostrar la naturaleza extendida del comportamiento misógino.
Ahora, tras las acusaciones de varias patinadoras por abusos sexuales de su exentrenador, el Me Too ha llegado al deporte francés. Todo ello hizo que la Fiscalía francesa, a través del fiscal de París, Rémy Heit, investigase dicho escándalo.
Sarah Abitbol, además de denunciar las violaciones de su exentrenador, apuntó también en dirección del presidente de la Federaciones Francesa de Deportes de Hielo, Didier Gailhaguet, afirmando que era "imposible que no supiera lo que pasaba".Todo ello hizo que Roxana Maracineanu, la ministra de deportes de Francia, exigiese el lunes su dimisión amenazando con quitar a la Federación sus atribuciones oficiales si no lo apartaba del cargo.
Otras deportistas también aseguran que Gailhaguet conocía el comportamiento del entrenador y no le apartó de sus funciones pese a que incluso el Ministerio de Deportes de entonces le quitó el título de entrenador nacional por las denuncias presentadas contra él.
La titular de ese departamento entre 1997 y 2002 era la comunista Marie-George Buffet, que ahora sostiene que acudieron a la justicia pero que entonces la Fiscalía no tenía la misma sensibilidad que actualmente ante las denuncias de abusos sexuales.
Gailhaguet, por su parte, se defendió de las acusaciones y aseguró que su Federación no tenía poder para llevar a cabo investigaciones que le permitieran actuar. Además, reconoce haber podido cometer "errores" pero "no delitos" y en las próximas horas reunirá a sus instancias federativas para analizar la situación creada por la amenaza de suspensión de funciones lanzada por la ministra.