El atletismo es uno de los deportes olímpicos consideras como estrella. De esos que son capaces de llenar de un pabellón o un estadio para ver a unos corredores dejarse la vida por intentar lograr un objetivo que han luchado y peleado durante años. Además, es un deporte de héroes y de mitos, de leyendas, de verdaderos galácticos.
Lo son especialmente las pruebas de velocidad, porque suelen ser las más espectaculares, la que más expectación generan, las que levantan al público del asiento y a la vez lo hacen permanecer atento, casi sin pestañear, porque en muchas ocasiones, el todo o nada puede decidirse en tan solo diez segundos y la diferencia entre ganar y perder puede estar en décimas o en centésimas.
Desde la retirada de Usain Bolt en el año 2017, el atletismo y en especial la velocidad se han quedado huérfanas de ese corredor carismático y líder de masas que era el jamaicano. Bolt se coronó como el mejor velocista de todos los tiempos, pero además era único tanto dentro como fuera de la pista.
Capaz de dar un espectáculo inigualable, era la mayor atracción de unos Campeonatos del Mundo o de unos Juegos Olímpicos. Sin él, el atletismo ha perdido a su mayor reclamo y muchos buscan ocupar su cetro. Quien sabe si uno de ellos puede ser Michael Norman, el nuevo hijo del viento del atletismo que ya consigue marcas similares a las de Bolt y Michael Johnson.
El retorno soñado
Michael Norman es un velocista estadounidense de tan solo 22 años que se defiende en varias distancias. Sus pruebas preferidas son aquellas que le permiten sostener su ritmo imperial durante bastantes segundos, por lo que se encuentra más cómodo cuando disputa carreras de 200 metros lisos y de 400.
Sin embargo, su polivalencia y su enorme potencia le permiten rendir como el que más en pruebas cortas como los 100 metros lisos, esa en la que Usain Bolt se mostraba intratable casi siempre.
La proeza conseguida por Michael Norman es que, a pesar de considerarse un plusmarquista de los 400 metros lisos, ha conseguido batir el mejor crono del año en los 100 en la reunión atlética de Forth Worth en Texas, donde ha registrado un tiempo de 9,86 segundos, lo que significa que ha rebajado la mejor marca del año en cinco centésimas, propiedad hasta ahora de Akani Simbine con 9,91.
La espectacularidad de esta gesta no se queda solo en que un atleta acostumbrado a correr el 400 se quede con la mejor marca del año, si no que lo ha logrado después de llevar más de 4 años sin participar en una prueba de los 100 metros lisos.
Así lo ha confirmado el propio Norman en sus redes sociales donde ha verificado que su retorno a la máxima velocidad ha sido un éxito que ni él mismo se puede creer. Después de tanto tiempo sin competir en la prueba del hectómetro, Michael ha tenido el retorno soñado, presentando su candidatura a futuras competiciones como, por qué no, los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Con este gran registro que le ha servido para firmar la mejor marca del año, Michael Norman también ha pulverizado su mejor marca personal que databa del año 2016, cuando firmó un 10,27 aun siendo estudiante del high school.
Los 200 y los 400: su hábitat
A pesar de este terrible éxito, Norman se encuentra mucho más cómodo en las pruebas de 200 y 400 metros donde puede exprimirse mejor y donde puede recuperarse de sus salidas que, al igual que lo eran las de Bolt, no son del todo buenas. Por eso, cuanta más distancia tiene por delante, mejor es capaz de acabar sus pruebas. Prueba de ello es que llevase más de cuatro años sin participar en unos 100 metros lisos, aunque a su regreso lo haya hecho por todo lo alto.
La prueba en que quizás se pueda ver a un Michael Norman más desatado sea la de 200 metros lisos, donde es capaz de batir a los mejores del mundo como ya hizo con en la Golden Gala de Roma del mes de junio del año pasado en lo que suponía la cuarta reunión de la Diamond League. Allí, un imparable Norman fue capaz de llevarse la prueba ante un Noah Lyles en su mejor momento, ya que venía de batir a Christian Coleman en los 100 metros lisos.
En aquella increíble prueba, Norman se llevó el gato al agua por tan solo dos centésimas en lo que resultó una carrera de los más emocionante y que no defraudó a nadie. De hecho, aquella imperial prueba unida al duelo que mantenía Lyles con Coleman supusieron una nueva inyección de vitalidad al atletismo que había decaído para el gran público, sobre todo tras la retirada de Usain Bolt.
Norman es ya toda una institución dentro del atletismo y de la velocidad, por eso llegó como principal favorito a la prueba de los 400 metros a los Mundiales de Doha del pasado mes de octubre. Sin embargo, una lesión en semifinales le dejó fuera de haber peleado hasta el final por el título.
A pesar de no haber conseguido todavía un gran título, a Michael ya se le ven trazas de lo que puede llegar a ser, un atleta veloz y completo que puede estar peleando por los metales más preciados en próximas competiciones. En el año 2016, se proclamó campeón del Mundial Sub20 de 200 metros lisos con una marca de 20,17 que supuso el récord del campeonato. Además, en aquellos mundiales también se llevó la prueba del relevo 4x100.
Dos años después, en marzo 2018, estableció un nuevo récord mundial de los 400 metros indoor con un registro de 44,52. Y unos meses más tarde, en junio, estableció la sexta mejor marca de la historia en 400 metros lisos por detrás de nombres como Wayde van Niekerk o Michael Johnson, a los que tiene a tan solo seis décimas.
La proeza de Michael Norman
Michael Norman se ha convertido en el hombre de moda del atletismo, especialmente cuando se trata de alta velocidad. Con su gran registro en Forth Worth no solo se ha convertido en el atleta más rápido del año en los 100 metros lisos, si no que ha completado uno de los mayores retos en la historia del atletismo.
Con su 9,86, Norman ha conseguido bajar de los 10 segundos en la prueba de los 100 metros, algo al alcance de muy pocos corredores en la historia. A pesar de que aun se encuentra lejos del récord de Usain Bolt con 9,58 en el Mundial de Berlín 2009, el de San Diego sí ha conseguido superar al jamaicano en un registro, en el de ser capaz de bajar de los 10 segundos en la prueba de los 100 metros, de los 20 segundos en la prueba de los 200 y de los 44 segundos en la prueba de los 400 metros.
Este hito enorme que ha conseguido Michael Norman solo lo había conseguido hasta ahora otro atleta, el sudafricano Wayde van Niekerk, lo que significa entrar en una de las páginas más doradas de la historia del atletismo, esas que otros grandes nombres como Usain Bolt o como Michael Johnson no han alcanzado.
Los impresionantes registros que han llevado a Norman a situarse en la cúspide de la élite del atletismo han tenido su confirmación gracias a esta última prueba de los 100 metros lisos que le ha situado de lleno en el panorama de la velocidad mundial. Sus 9,86 le han servido para completar este magnífico récord que solo otro atleta había conseguido lograr hasta el momento.
Además, esta marca supera ampliamente la conseguida por Wayde van Niekerk en los 100, tal y como ocurre con la prueba de 200, donde Norman vuelve a tener un mejor registro con un tiempo de 19,70. Por su parte, el sudafricano se lleva el gato al agua en la prueba de los 400 metros lisos, distancia en la que Michael registra hasta el momento un tiempo de 43,61.
Es decir, que la heroicidad del americano se puede poner en valor de manera que solo un atleta en la historia ha conseguido alcanzar esta hazaña, y Norman tiene dos registros mejores que ese otro atleta, Van Niekerk, de los tres que se contabilizan. El nuevo hijo del viento del atletismo puede haber llegado para quedarse.
En la historia junto a Bolt, Johnson y Van Niekerk
Los impresionantes registros logrados en su corta carrera por Michal Norman le han llevado a situarse entre los nombres más grandes de la historia del atletismo. Parece aventurado pensar que ya puede ser toda una figura dentro de la velocidad, pero si su progresión no se detiene, todo hace indicar que pronto llegarán títulos y metales con los que respaldar sus impresionantes datos.
Los registros de los mejores velocistas de la historia sirven, al menos, para poner en valor las hazañas ya conseguidas por el estadounidense de San Diego. Van Niekerk, el otro gran atleta que ha conseguido la proeza alcanzada por Norman, tiene unos registros en 100 metros de 9,94 segundos, en 200 metros de 19,84 segundos y en los 400 metros de 43,03 segundos. Esta última marca supone el récord del mundo de la disciplina y uno de los mayores retos de Michael, que intentará batirlo tras situarse actualmente con la sexta mejor marca de siempre.
Por otro lado, aparecen dos de los mayores iconos de la velocidad y casi que de la historia del atletismo y del deporte mundial. Uno de ellos es el mítico Michael Johnson, que fue durante muchos años el recordman de los 400 metros lisos hasta que Van Niekerk le quitó ese honor.
Michael Johnson no puede presumir de haber batido la barrera de los sub10, sub20 y sub44 como popularmente se conoce a este hito, pero sí puede presumir de estar por delante de Norman y de Van Niekerk en una clasificación que engloba a las tres disciplinas de velocidad de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo, la IAAF. En la suma de las tres pruebas por su valor en puntos, Johnson se sitúa segundo gracias a sus 10,09 en los 100 metros lisos, los 19,32 en los 200 metros lisos y a los 43,18 en los 400 metros lisos, registro logrado en Sevilla, en el Estadio de La Cartuja.
En lo más alto de esta simbólica a la par que prestigiosa clasificación se encuentra el que para muchos es el mejor y más completo atleta de la historia, Usain Bolt. Algunos consideran que Van Niekerk, por eso de haber bajado todas las marcas puede ser el velocista más completo de siempre, pero lo cierto es que lo estratosférico de las marcas de Bolt pueden suplir su falta de finura en los 400 metros lisos, prueba que abandonó muy temprano a pesar de que estaba destinado a su reinado, llamado a ser el sucesor de Johnson. El jamaicano siempre afirmó que odiaba los cuatro hectómetros y por eso nunca decidió centrarse en serio en una prueba donde muchos expertos tenían reservadas para él hipótesis sobre la posibilidad de bajar de los 44 segundos e incluso de los 43.
Sin embargo, los registros finales de Bolt al término de su carrera y que le sirven para liderar esta clasificación por puntos en la que Norman se ha colado como tercero histórico son sus récord mundiales de 100 y 200 con 9,58 y 19,19, y un discreto 45,28 en el 400.
Sin duda, todos son números y registros increíbles que ponen de manifiesto las heroicidades alcanzadas por un grupo de elegidos entre los que ahora se ha colado un humilde Michael Norman, llamado a marcar también su propia era.