Renovarse o morir. Y Mike Tyson, después de mucho trabajo, optó por la primera. El mítico boxeador ha dejado atrás su época oscura de conflictos legales, adicciones que le arruinaban la vida y de constantes deudas económicas que limitaban su futuro después de haber amasado millones de dólares. Tyson vuelve a saber lo que es el éxito a sus 54 años y después de iniciar nuevos caminos tanto deportivos como empresariales. Principalmente porque tiene algo que jamás perderá: su marca personal.
Iron Mike siempre será una estrella. Subirse a un cuadrilátero generará expectación, promocionar un producto siempre generará expectación. Y los más de 14 millones de seguidores que tiene en su cuenta oficial de Instagram, los casi 400.000 en el perfil donde se promociona su pódcast oficial o los 388.000 de su Tyson Ranch así lo confirman. El estadounidense salió a tiempo de los infiernos y logró salvar una imagen muy dañada por numerosos escándalos. Tyson se ha reinsertado y cuenta con el conocimiento suficiente como para no volver a caer en el mismo fango de delitos y desastres financieros.
El boxeador, además, está en pleno auge. Hace prácticamente un año intensificó un proceso de alimentación y entrenamiento con el objetivo de recuperar su mejor forma física. O, al menos, lo que permitiera la edad. El veganismo y el deporte fueron sus bases para perder hasta 45 kilos. Tyson lo logró y se subió de nuevo a un cuadrilátero para realizar una pelea reglada. Sin embargo, sus alegrías no solo han venido del plano deportivo, sino también del económico. Más allá de los vínculos entre ambos, la diversificación que ha iniciado Tyson le ha permitido seguir dando pasos en esta nueva vida. ¡Hasta colabora con César Millán, el encantador de perros más popular de la televisión!
Los últimos datos conocidos acerca de su gran proyecto son altamente positivos. Y, lo más importante, no parece que la pandemia haya pasado demasiada factura a Tyson. El boxeador siempre se ha apoyado en el consumo controlado y terapéutico de cánnabis y decidió crear Tyson Ranch. Su objetivo: construir un imperio de la marihuana donde se estudiaran las diferentes clases, sus funciones y los beneficios para la salud. Todo un parque temático donde los consumidores podrían acudir a realizar el peculiar tratamiento por un precio marcado por el exboxeador.
Por el momento, medios como Cheat Sheet cifran en 500.000 dólares mensuales las ganancias que tiene el Tyson Rancho. De ahí habría que descontar unos 41.000 dólares que se gasta con los invitados vip que se acercan a sus instalaciones y que, de alguna manera u otra, sirven de promoción para el proyecto. Números extraordinarios teniendo en cuenta que el Tyson Rancho tiene apenas tres años de vida y con una pandemia de por medio.
A ese éxito en los negocios habría que sumarle el que ha tenido con el boxeo. Porque Tyson, como el buen vino, parece haber mejorado con el tiempo. Iron Mike ya no mueve los 30 millones que tuvo como tope en un mismo combate. Curiosamente, ante Holyfield en 1977. Sin embargo, años después, y en un combate donde la tensión y dureza estuvo a años luz, el boxeador logró embolsarse 10 millones de dólares -que ya adelantó que iba a donar- en una cita que llegó a recaudar hasta 80 'kilos'.
La jugada fue perfecta a nivel empresarial. Tyson consiguió que la fecha del combate se retrasara unos meses para que coincidiera con Acción de Gracias. Una noche en la que todas las familias, en plenas medidas de restricción por la Covid-19, podían consumir productos televisivos. El PPV se cifró en 50 dólares y los ingresos se dispararon.
Una situación que contrasta con la que vivió hace menos de 20 años. Tyson ya no es el mismo. Por aquel entonces confirmó que estaba en bancarrota y que debía 28 millones de dólares. Los casi 560 'kilos' que amasó en toda su carrera habían desaparecido. Una cantidad que, vistos sus números, podría ganar en tan solo dos duelos sobre el cuadrilátero.
Un próximo duelo
Las sensaciones de Tyson tras su pasado combate de noviembre fueron muy positivas. Tanto que, al poco de finalizar la pelea, ya dejó en el aire repetir nuevamente incluso con el mismo rival. Mike salió contento y con ganas de poder iniciar otro proyecto basado en el boxeo. Una especie de ruta por todo el mundo en la que seguir generando fondos -muchos de ellos serían donados- y en la que veteranos y nombres de referencia se vieran las caras.
"Seguiré haciendo más. Lo haría de nuevo. Estoy feliz por haber terminado ocho rounds", aseguró Mike Tyson tras el combate, que acabó nulo, contra Roy Jones Jr. Además, en una entrevista posterior con Patrick Mouratoglou, subrayó que repetiría experiencia, aunque dejando una advertencia: "Esta vez será mejor".
2021, por lo tanto, será el año perfecto para construir una nueva fuente de ingresos con el boxeo como reclamo. Evander Holyfield, Lennox Lewis y Kevin McBride son algunos de los nombres que se están barajando como posibles rivales. Evidentemente, es el primero el que más interés generaría. Y, salvo sorpresa, se podrían batir récords de ingresos reeditando ese histórico combate. Ya se intentó antes que con Roy Jones Jr, pero finalmente no se resolvió con éxito.
Este año, además, la situación respecto al público en eventos deportivos se espera que vaya a mejor y el evento tendría mucho más margen de trabajo para obtener mejores cifras económicas. Como reconoció Tyson, "ahora todo el mundo está interesado en involucrarse de alguna manera".
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