Dustin Poirier es el nombre del día en la UFC. El luchador estadounidense afirmó antes de su combate contra Conor McGregor que tenía claro lo que tenía que hacer para doblegar a su mediático rival y no resultó ser fanfarronería barata, sino que saltó al octógono y lo demostró, a pesar de que el irlandés tuvo el combate controlado por momentos.
Sin embargo, Poirier se alzó con la victoria en la pelea estrella del UFC 257 y además de la forma más inesperada posible, con un nocaut terrible ante el que McGregor se quedó sin respuesta, algo que no había pasado nunca en su trayectoria en la UFC. Las cuatro derrotas que había registrado con anterioridad habían sido por sumisión. La más celebre la que sufrió ante su archienemigo Khabib, la cual desembocó en una enorme pelea en los aledaños del octógono entre los staff de ambos luchadores.
Poirier decidió apartarse de todo el ruido mediático generado por McGregor y centrarse en su pelea, en sobrevivir en sus peores momentos y mantenerse lúcido para aprovecharse de las pocas oportunidades que el concediera un McGregor visiblemente más lento que en sus mejores épocas y que acusó en exceso la inactividad, ya que llevaba sin competir desde comienzos del año 2020 cuando venció a Cerrone.
De esta forma, el luchador apodado 'The Diamond' se vengó de la derrota sufrida en el año 2014, cuando McGregor se encontraba en el cenit de su carrera. El irlandés había pronosticado que su victoria llegaría después del primer minuto o minuto y medio después del inicio del combate, pero nada más lejos de la realidad, la batalla no se desniveló para ningún lado hasta que Poirier vio el camino.
Poirier pasa al ataque
El primer asalto estuvo muy parejo, aunque McGregor se marchó como ganador y lleno de confianza tras conectar un par de manos que dejaron tocado a Poirier. Sin embargo, en el segundo no hubo más historia y Dustin hizo besar la lona a Conor, algo que no había saboreado en sus 27 peleas en la UFC. El que fuera rey de las Artes Marciales Mixtas caía sin discusión y hasta reconocía después del combate que su rival había sido el justo vencedor.
Tras la batalla, y visto el resultado final, McGregor ya ha anunciado que regresa de lleno a la UFC porque no puede retirarse así, llegando a la conclusión de que si quiere pelear y marcharse con una victoria, tiene que volver al octógono con cierta regularidad. En los últimos cuatro años solo había peleado dos veces. Un balance insuficiente.
El combate ante el estadounidense apenas duró algo más de siete minutos, muchos de ellos de gran nivel de McGregor, que sin embargo no consiguió ser letal como acostumbraba y pagó caro haber dejado vivo a Poirier que, cuando pasó a la acción, fue infalible. Una gran combinación de golpes a altísima velocidad dejaron arrinconado a un McGregor que perdió la perspectiva de la situación en el momento más oportuno. Por ello, a mediados del segundo asalto, 'The Diamond' conectó una brutal derecha que puso el punto y final a la contienda y que confirmaba la gran campanada que pocos esperaban. La revancha de 2014 era un hecho. Ahora solo falta por saber si McGregor querrá la revancha y si Poirier consigue su ansiada pelea por el título contra Khabib.
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