La Super Bowl es, cada año, uno de los eventos más esperados y seguidos en todo el mundo. La gran resolución de la temporada en la NFL es un espectáculo absoluto que une un gran partido de fútbol americano entre los dos equipos más en forma del curso y un show brutal en el que se mueven cientos de millones de dólares. Además, es seguido por televisión a lo largo y ancho del planeta.
Sin embargo, un evento de estas dimensiones ha tenido que vivir una edición muy especial y extraña en este 2021, ya que se ha celebrado bajo el halo negro de la pandemia de la Covid-19. El pasado curso, en 2020, pudo celebrarse antes del gran estallido, pero este año ha tenido que sufrir este mal pandémico.
Cargada de restricciones, modificaciones y un con show algo descafeinado, la Super Bowl consiguió celebrarse y desarrollarse con una genial victoria de los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady, quien consolidó aún más su hegemónica leyenda con su séptima conquista y un nuevo trofeo de MVP.
A sus 43 años, el rey del fútbol americano no se cansa de ganar y pudo hacerlo ante la atenta mirada del público, aunque fuera en pequeñas dosis. Efectivamente, el evento más esperado del año contó con representación de los aficionados en las gradas, aunque fuera solo en un tercio de la capacidad del Raymond James Stadium. De las 66.000 peronas que entraban en el recinto solo pudieron asistir 22.000. Además, de todos ellos, 7.000 fueron sanitarios invitados como homenaje y tributo a su encomiable labor en la primera línea.
Ahora, unas semanas después de la celebración de este gran evento, se ha demostrado que no ha supuesto un gran foco de contagios y que la expansión del virus no tuvo en la Super Bowl su gran fiesta, algo que sí ocurrió en otros eventos deportivos, especialmente al comienzo de la pandemia. El Atalanta - Valencia de Champions celebrado en Milán fue un gran ejemplo.
Datos muy positivos
Sin embargo, las fuentes oficiales ya han ofrecido los últimos datos de contagios y los resultados son realmente positivos y sorprendentes. Las autoridades de Florida han asegurado que la Super Bowl LV no fue un gran foco de contagios ya que solo se han confirmado 53 casos en las semanas posteriores a la celebración del evento.
El departamento de salud del condado de Hillsborough en Florida ha publicado los datos pertenecientes a estas fechas y de acuerdo con el epidemiólogo jefe Michael Wiese ha asegurado que los resultados que podrían proceder del encuentro son solo un poco más altos de lo normal en comparación con el resto del estado.
Además, los expertos aseguran que ese pequeño pico de contagios observado se debe a las fiestas y reuniones de celebración que se hicieron en casas, bares y restaurantes y no debido a las personas que asistieron al estadio para presenciar la Super Bowl.
"Si bien no hubo muchos casos asociados directamente con la Super Bowl, sabemos que la comunidad celebró y se reunió en respuesta a los eventos, lo que mostró un aumento en la transmisión durante las semanas posteriores", aseguran.
El presidente y director general del comité organizador de la Super Bowl, Rob Higgins, asegura que en el evento intervinieron más de 280.000 personas entre aficionados, trabajadores y personal que participó en algunas de las actividades derivadas, y que solo se ha registrado un caso positivo por cada 4.700 personas.
"Simple y llanamente, nuestro trabajo colectivo era trabajar juntos para mitigar el riesgo, y los resultados compartidos hoy muestran que eso es lo que ocurrió. La Super Bowl no fue una superdifusión". Estas palabras de Rob Higgins tienen que ser interpretadas también bajo la opción de que algunas personas que asistieron y participaron en el evento, o no se han sometido a pruebas para conocer sus positivos, o simplemente no se han revelado sus resultados. En cualquier caso, sí parece que la Super Bowl más extraña de la historia fue un éxito que no agravó la pandemia.
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