Alicante

La caída del estado de alarma y la apertura de los límites perimetrales de las comunidades autónomas, en plena primavera, suponen una bocanada de oxígeno para el turismo de la provincia de Alicante. La relajación de las restricciones sanitarias también debe aliviar, en teoría, al turismo deportivo, bandera de la marca Costa Blanca en los últimos años con sus multitudinarios eventos populares, claves para desestacionalizar el sector, como triatlones, maratones o competiciones acuáticas.

Sin embargo, los organizadores de estos eventos aún se mueven en un mar de dudas. Por un lado desean recuperar la actividad lo antes posible, pero también son conscientes de que cualquier precipitación, traducida en un posible foco de contagio, puede ser fatal para sus intereses. Algunos organizadores de eventos han optado por un plan de contingencia extremo, creando una auténtica burbuja para los competidores, mientras que otros han optado por esperar a que el temporal amaine para regresar como si nada hubiera pasado.

Uno de los empresarios más golpeado por la crisis ha sido el alicantino Fermín Egido, director de White, empresa organizadora de eventos internacionales como la Costa Blanca Bike Race (CBBR), prueba incluida en el calendario de la Unión Ciclista Internacional (UCI) o el circuito de natación Oceanman, que reúnen a miles de participantes en cuatro continentes. Egido cerró toda actividad tras la llegada de la pandemia, si bien no dejó de hacer planes pensando “en el día después de que se acabara”.

Salida de una prueba de natación en Alicante.

El alicantino dibuja dos escenarios bien diferenciados. Por una parte, asegura que hay una enorme masa de población que comenzó a hacer deporte durante el confinamiento “como vía de escape” y que ahora, una vez se recupere la normalidad, “tiene ganas de comprobar su nivel en competiciones populares”. “El deporte ya se ha instalado en la cultura de la gente. En las tiendas especializadas se agotaron todos los artículos”, añade.

Para este segmento de población, cuya aspiración es competir en una prueba popular acompañado de su familia y aprovechar para hacer turismo durante un fin de semana, todo volverá a la normalidad, según Egido, cuando se alcance la inmunidad de rebaño. “No creo que dentro de medio año, cuando todo esto haya pasado, a la gente le dé miedo disputar un triatlón con mil personas más. Tendemos a borrar lo malo y a recuperar lo bueno”, pronostica, si bien asume que, posiblemente, algunas normas de seguridad sanitaria se quedarán durante algún tiempo.

A remolque

Otro caso diferente es el de las grandes pruebas deportivas internacionales, en las que España, según teme Egido, ha perdido la iniciativa durante la pandemia.  “Vamos a arrancar con desventaja porque hay países, como Grecia, Croacia y Turquía, turísticamente muy potentes, que están poniendo todo tipo de facilidades a los organizadores y donde la pandemia está prácticamente derrotada”, señala.

El alicantino avisa de que en Europa “la gente va a salir en masa a viajar y hacer deporte”. “La imagen de España, con tantos datos negativos, contradictorios y restricciones confusas, no ha sido tan buena como la de otros países que, además, se han dado cuenta de la oportunidad que se les viene, por lo que están facilitando este tipo de competiciones”, explica.

Y en este momento aparece, además, la burocracia. Para Fermín Egido es “más sencillo” organizar una prueba en Egipto, Grecia o Croacia que en España. “Allí, si te apoyan, te apoyan y te lo facilitan todo. No hay tantas trabas como aquí, donde además de pelear con ayuntamientos, diputaciones y consellerias hay que pasar por Costas y otros organismos”, reflexiona el empresario, quien denuncia que la administración “invierte poco” en organizar eventos que aseguran una bolsa de miles de turistas.

“Hablo con empresarios de otros países y sé que hay otros destinos que se están preparando para salir fuertes. Turquía ultima un paquete brutal de deporte y turismo. La gente tiene ganas de salir y va a acudir al destino en el que más se le faciliten las cosas”, reitera. Sin embargo, Egido sigue empeñado en traer a su tierra eventos que “ayudan al sector turístico”, como la CBBR o las travesías a nado de Oceanman, aunque las aplaza a “octubre o noviembre, cuando tengamos inmunidad de rebaño”.

“A los empresarios nos gustaría sentir un poco más de ayuda. Nos jugamos nuestro dinero, la reputación y la integridad”, insiste Egido, quien lamenta que la provincia de Alicante siga sin rentabilizar al máximo el enorme potencial turístico que tiene como destino deportivo de máximo nivel.

Catorce equipos de ciclismo profesional han realizado la pretemporada en Alicante. Es una barbaridad, pero no hemos sabido venderlo. Hemos tenido entrenando por las carreteras de Calpe, Busot o Altea, junto a los aficionados, a campeones del Mundo o de grandes vueltas. Son gente que tiene millones de seguidores, pero no se ha aprovechado para darle publicidad a esta zona”, lamenta.

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