Lindsey Vonn ha dicho 'basta'. La esquiadora, que anunció su retirada en febrero del año 2019, y premio Princesa de Asturias ha publicado varias fotografías en bikini a lo largo de los últimos días. Imágenes normales en los que luce palmito por escenarios de ensueño.
Sin embargo, las redes sociales son también germen de críticas destructivas o que intentan destruir al personaje, muchas de ellas detrás de cuentas en las que ni siquiera su dueño da la cara. Pues algo así le ha pasado a Vonn con sus fotografías en traje de baño.
Algunos comentarios maliciosos han comentado el cuerpo de la deportista, quien publicó las instantáneas sin filtro alguno y haciendo gala de una naturalidad que muchos otros han aplaudido. "He posteado unas cuantas fotos en bañador últimamente, lo que es más terrorífico de lo que parece", ha escrito Vonn.
"Incluso siendo un atleta recibo comentarios despiadados e historias en los medios que destrozan mi cuerpo, y admito que a veces me duelen. Soy una persona normal y a veces me encorvo, mi estómago se dobla, mi celulitis se nota en mi trasero, o no relleno la parte de arriba de mi traje de baño... Pero, siempre recuerdo cómo mi cuerpo me ha ayudado a lograr cosas asombrosas en mi vida y estoy orgullosa de lo fuerte que soy", ha continuado la medallista olímpica.
"No soy una talla cero y eso está bien para mí. Una cosa que puedo prometeros a todos es que nunca edité mis fotos con Photoshop y estoy orgullosa de no haberme sometido a ninguna cirugía plástica de ningún tipo. Sin Botox, sin rellenos, sin mini cirugías. Literalmente nada. Soy 100% natural y 100% Lindsey", ha sentenciado la esquiadora.
La reflexión de Lindsey acumula más de 300 mil me gusta y decenas de comentarios mostrándole su apoyo a la esquiadora, quien ha hecho un alegato en pro de la naturalidad y de evitar promover estereotipos tan ideales como inalcanzables o irreales.
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