Policarpo Díaz Arévalo, más conocido como Poli Díaz o como 'el potro de Vallekas', con 'k', como a él le gusta decir, nació el 21 de noviembre de 1967. Descubrió desde muy pequeño el boxeo, a los 14 años, y no tardó mucho en darse cuenta de que tenía un don especial para eso de dar y recibir golpes, algo que lleva haciendo toda su vida.
Ese talento innato que Dios le regaló para ser uno de los mejores sobre el ring terminó siendo también su mayor condena, ya que fue su montaña hacia el éxito y las adicciones. Como todas las montañas, tuvo su fase de ascenso meteórico, el que se ganó con sus victorias sobre el cuadrilátero, pero también su descenso hacia los infiernos, el que obtuvo con sus escándalos y con sus vicios después de muchos años de malas conductas. Ahora, cuando todo eso parecía olvidado, ha vuelto a resucitar sus fantasmas y pasa sus horas más difíciles en prisión.
Dos pasos por prisión
'Poli' Díaz ha tenido unas últimas semanas bastante movidas en lo que a su estado se refiere, ya que en el último mes y medio ha pasado dos veces por prisión, donde todavía a estas horas permanece hasta que salga, probablemente, este viernes si todo avanza como está planeado. Sin embargo, puede que no sea la última vez que pasa por la cárcel, ya que está previsto que se abra una importante investigación contra él además de un juicio que ya tiene pendiente.
El primero de estos pasos por prisión se produjo a principios del mes de mayo cuando 'Poli' fue a renovar su DNI a una comisaría de Las Palmas. En ese momento, fue puesto a disposición judicial por la Policía Nacional y por el juez de Instrucción del juzgado número 7, decretándose para él prisión provisional tras tener una orden de busca y captura por un juicio del año 2014 con en el juzgado Penal número 30 de Madrid al que no se presentó.
Allí estuvo un mes en prisión hasta que dicho juzgado le dejó en libertad, hecho que se produjo hace tan solo 13 días. Sin embargo, no ha disfrutado mucho de su libertad ya que ahora ha vuelto a ser encarcelado tras un escándalo de presuntos maltratos contra su actual pareja. La policía acudió al domicilio del boxeador madrileño tras recibir varias llamadas de sus vecinos alertando de que habían escuchado golpes y una fuerte discusión esa misma mañana.
De esta forma, los agentes terminaron llevándoselo de su residencia cuando este tenía la intención de marcharse, aunque sin poner resistencia. Una mañana que fue de lo más movida y que ha supuesto el último escándalo de una larga lista en la vida de 'Poli' Díaz y que ha terminado con su pareja incluso desnuda en la calle y quejándose de haber sido asfixiada por el mítico boxeador que ha vuelto a tener una recaída a sus infiernos más oscuros. Se esperaba que pudiera haber salido de la cárcel este jueves, pero tendrá que permanecer durante unas horas más al haberse negado a prestar declaración, algo que sí hicieron la víctima y varios testigos.
Una vida de problemas
La vida de 'Poli' Díaz nunca fue nada fácil, aunque no es excusa para la colección de episodios negros que ha tenido durante las últimas décadas. Nació en el barrio de Palomeras, en Puente de Vallecas, aunque su familia se trasladó al País Vasco durante dos años cuando todavía era un niño. Sin embargo, no tardaron en regresar a Madrid. Allí pasó la mayor parte de su infancia, una etapa muy dura para él debido a la gran precariedad de su numerosa familia dentro de un entorno de delincuencia.
Este ambiente difícil fue curtiendo un carácter problemático e irascible en un 'Poli' que encontró su vía de escape en el boxeo, deporte en el que se inició a los 14 años tras haber dejado los estudios y haber entrado en el mundo laboral, lo que también contribuyó a agriar su personalidad.
Estos episodios terminaron desembocando en una enorme pelea con la justicia que le ha llevado a pasar varias veces por prisión incluso antes de sus dos últimos escándalos casi consecutivos. Su primer paso por la cárcel llegó en 1992 por conducción temeraria. Además, la policía le acusó de agresión a un agente, algo que él siempre negó rotundamente. Fue su primera gran caída, esta todavía como boxeador profesional.
Su segundo paso por la cárcel fue en el año 2003, en unas circunstancias también bastante extrañas. 'Poli' Díaz se encontraba caminando por su barrio cuando observó un ataque de un ladrón a un anciano. En ese momento, decidió intervenir y salir en defensa del agredido, sin embargo, se excedió en sus actos, ya que intentó golpear al ladrón en varias ocasiones con un pico que encontró en una obra cercana al lugar de los hechos. Debido a este suceso, 'Poli' fue denunciado y al no poder pagar la fianza fue condenado a cuatro meses de arresto durante los fines de semana en un Centro de Inserción Social.
En el año 2014 vivió el que hasta ahora había sido su último paso por prisión tras agredir a unos agentes de policía cuando intervenían en una operación de robo de vehículos. Sin embargo, estos no han sido sus únicos escándalos, ya que dos años antes, en 2012, sufrió un asalto por parte de una banda en el que recibió dos puñaladas tras haber sido víctima de amenazas, fruto todo de sus oscuros trapicheos en una de las etapas más turbias de su vida.
'Poli' Díaz, tras haberlo tenido todo, decidió malgastar sus ganancias en el mundo del boxeo con vicios y adicciones, cayendo primero en las redes de la cocaína y después dando el paso a la heroína. Sus malas artes y sus problemas con las drogas le hicieron caer en la más absoluta pobreza. No fue hasta su retirada profesional completa cuando intentó dejar ese mundo de forma definitiva, cambiando varias veces de residencia y acudiendo a varios programas del Centro de Ayuda a Drogodependientes donde recibía tratamientos con metadona. Entró incluso en programas de reinserción laboral para trabajar en la construcción y como jardinero.
Un regreso frustrado
La vida del 'Poli' Díaz parecía haber dado un cambio definitivo durante los últimos meses, alejado de todos estos escándalos e intentando reconducir su vida por un cauce mucho más ajustado a la legalidad y lejos de las drogas. Sin embargo, este propósito parece haberle durado bastante poco tal y como demuestran sus últimos escándalos.
'Poli', junto a su último agente Antonio Ricobaldi, CEO de Unlimited Global Challengers, soñaba con regresar en una exhibición que tenían preparada para el próximo mes de noviembre contra un boxeador americano cuyo nombre no había sido todavía revelado para darle más emoción y misterio al evento.
Se trataba de un regreso similar al realizado por Mike Tyson a sus 53 años y después de más de 20 años retirado de manera oficial del mundo del boxeo. Una exhibición para la que en teoría se estaba preparando física y mentalmente con la intención de bajar de peso y afinar para dar espectáculo a sus aficionados a los que pretendían reunir en torno a la velada con unos precios "populares".
Sin embargo, tras este último escándalo, la celebración de dicha exhibición parece que nunca llegará a celebrarse, algo que no se había producido con su detención de principios del mes de mayo, sus agentes y promotores han quedado profundamente decepcionados y molestos con sus actos y comportamientos, debido a todo el potencial económico y al tiempo que han invertido en un personaje que ahora ha vuelto a su mala vida, esa de la que intentaron sacarle. De esta forma, el famoso combate contra ese púgil americano y que iba a suponer el regreso de 'Poli' Díaz parece aplazado de manera definitiva.
Aquellos años maravillosos
Las últimas dos décadas en la vida de 'Poli' Díaz han sido un infierno y una caída constante con problemas con la justicia, detenciones, agresiones y escándalos varios, todos derivados de sus adicciones a las drogas y de sus problemas económicos. Nunca supo gestionar su fama ni su riqueza y su carácter polémico y fanfarrón que un día le convirtió en un icono mediático ahora ha terminado siendo la tumba de sus esperanzas de volver a una vida normal.
Sin embargo, y aunque ya no lo parezca, hubo una época en la que 'Poli' Díaz era un ídolo, un deportista seguido por las masas y lleno de éxitos sobre el ring que le hicieron ser una referencia en toda Europa. Fueron aquellos años maravillosos en los que el boxeo se puso de moda en España hasta ser una de las disciplinas más seguidas, y todo gracias a personajes como 'el potro de Vallecas'.
'Poli' comenzó en un club de boxeo de su Vallecas natal donde aprendió siguiendo los pasos de Alfredo Evangelista y Ricardo Sánchez Atocha. En sus inicios, alternaba sus combates y entrenos con sus trabajos como albañil hasta que decidió dar el salto definitivo al profesionalismo. Su éxito fue casi inmediato, tanto es así que incluso estuvo cerca de ir a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, pero sus diferencias con la Federación Española de Boxeo le apartaron de su cita. Una vez más, marcado por su carácter.
Tan solo un año después se abrochó su primer cinturón como campeón de España, en 1985, y desde ese momento no paró de ganar. Después le siguieron otros seis títulos de campeón de España y otros 8 títulos de campeón europeo, varios años de imbatibilidad en diferentes rangos y un récord de 44 victorias, 28 de ellas por KO, y tan solo 3 derrotas.
Su caída deportiva más emblemática se produjo en su primera y única pelea por un cinturón intercontinental, el 27 de julio de 1991 contra el campeón estadounidense Pernell Whitaker por el título mundial de los pesos ligeros en WBC, WBA e IBF. El Scope Arena de Virginia fue testigo de una velada histórica para el boxeo español.
A pesar de que dio la cara y de que la decisión de dar como vencedor a Whitaker a los puntos fue muy polémica, 'Poli' no llegó en sus mejores condiciones al combate después de una complicada adaptación a Estados Unidos, muy pocos días de entrenamiento y la necesidad de bajar varios kilos para poder entrar en los límites impuestos en el combate, lo que le llevó incluso a dejar de comer.
Esa fue su primera derrota como profesional, la más dura y tras la que llegó su ruptura con el empresario Enrique Sarasola Lerchundi, quien le abrió las puertas de las batallas internacionales. A partir de ahí, la carrera del 'potro de Vallecas' quedó estancada para siempre. Permaneció dos años sin combatir, solo entrenado de forma ocasional, y cayendo en los vicios y las fiesta, dejando de lado su valor deportivo para comenzar la mala vida que aún hoy le atormenta.