Abanca Ademar, conocido tradicionalmente como el Ademar León, se encuentra en estos momentos atravesando una situación bastante crítica. El equipo español de balonmano es un náufrago en el océano, intentando nadar para no ahogarse, pero sin nada a lo que agarrarse para intentar sobrevivir. El club ha sido golpeado con dureza por la Covid-19 y se encuentra en una situación desesperada y con su futuro en juego.
Ese océano que le amenaza son los cinco positivos que ha registrado en las últimas horas en su plantilla y que han obligado, además, a poner en cuarentena a toda su plantilla y a parar de inmediato todas sus actividades. Ahora mismo no puede entrenar, viajar o jugar partidos, eso que es su vida y su esencia, especialmente si son de la trascendencia que tienen los programados para esta misma semana.
La situación en la que se encuentra el conjunto español es realmente complicada porque esa cuarentena que ha detenido a todo la plantilla está a punto de ocasionar trastornos en su calendario que pueden ser fatales para el devenir del equipo esta temporada y un futuro no muy lejano. Ese océano que amenaza con tragarse al conjunto leonés, además, está siendo agravado por la incomprensión de algunas instituciones deportivas que han dado la espalda al actual subcampeón de la Copa del Rey en su peor momento.
Las autoridades sanitarias han obligado a toda la plantilla, como contacto directo de los positivos detectados, a hacer cuarentena obligatoria y confinamiento domiciliario hasta el próximo 29 de marzo, una fecha que pone en serio riesgo el futuro del equipo en Europa. En estos momentos, Abanca se encuentra en manos de la EHF, la Federación Europea de Balonmano, y de las autoridades sanitarias, para intentar salir de este atolladero deportivo-sanitario en el que se encuentra y que amenaza con llevarles a la quiebra.
Decisión de la EHF
La situación en estos momentos es realmente grave para el conjunto leonés que se encuentra en 'arresto' domiciliario hasta el próximo 29 de marzo, tal y como indica el protocolo sanitario nacional. Sin embargo, este martes 23, Ademar tenía un importante partido de la Liga Europea de balonmano, una competición de gran importancia para el conjunto de Manolo Cadenas y que, lógicamente, no están en disposición de afrontar.
De esta forma, y para informar debidamente de su situación, desde la directiva del Abanca Ademar informaron rápidamente a la EHF de su situación sanitaria para poder tomar una decisión acerca de este partido. El encuentro que se debía disputar este martes era el compromiso de ida de los octavos de final de la competición europea, un duelo de máxima importancia para ambos conjuntos.
Por ello, desde el Ademar instaban a la EHF a buscar una solución para este conflicto, la cual ha sido encontrada en unos términos que han provocado que los leoneses queden contra las cuerdas. La decisión final de la EHF ha sido la de conceder el aplazamiento del encuentro del día 23 correspondiente al choque de ida, sin embargo, no podrá ser jugado más allá del 30, fecha en la que está fijada el encuentro de vuelta.
El partido, en caso de jugarse, tendrá que ser en casa del IFK Kristianstad, el rival sueco al que se mide el cuadro español. Sin embargo, en cuanto el Abanca ha conocido esta fecha y esta decisión que parece ser inamovible, ha caído en la cuenta de que es físicamente imposible poder concretar una fecha para el partido de vuelta si van a permanecer en sus casas sin poder salir hasta el próximo día 29 de marzo. Una encrucijada que parece no tener salida.
Buscando soluciones
A pesar de que el asunto está realmente complicado para el equipo leonés, no se rinden y siguen valorando diferentes opciones para seguir cumpliendo su sueño de permanecer vivos en la competición continental, al menos hasta que haya un rival que sea mejor que ellos y les elimine por méritos deportivos. La realidad en estos momentos es que en Abanca Ademar se encuentran bastante solos porque no les han dado tiempo suficiente para poder encontrarle un hueco a ese partido de ida.
La única solución que han encontrado hasta el momento es obtener la ansiada libertad y el fin de su cuarentena el 29 de marzo y viajar ese mismo día hacia Suecia para disputar el choque de ida y, al día siguiente, el de vuelta. Esto es algo que la EHF contempla y que permite por reglamento, siempre y cuando, ambos equipos lleguen a un acuerdo de poder disputar dos partidos en días seguidos. De igual forma, sería necesario un pacto para introducir un día de descanso entre ambos compromisos.
Sin embargo, no es algo que sea factible en estos momentos ya que los jugadores finalizan su periodo de aislamiento el día 29 y no tendrían permitido salir y viajar hasta el 30 de marzo. Además, esta situación también terminará produciendo un agravio contra el conjunto sueco del IFK Kristianstad que por culpa de la mala suerte del Ademar tendrá que afrontar su eliminatoria sin descanso. Es por ello precisamente por lo que EHF se ha lavado las manos y no ha buscado una solución más realista y efectiva, por considerar la competición adulterada.
Papel de las autoridades
Al final, la única realidad demostrable en vista de lo sucedido es que el principal perjudicado está siendo el Abanca Ademar, equipo que ha registrado positivos dentro de su plantilla, es decir, que tiene a jugadores enfermos en estos momentos con un virus que tiene atemorizado al mundo y que aún así tienen que estar preocupados por saber si tendrán que jugar dos partidos en menos de 24 horas. Eso en el mejor de los casos.
Si el cuadro leonés puede finalmente viajar tendrá que jugarse su futuro en Europa con un déficit físico importante y con una falta de entrenamientos de varios días, sin contar las posibles secuelas o síntomas residuales que les queden a los jugadores que hayan dado negativo. De momento, el Abanca Ademar ha facilitado toda la documentación del caso a las autoridades sanitarias para que estas estudien la situación y puedan determinar si esa cuarentena se termina reduciendo en algún día, una vía que facilitaría la resolución del problema.
Será la Consejería de Sanidad de Castilla y León quien deba tomar decisiones semejantes al respecto y la cual podría pronunciarse en las próximas horas para arrojar más luz al drama que está viviendo el Ademar León, tanto deportivo como personal. La EHF, por su parte, también exige sus propias medidas de seguridad sanitaria, las cuales podrían chocar incluso con la decisión que tomen las autoridades españolas, creándose un tremendo conflicto político-sanitario-deportivo que deje al Ademar como principal perjudicado en una guerra provocada por la Covid-19 y por una decisión que debería revisarse.
De momento, el equipo de Manolo Cadenas va a pasar diferentes pruebas en los próximos días para que puedan ser presentadas ante la EHF con la antelación necesaria que dictaminan las normas de la federación europea. En las últimas horas ha surgido una posibilidad a la que Ademar se aferra con uñas y dientes, ya que pasaría por ser su único tren hacia la supervivencia y hacia unos hipotéticos cuartos de final.
Esa opción sería convencer a la EHF de resolver la eliminatoria a partido único, el cual podría jugarse ese 30 de abril en territorio sueco. Esta posibilidad no solo debe contar con la aprobación de la EHF, la más complicada de conseguir, sino también con la del IFK Kristianstad, quien podría verse también perjudicado por un asunto que, al final, ha sido ajeno a su situación. Sin embargo, es la única opción que ven factible en León, donde en estos momentos se ven más fuera que dentro de Europa por culpa de la Covid-19 y de la incomprensión de la EHF y de un reglamento que ni piensa en el deportista ni en la persona.
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