"El embarazo es precisamente una de las razones por las que he decidido no moverme de Estados Unidos. No voy a jugar ningún torneo más y, aunque me duele mucho no poder defender el título en el DP World Tour Championship, creo que es el momento de ser precavido e inteligente". Son las palabras con las que Jon Rahm, el golfista español de moda y el presente y futuro de esta disciplina en el país, anunciaba su parón durante algún tiempo.
Jon Rahm confirmaba que iba a ser padre y que, entre eso y la situación de la Covid-19 que se extiende a lo largo de todo el mundo, había decidido no moverse ni para competir. Ni disputaría el próximo torneo, en el que actualmente figura como ganador, ni se movería de Estados Unidos para nada.
Además, confirmaba que, siguiendo las fechas previstas, el parto podría coincidir con el Masters de Augusta de 2021. Torneo por excelencia. El lugar donde todo golfista quiere competir. Pero no suficiente para apartarse de su familia.
El vasco anunciaba por adelantado que en caso de coincidir se ausentaría del torneo. "Si pilla en mitad del Masters, mala suerte. Porque también tenemos muy claro que queremos que el parto sea completamente natural, no vamos a provocar nada ni elegir una fecha", escribía en el blog de la Federación de Golf. Una decisión poco usual en el deporte de élite y menos en las disciplinas masculinas.
Rahm nunca ha evitado hablar de su familia cuando convenía. Su día a día, como el del embarazo, afecta a su desarrollo en el campo. Fue conseguir el número uno del mundo por unas horas, hecho histórico para España, y recordó los esfuerzos personales que había realizado. "No he podido asistir al funeral de mi abuela", llegó a explicar. "Me ayudó a crecer junto con mis padres. Murió el miércoles del Travelers y este sábado llevaron sus restos a Madrid".
La humildad y sinceridad del que saboreaba el éxito del golf. Pero esto es diferente. Bien por capacidad o por posibilidad económica, Rahm ha lanzado un claro mensaje al deporte actual en los tiempos que corren y marcan un antes y un después entre los hombres profesionales. Pese a que no menciona que sea una baja, su intención de abandonar un torneo es lo más parecido.
El caso del fútbol
La pregunta tras la decisión de Rahm es si en el fútbol masculino, deporte referencia en España y en el mundo, esto sería fácil de ver. Y la respuesta, teniendo en cuenta los antecedentes, es que no. Sería complicado ver a un jugador que aspira a ganar un título afirmar con meses de antelación que, en caso de que coincidan las fechas, se perdería un torneo por este tipo de situación.
Hasta el momento, lo más habitual es que el jugador en cuestión abandone un entrenamiento para acudir al parto y posteriormente regrese con sus compañeros. En algún caso, y en partidos sin mayor relevancia, el jugador que ha sido padre se ha perdido esa cita. De los casos más recientes se recuerda el de Leo Messi, que fue baja ante el Málaga en 2018 al ser padre por tercera vez. El debate, como es evidente, tampoco ha llegado a plantearse al máximo nivel.
Pero, ¿podrían los jugadores cogerse una baja? Sí, pues se le aplica la legislación laboral actual. Forma parte del derecho laboral común, según indican expertas en derecho deportivo. Su norma específica está regulada por la ley 1006 y el artículo 21. Todo lo que no está recogido en esta ley, y siguiendo el artículo 21, se rige según el estatuto de los trabajadores. "Derecho supletorio. En lo no regulado por el presente Real Decreto serán de aplicación el Estatuto de los Trabajadores", especifica dicho apartado.
El gran problema es que esta ley 1985. Más de tres décadas han pasado desde su redacción. Trabajar por una actualización es el siguiente objetivo para analizar situaciones de conciliación.
El femenino y su convenio
El fútbol femenino, en pleno auge, ya tiene regulada esta situación en España. Gracias, en gran parte, al histórico y trabajoso convenio colectivo firmado antes de la pandemia. Después de muchas negociaciones, se acordó abordar el asunto de la baja maternal. Según el acuerdo alcanzado, toda jugadora que se quede embarazada podrá renovar por una temporada con su respectivo club. Fuentes de AFE, sindicato que trabajó en la exitosa negociación, explican que la renovación se produce si la jugadora quiere y "en las mismas circunstancias".
Todo un éxito y que en deportes como el baloncesto, con mayor crecimiento a nivel femenino hace unos años, provocó la aparición de cláusulas anti-embarazos que también hizo acto de presencia en el fútbol femenino.
A nivel internacional, el mayor referente es Alex Morgan. Delantera estrella que fichó recientemente por el Tottenham y que el pasado mes de marzo dio a luz. "Ahora mismo, estoy a disposición de Charlie. A veces solo quiero dormir cuando Charlie está durmiendo, o limpiar la casa, ¡es un desastre! Pero siempre pienso en lo bien que se siente sudar después de un entrenamiento", indicó. Ya había hecho historia.
La FIFA, siguiendo estos pasos y para "ver más mujeres" en el fútbol, anunció que obligará a que durante la baja maternal se seguirán pagando dos tercios del salario firmado por cada club. Además, en ningún caso podrán ser despedidas. Esto solo es el principio.
[Más información - El derecho a ser madre: el protocolo de embarazo, clave en la huelga del fútbol femenino]