El combate entre Mike Tyson y Roy Jones Junior es uno de los grandes eventos del boxeo del año. Ambos púgiles, de 54 y 51 años respectivamente, se volverán a subir a un cuadrilatero el 28 de noviembre para volver a intercambiar golpes como lo hacían antaño. Sin embargo, ninguno de los dos está ya en su mejor época, y una mala acción podría ser fatal para estos dos colosos que superan la cincuentena.
La pelea tendrá lugar en el Dignity Health Sports Park de Carson, en California, y será la primera vez que Roy Jones se suba a un ring desde que se bajara en febrero de 2018. Sin embargo, el gran regreso será el protagonizado por 'Iron Mike', que no ha vuelto a pelear desde el año 2005, momento de su retirada profesional. 15 años alejado del cuadrilatero y siendo noticia por otro tipo de actos.
Además, el regreso de Tyson ha llamado la atención porque ni siquiera ha seguido haciendo deporte con cierta regularidad, sino que no se había vuelto a poner unos guantes hasta hace prácticamente unos meses, cuando se puso a las órdenes de Rafael Cordeiro, un personaje muy conocido dentro de la MMA por ser uno de los mejores preparadores.
La edad de ambos púgiles no es cuestión menor, pero especialmente en el caso de Tyson, que no solo es tres años mayor sino que lleva más de 15 sin encajar un solo golpe, por lo que su estado físico podría correr serio peligro si en dicho combate, algún intento de Jones Jr impacta directamente en su rostro o en su cabeza. Así lo ha asegurado Luke Griggs, subdirector ejecutivo de la asociación de lesiones cerebrales británica.
"Cuando todos envejecemos, nos volvemos más vulnerables y nuestros cerebros tardan más en recuperarse de cualquier lesión. El cerebro no es diferente. La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para recuperarse después de cualquier tipo de trauma y, a medida que envejecemos, eso disminuye".
"No hay una edad establecida en la que eso suceda y no hay nada que prediga lo que sucederá, pero a medida que envejecemos nos volvemos más vulnerables. Además de eso, tenemos velocidades de reacción más lentas", comentó Griggs a Sky Sports.
Luke asegura que no solo influye la edad a la hora de recibir golpes, sino también la velocidad que poseas para poder esquivarlos y ahorrar así algún sufrimiento al cerebro: "Si bien estos tipos a los 20 eran capaces de esquivar los golpes, la realidad es qué habilidad van a tener para hacer eso ahora, y bien puede ser que sean más propensos a no poder hacerlo para defenderse".
El temor de Luke Griggs
Este reputado neurólogo asegura que el hecho de que ambos puedan tomarse muy en serio la contienda puede tener consecuencias letales: "Los aficionados al boxeo realmente no quieren ver una pelea ganada por puntos o una exhibición, quieren ver la sangre y creo que si alguno se queda quieto, el otro le golpeará en la cabeza e intentará causarte daño".
"Creo que la capacidad de mantener la calma, y sé que es solo una exhibición, pero no estoy seguro de que vaya a suceder así. Pase lo que pase, todavía van a intentar golpearse entre sí. Cualquier golpe en la cabeza puede ser potencialmente fatal, esto es simplemente peligroso y está mal".
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