El padre de la campeona olímpica de bádmnton Carolina Marín, Gonzalo Marín Pérez, ha fallecido en la madrugada de este domingo como consecuencia de las secuelas que le dejó el accidente sufrido hace cinco meses, a mediados de febrero.
La Federación Española de Bádminton (FESBA) informó en un comunicado que el progenitor de la onubense ha expirado tras "un largo periodo de lucha" en el que "no ha podido superar las consecuencias".
Tras expresar públicamente su "pesar" por esta pérdida, en nombre del bádminton español la Federación quiso trasladar su apoyo a Carolina Marín y a toda su familia "en estos duros momentos".
En febrero Carolina Marín tuvo que viajar con urgencia a Huelva tras sufrir su padre una caída en el trabajo, motivo por el que fue hospitalizado en un centro sanitario de la capital onubense y posteriormente operado.
Gonzalo Marín era natural de Santa Bárbara de Casa (Huelva), cuyo pabellón de deportes lleva el nombre de Carolina, y trabajaba en una empresa dedicada al suministro de material de oficina. Siempre ha estado apoyando a su hija en su carrera deportiva y la acompañó desde la grada en la consecución de gran parte de sus éxitos más importantes.
El pasado 18 de septiembre Carolina Marín felicitó a su padre por su cumpleaños en su cuenta de Instagram. Acompañando a una foto de ambos, escribió: "Feliz cumpleaños al mejor padre que se puede tener. Siempre apoyándome en todos los momentos y teniendo su cariño allá donde esté. Que sigas cumpliendo muchos más papi. Te quiero!!!!".
Un calvario
La campeona olímpica de bádminton reconoció que en su caso personal vino bien el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020 a 2021 como consecuencia de la crisis sanitaria derivada del coronavirus.
"Me ha beneficiado que se hayan aplazado. Lo primero porque estábamos viviendo todos los deportistas en una incertidumbre que no nos dejaba entrenar al cien por cien ni hacer nuestra rutina diaria de entrenamientos", indicó.
"Además yo he tenido la lesión de la rodilla, luego me puse enferma, tuve el problema personal con mi padre... mentalmente no podía estar al cien por cien en los entrenamientos y en la competición. Tener un año y pico para preparar los Juegos me beneficia muchísimo y el año que viene más que nunca voy a ir a por la medalla de oro", añadió.
Marín explicó cómo ha vivido el confinamiento: "Para mi han sido unos meses bastante complicados porque desgraciadamente tengo a mi padre hospitalizado y he tenido que adaptar todos mis entrenamientos. Por la mañana entrenaba en casa solamente la parte física porque no podía hacer nada de bádminton ni coger una raqueta y un volante".
"Lo he compaginado con tener que ir todos los días al hospital con mi padre. Han sido unos meses duros y complicados pero ya por fin estamos de vuelta en Madrid y en el CAR", señaló la embajadora 123 Correr de Banco Santander, tras pisar de nuevo el CAR del Consejo Superior de Deportes de Madrid hace un par de meses.
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