A partir de este viernes, el mundo de freestyle iba a tener puestos sus ojos en España. La Red Bull Batalla de los Gallos paraba en nuestro país para celebrar este sábado su Final Nacional y antes, el viernes, La Última Oportunidad, donde 20 'gallos' se medirían para buscar su plaza en la final. Por si fuera poco, este año se le sumaba la expectación por volver a ver a Chuty y Skone, dos leyendas de esto, competir de nuevo.
Era el ansiado regreso de la Red Bull en su máxima expresión, pero el Covid lo ha complicado. Primero fue el positivo de BTA, uno de los clasificados directos a Nacional, y después los del propio Chuty y DJ Verse, pieza indispensable en la ecuación por sus bases. La noticia de estos dos últimos estallaba este jueves y solo unas horas después EL ESPAÑOL tuvo ocasión de hablar con Skone.
José Miguel Manzano, nombre real de Skone, (Málaga, 27 de diciembre de 1989), es un freestyler que lleva en activo desde 2007. Es uno de los grandes representantes del rap improvisado en España y conocido por su gran triunfo en la Red Bull Batalla de los Gallos Internacional 2016, ganando en la final al peruano Jota. Desde aquel año que no compite en la Red Bull de España y ahora su regreso está en peligro por decisión propia, como nos explica.
"Es muy jodido. Imáginate cómo estoy yo ahora. Sabía el positivo de Sergio (Chuty) desde ayer, pero se le tenía que hacer otro por si acaso. Hace ya un ratito que ha explotado todo y estamos calibrando realmente lo que vamos a hacer. Tenemos una responsabilidad, más allá de lo 'bonito' y 'épico' de que como no está Chuty se debería hacer tal. No sé cuáles van a ser las soluciones", decía con rostro serio al comienzo de la entrevista.
"No sé hasta qué punto se debe rapear", lamentaba. "Yo, por ejemplo, para que veas, tendría que haber venido el domingo pero el viernes me dijo BTA que había dado positivo. El último contacto que había tenido con él había sido siete días antes y no había tenido síntomas ni nada. Igualmente me hice las pruebas, di negativo y aún así llegué a Madrid el miércoles, ayer, que se cumplía el día 11 para respetar cien por cien la movida. ¿Qué quiero decir con esto? Que si yo, que estoy fuera de cuarentena tras dos PCRs negativas en tres días, que estoy fuerísima de sospecha, me estoy planteando si rapear o no... Poco más", nos confiesa con profundo pesar.
Insiste en que es un pensamiento suyo y no del resto: "No sé el resto de gallos, pero yo sí", dice sobre plantearse no competir este viernes. "Es una putada. Prefiero mil veces perder una final con Chuty, que ganarla sin Chuty. Tienes que ganar a los mejores para ser el mejor y es un golpe duro para el freestyle. La vuelta de Chuty y la mía estaban siendo muy esperadas, era algo que le debíamos a nuestros seguidores y que pase esto... Estamos muy tristes. Es una mierda, la verdad", responde para zanjar el tema y pasar a la entrevista como estaba planeada antes del bombazo.
Pregunta: ¿Por qué decidís Chuty y tú en su momento volver a la Red Bull?
Respuesta: Ha sido un año convulso en todos los sentidos. Como no pudimos seguir en FMS, nos dimos cuenta que iba a ser un año en el que no íbamos a tener presencia por lo que estaba pasando. También le debíamos un poco a los seguidores que hiciéramos este esfuerzo. En mi caso, que ya lo he ganado todo, tengo más que perder que de ganar, pero tengo que hacer un sacrificio gane o no gane, porque ser resultadista en una situación así da igual. Los artistas tenemos que estar por encima. Si mi participación trae alegría a alguien que lo está pasando mal por esta situación tan jodida, pues ya está.
P: ¿Has notado especial cariño por volver y más aún por este año tan difícil?
R: Cuando se anunció, explotó el mundo. Un montón de mensajes y cariño. Es bonito, para todo lo que hago como artista, tener gente que me acompañe de la mano y me apoye lo haga bien o lo haga mal. Por gente así merece la pena decir 'mira me apunto y si pierdo sé que van a seguir ahí'. Esos mensajes son gasolina para alimentar esto.
P: A un lado el cariño y al otro la exigencia, ¿cómo combates con esa exigencia en la que solo vale ganar?
R: Es complicado. Intento utilizarlo a mi favor. Cuando llega el 'Día D' se convierte en adrenalina, casi en instinto de supervivencia. Cuando eso sale, al menos yo, hago el papel de mi vida. También tiene la cara B, que es una movida a nivel de tensión, de ansiedad, de pasarlo mal. Tiene su parte neutral, que es la que no solemos pensar los raperos porque estamos un poco locos, la vida es perder o ganar y no pasa nada por perder una batalla. Yo ya he demostrado lo que tenía que demostrar y no pasa absolutamente nada si se pierde. La vida va de perder y ganar. Eso me sirve para no hundirme en la mierda por perder una batalla.
P: Tras un parón de varios meses sin verte competir, ¿crees que podría pasarte factura ante tus rivales?
R: Tengo que verlo ahí, pero puede ser. Me he tirado un año casi sin hacer nada. Pero también puedo pensar que llevo cinco años compitiendo al máximo nivel y con estadios llenos y no ninguno de los que hay ahí quitando Sergio (Chuty). Una por otra.
P: ¿Cómo ha sido la preparación durante estos meses de parón?
R: Rapear. Rapear mucho. Rapear por discord por no poder juntarte con peña. Y reencontrándome en el punto en el que me gusta el freestyle. Antes de esto tenía tantos eventos que mi entrenamiento era la vida real, el evento en sí. Llegaba a mi casa después de una gira y no quería ver ni una batalla en vídeo. Ahora me ha dado tiempo a echarlo de menos, descubrir por qué me apasionaba, a reconectar conmigo mismo y mejorar ciertas cosas. Cada día llegan chavales nuevos que hacen cosas que no sabes hacer y a mí me gusta aprender de todo el mundo.
P: Sin público, las competiciones son diferentes. ¿Cómo crees que te afectaría a tí?
R: Pienso dos cosas. La primera es que nos apoyamos en ese público y se genera una energía super guay. Dependemos de ese desenfreno que te da el público. La otra parte es que yo también estoy acostumbrado a competir con públicos en contra y no soy una persona que necesita el apoyo para hacerlo bien. Además, no hay que decir rimas 'resultadistas' por que te griten más. Podemos jugar más, tenemos más libertad para ser nosotros mismos.
Hay chavales de diez años que pueden decir 'yo quiero ser freestyler', como también quieren ser futbolistas
P: Esa 'futbolización' del público batallero, ¿es positivo o negativo para esto?
R: Es más positivo, porque que esto coja la expansión que está tomando ayuda a la profesionalización y que podamos vivir de ello. Hace unos años era impensable. Hoy en día hay chavales que pueden dedicarse a esto. Chavales de diez años que pueden decir 'yo quiero ser freestyler', como también quieren ser futbolistas, porque ya es una profesión. La parte mala es la 'futbolización', el click enfermo. Hay que ser muy fuerte psicológicamente en las batallas por eso, más que porque te insulte un chaval en el escenario.
El público en el freestyle es un monstruo que te devora y escupe rápido. Con muchos raperos ha pasado. Imagínate que llega un chaval con 18 años, lo hace súper bien en una competición y todo el mundo lo endiosa. Llega la siguiente competición, hace una mierda y ahora todo el público lo odia. A los que somos como yo, toda esta explosión nos ha pillado más mayores. Si lo hace con 18 años, yo que sé, igual sería Kurt Cobain, sabes -risas-.
P: Un momento clave en esto que hablamos fue en la Internacional de Perú en 2016, en la final entre Jota, peruano, y tú, español.
R: En ese momento sentí que perdía cien por cien la batalla. Rapeé por desahogarme. Lo único que pensé fue: 'Tú vas a ganarme la batalla, pero a lo máximo a lo que puedo aspirar es que mañana la gente diga que he ganado yo'. Haciendo eso, gané. Lo bonito de aquello es que puso sobre la mesa un tema del que no se había hablado nunca, que es este tema del localismo en extremo. Hay públicos que han aprendido y otros a los que le suda la polla. A mi me ha servido porque me he enfrentado a muchos públicos así y no puede ser peor a ese día, como mucho igual.
P: ¿Qué es ahora el freestyle? ¿Es arte o es deporte por su competitividad?
R: Es una pregunta complicada. Sigue siendo un híbrido. Evidentemente, es una expresión artística por su implicación emocional, personal, el aura de cada persona que hace que cada uno sea un freestyler distinto... Y también tiene las connotaciones deportivas de te tienes que entrenar, tienes que mantenerte fresco, te enfrentas a una persona, hay unos resultados, formatos...
Hay mucha gente en el freestyle, simplistas a largo plazo, que dice 'no, esto no es deporte' y se ríe como si perdiera pureza o esa esencia callejera si se convierte en deporte. El título que le ponga la gente da igual, pero si se valora como un deporte es más probable que se profesionalice más y vivamos mejor que si se considera arte. Es un híbrido y los medios deberían interesarse más por él desde el punto de vista deportivo.
El freestyle también es deporte. Cuando llevas la mente a otro 'level', físicamente te mata
P: ¿Entonces es deporte...?
R: No estaría bien que se dijera que es un deporte y ya está. Pero se tiene que tener en cuenta que también es un deporte, porque lo es. Yo tengo que concentrarme antes de una competición, seguir una serie de pautas, dormir bien, comer bien. Hay chavales que se fuman 60 porros antes de subirse al escenario y lo hacen increíble, entonces a lo mejor no es un deporte. Es que no sé.
La batalla con Chuty en FMS el año pasado terminé con calambres en las piernas, dolor de cuello... Estuve dos días durmiendo. Cuando llevas la mente a otro level, físicamente te mata. ¿Es deporte o no? Yo que sé, tío -risas-.
P: Habiendo competido en la época anterior de las batallas de gallos (hasta 2009) y en la actual (desde 2013), ¿si tuvieras que recuperar algo del pasado qué sería?
R: Pff, a nivel produción o logístico no echo nada de menos porque aquello era un juego y ahora es una profesión. A nivel emocional, igual sí. El ser un chaval de 17 años ilusionado que con subirse a un avión ya era lo mejor que le había pasado en la vida. Eso ya no puedo volver a tenerlo.
P: Llevar tantos años en esto y habiéndolo ganado todo, ¿pueden hacer que Skone le pierda el gusanillo a las batallas?
R: Hace mucho que ha pasado eso. Este año, con el Covid y que no he tenido casi eventos, me ha ayudado a reconectar y a tener hambre y ganas de rapear. Pero el gusanillo lo perdí hace mucho tiempo, tío. Cuando te tiras 4-5 años viajando, competi, competi, competi... En verdad es un trabajo.
Si yo te digo que me he subido al escenario ilusionado en los últimos cuatro años te estpy mintiendo. He ido a ser lo más profesional posible como cuando tú tienes que redactar movidas. Al principio fliparías por entrevistar a alguien y ahora no te disgusta, porque estñas trabajando en lo que te mola, pero igual no se te va la vida.
Me siento como Scottie Pippen. Tengo que seguir cerrando bocas y eso a veces cansa
P: ¿Has tenido momentos de decir 'esto se acaba?
R: Sí, tío. Todo el rato. Si no lo he dejado es por dos cosas: porque hay mucha gente que me da mucho carño y energía y porque de esto vivo bien yo y mi familia. Hace nosecuantos años estaba descargando camiones doscientas horas al día por medio céntimo y tenía que ir. La vida es así. Digo 'joder, estoy rapeando; no se me va la vida, no me duele la espalda'. Hay que ser justo con el universo.
Lo que más me ha dicho pensar 'yo qué coño hago aquí' es que soy una persona que ha demostrado mucho a lo largo de los años, todo lo que se puede demostrar en el freestyle, y hay mucha mucha gente que me intenta poner en el segundo plano siempre. Siempre lo he sentido, no pasa nada.
Un chaval de 18 años empatizará más con el que tiene 18 años y tiene unos códigos parecidos. Pero veo a compañeros que, joder, tienen mi edad y sí se les da su lugar a lo largo de los años y yo es que me siento como Scottie Pippen, sabes. Tengo que seguir cerrando bocas y ya está. Eso a veces cansa.
P: ¿Dejar de lado la FMS te ha ayudado a reconectar?
R: Ya he perdido la rutina y la he echado de menos. De aviones, madrugones, cantar, meet&greats, setecientas fotos, firmas, estrés, dormir, despiértate a las 5:00, otro avión... Era como 'me está matando, me está matando, necesito parar'. Me lo quitaron dos-tres meses de cuarentena y de repente era 'me voy a morir en mi casa'. Necesitaba subirme en un avión, que yo tengo un miedo a los aviones que flipas, pero necesitaba subirme a uno e irme a rapear. Me ha vuelto el gen, gracias a Dios.
Cuando tenga 70 años no será raro que los abuelos le rapeen a los nietos y los nietos digan 'ay, rapear, la mierda esa de viejos'
P: El día que dejes las batallas, ¿cómo te gustaría que se te recordara?
R: Creo que he hecho todo esto por esta cultura. Más que por lo que he hecho, porque los campeones van y vienen, sería más bonito que se me recordara como uno de esos pocos locos que rapeaba en un parque para seis personas y media. Que ahora gente pueda dedicarse a esto porque cuatro-cinco locos como nosotros lo hiciéramos antes.
P: Pero el rap siempre estará ahí...
R: Cambian los ciclos generacionales y ahora no parece raro que un abuelo se ponga a cantar flamenco en Nochebuena. Cuando yo tenga 70 años no será raro que los abuelos le rapeen a los nietos y los nietos digan 'ay, rapear, la mierda esa de viejos'.