Enero de 2021 ha dejado ya una de las imágenes que pasará a la historia y que se estudiará dentro de no muchos años como uno de los sucesos más lamentables de la historia de los Estados Unidos. Un grupo de seguidores de Donald Trump asaltó el Capitolio el pasado día 6, violando la seguridad y ocupando varias partes del mítico edificio durante varias horas.
Cuatro muertos, un número mayor de heridos y la vergüenza del país de la libertad reflejada en unos asaltantes cuyas caras se han vuelto de lo más conocidas en todo el planeta. El hombre disfrazado de bisonte (Jake Angeli), con la bandera de EE. UU. pintada en su cara; el exjugador de la NBA y del Barcelona, David Wood; así como también Klete Keller, múltiple medallista olímpico en la categoría de natación.
La imagen de Klete Keller ha sido una de las últimas en descubrirse entre las decenas de personas que asaltaron el Capitolio, pero sus casi dos metros de estatura y su sudadera de la selección de Estados Unidos le han descubierto tras el testimonio de doce testigos. El nadador nunca ha ocultado ser un ferviente defensor de Donald Trump e incluso después de lo sucedido le han cerrado sus cuentas en las diferentes redes sociales.
La pregunta que pueden hacerse muchos es quién es en realidad Klete Keller. Si por algo ha sido mencionado en las últimas horas es por formar parte del equipo de relevos que lideró Michael Phelps y es que durante su tiempo en activo, el de Las Vegas consiguió conquistar dos medallas en los Juegos Olímpicos del 2000 (un bronce y una plata), dos en los de 2004 (un bronce y un oro). La persea dorada la logró en la prueba de 4x200, repitiendo éxito en Pekín 2008.
Keller fue uno de los integrantes del cuarteto integrado por Phelps, Lochte y Vanderkaay, los cuales lograron establecer un nuevo récord mundial en la prueba de relevo de 4x200 en el Mundial de Melbourne en el año 2007. Además, en 2004 estableció la marca de los 400 libres. Aunque si por algo es recordado es por haber aguantado el envite de Ian Thorpe en los Juegos de Atenas, logrando así que EE. UU. comenzase a reinar en la mítica prueba.
Sus éxitos no acaban ahí, en lo que se refiere a los Mundiales, el de Nevada, que tiene en la actualidad 38 años, consiguió colgarse al cuello un total de cuatro oros, una plata y tres bronces entre piscina larga y piscina corta. Sin embargo, su vida no solo está marcada por los logros deportivos, sino también por un camino complicado en lo personal.
Piedras en el camino
La vida de Klete Keller sufrió un revés en 2014. Después de su divorcio, el medallista olímpico se vio solo, sin poder ver a sus hijos, situación que se prolongaría durante cuatro años, y sin trabajo. Entonces decidió cambiar Charlotte por Washington, zona en la que residía su hermana, pero pronto tuvo que irse ya que esta iba a ser madre y no consideraba que lo mejor para todos era que siguiese viviendo allí.
Así volvió a hacer las maletas y comenzó una vida nómada por California y Colorado. Entre vivir en su propio coche y pasar unos meses con su abuela, Keller vio como el tiempo pasaba sin que su situación se llegase a normalizar. "No sabía a dónde ir, porque en realidad no tenía adónde ir, así que viajé para ver a las personas más importantes de mi vida, en busca de consejos y orientación", ha dicho sobre ello el exdeportista.
No fue fácil. Se vio sin dinero al tener que pagar la manutención de sus tres hijos y por ello tuvo que hacer del coche su particular hogar: "Pagaba la manutención de mis hijos y no podía pagar un lugar, así que viví en mi automóvil durante casi un año. Tenía un Ford Fusion en ese momento, por lo que con 6 pies 6 pulgadas, fue un desafío hacer que la habitación durmiera. Pero lo hice funcionar".
Dos Wal-Mart en su área y las áreas de descanso pasaron así a sus lugares de residencia. Pero decidido a asentarse y dar un giro a su vida para asentarse tras este gran bache, empezó a ganar dinero como ayudante de carpintero y dando clases de natación, aprovechando así su estancia en los gimnasios para asearse. Este proceso le llevó a caer en una depresión.
"En cuestión de unos años, pasé de medallista de oro olímpico a esposo, propietario de una casa, un tipo con una serie de trabajos de ventas (seguros de vida, software, dispositivos médicos, productos financieros) y padre de tres hijos, y tuve una experiencia realmente difícil. tiempo aceptando quién era yo sin nadar en mi vida", comentó Klete Keller.
"En la natación, tienes que ser egoísta en gran medida para tener éxito, pero cuando eres esposo y padre, tienes que ser más desinteresado, y yo no lo era. Ahora que miro hacia atrás, no fui un buen esposo. Pero ahora, siento que atravesé la oscuridad y encontré la luz que siempre quise y necesité para ser feliz. Estoy llegando", afirmó un Keller que ahora vuelve a ser noticia por ser uno de los asaltantes del Capitolio.
"Ha sido un viaje difícil, pero definitivamente siento que estoy mejor por lo que pasé y aprendí como resultado. Toda la experiencia me enseñó humildad y gratitud y me dio una nueva perspectiva sobre la natación, el trabajo, la vida, la familia, todo. Fue difícil pasar por eso, pero siempre he sido alguien que ha aprendido más de mis fracasos que de mis éxitos, y esto me enseñó las lecciones de vida más importantes", comentó al tiempo que escribe un libro sobre su vida.
[Más información - Locos por el sexo: los deportistas que perdieron la cabeza por su adicción]