Es el sueño de Javier Fernández desde que se retiró con esa medalla de oro en Minsk y ha puesto la primera piedra de su proyecto. La JF Academy ya es una realidad en España, aunque todavía está en su 'fase ambulante'. El patinador que llevó esta modalidad en el país a una nueva frontera con su bronce en los Juegos Olímpicos de PyeongChang ahora quiere ayudar al país a sacar nuevas estrellas de este deporte.
Todo esto ha comenzado en Madrid, donde ha hecho varias sesiones con los jóvenes que se han apuntado en su página web, así como ha estado presente en la puesta en marcha de la pista de hielo de Colón. La idea es llevar a Barcelona este programa a comienzos de 2021, así como llevar a otros puntos de la península esta idea sobre la que estaba trabajando casi desde el momento en el que colgó los patines.
En medio de todo este proceso, ha atendido a EL ESPAÑOL para valorar las expectativas que tanto él como su equipo de trabajo han puesto sobre este proyecto. También explica cómo ha sido el proceso sobre su retirada, en la que sí ha encontrado ayuda a pesar de la dificultad del proceso. Además, repasa el estado de su deporte, al que ahora quiere dar un empujón con esta iniciativa.
La idea es llevar este proyecto por toda España
"Todavía estamos hablando con las Federaciones Autonómicas y las pistas de hielo para ver qué fechas nos dan. Queríamos haber hecho alguna ciudad más que Madrid antes de final de año, pero hasta enero no habrá esa posibilidad".
Imagino que la pandemia ha hecho que tuviera que aplazar este sueño
"Aspectos con los que no estamos muy acostumbrados se han juntado. Se ha aplazado un poco, además de que por horarios es la etapa más difícil del año".
Pero el paso definitivo será cuando pueda asentarse en sus propias instalaciones
"Queremos hacer seminarios por pistas de hielo para patinadores que llevan patinando y que ha sido muy complicado por la pandemia para ayudarles. En un futuro sí que queremos tener una base para la academia donde dar clases para iniciación como para competición".
¿En qué estado está el patinaje artístico español?
"Está en un estado complicado, como todos los deportes. A nivel nacional, falta aprender mucho de un deporte que, a nivel de competición, somos nuevos en este país en comparación con Rusia, Estados Unidos o Japón. Nosotros estamos luchando para que todo avance. El problema siguen siendo las pistas de hielo, porque el nivel sigue siendo muy pobre. Tenemos nivel en colectivo, en individual hay que dar un apretón ya que no hay una persona que pueda optar a las medallas"
"Tener un sitio donde pueda hacer su deporte de alto rendimiento y no tenga que desplazarse, que pueda tener todo lo más cómodo posible para realizar sus entrenamientos, ese es el objetivo. Que haya un gimnasio, una sala de ballet... que no tengan que desplazarse para todo. Los profesores, el material... los patinadores del futuro necesitan esta infraestructura"
¿Es capaz Javier Fernández de sacar esta situación adelante él solo?
"Yo espero que sí. Es fácil hablar cuando todavía no tenemos esa pista de hielo hecha. Hay muchas ideas, mucho trabajo, pero la idea es esa. Tenemos que cambiar a lo que estamos acostumbrados para darle las mejores condiciones a esos patinadores. Se verá reflejado en el nivel"
Comentaba esta semana pasada Gervasio Deferr las dificultades que tiene la retirada para un deportista de un deporte minoritario como el suyo, ¿para usted también fue difícil?
"Creo que en los últimos años ha mejorado mucho. Las instituciones se han tomado más en serio la retirada de los deportistas de élite. Algunos se pueden encontrar perdidos, sin saber que hacer, y he visto más ayudas del CSD y del COE para darles un abanico más grande de oportunidades. Transformar una vida que ha sido plena para el deporte hacia una laboral era una utopía hace tiempo"
"Desde mi perspectiva, aunque yo no he cogido esas opciones que me han dado porque yo iba a tirar para otro lado, en los últimos años ha habido un cambio. Quizá lo puedo ver más porque estoy en Madrid, pero otro que está lejos no lo sepa o no tenga esa oportunidad"
Al nivel al que estaba usted en el momento en el que se produjo esa retirada, era para replantearse seguir...
"Estaba en buen nivel, si no, ni me hubiera puesto ese reto. Lo que queríamos era amplificar los proyectos en mente. Continuar con los espectáculos el mayor tiempo posible, que es un trabajo para mí, y amplificar el plan de la academia era el objetivo. Nos fijamos este año para este plan"
¿No ha vuelto a sentir esa chispa de la competición?
"Entre comillas, si tuviera las ganas de seguir compitiendo, sería volver a los entrenamientos y ponerme en condiciones. Aunque haga mis programas, no es el mismo entrenamiento ni la misma dificultad"
Cuando entrena para sus espectáculos, ¿no se ve a un nivel cercano al de la competición?
"Antes de retirarme tenía ese sentimiento de que el final de la competición se iba acercando. La recuperación de las competiciones era más grande año tras año... Sentía que estaba cerca y cuando me retiré fue una decisión propia. No he tenido esa sensación de querer volver a competir. Es muy duro, no es un trabajo en el que haya pensado que me lo pasaba súper bien en las competiciones ni que necesitase esos nervios en mi vida"
¿Cuánto queda para ver a otro Javier Fernández?
"Queda mucho. Primero tenemos que conseguir esas instalaciones para la academia. Esperamos que sea en año y medio o dos años. Y habrá que esperar unos años más. Empezaremos con la escuela para crear una base de técnica y, con los mejores, que vayan mejorando. Un plazo medio sería cinco o diez años"
Esa paciencia es difícil de pedir en este país...
"La primera persona que tiene que tener paciencia soy yo. Es un deporte complicado, que necesita muchos años de entrenamiento. Esperemos que haya una persona que podamos ayudar y que consiga más de lo que yo conseguí"
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