Nadie (o casi nadie) se apunta a una aventura en coche sin su preciado GPS y, al igual que en tierra, en el mar ocurre lo mismo. Es por eso por lo que la travesía Stella Oceani es única en el mundo, ya que apuesta por la navegación tradicional: echarse al agua sin ninguna referencia a tierra, solo con los astros y el sextante. Este 2021, del 2 al 9 de octubre, celebra su cuarta edición.
Paula Gonzalvo (Castellón, 1988) es capitana y la directora de la travesía. Hasta finales de 2014 nunca había navegado, pero entonces embarcó en un largo viaje que comenzó cruzando el océano Atlántico hasta llegar a América. Desde ese momento, se propuso aprender a navegar y con el tiempo nació la Stella Oceani, una travesía de más de 500 millas de una flota que navega con el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas.
"La prueba es una competición de precisión. Es decir, comparamos nuestra posición real con GPS, con una aplicación móvil que hemos desarrollado para esta travesía -ellos nunca ven esa posición-, con la posición en la que nosotros creemos que estamos", explica la directora de la travesía a EL ESPAÑOL.
Participa una flota de un máximo de 30 veleros que dejan de lado el GPS para incentivar el uso de métodos tradicionales de navegación, aunque la idea nació de "una necesidad personal": "Embarcaba en muchos veleros diferentes para aprender a navegar, y cuando quise hacerlo en un velero que usara el sextante todo el mundo me dijo que ya no era posible, que todo el mundo navegaba con GPS", cuenta Paula, quien también lleva un canal de YouTube (Allende los Mares) en el que da consejos y habla de sus aventuras.
Para los que no estén familiarizados con la náutica, un sextante es un instrumento que sirve para medir la separación angular entre dos objetos, como un astro, que puede ser el Sol, y el horizonte. Al saber la elevación del Sol, por ejemplo, y la hora del día se puede determinar la latitud a la que se encuentra el observador gracias a unos sencillos cálculos matemáticos realizados a partir de las lecturas obtenidas. Y como Paula, otros veleros también querían probarlo.
En la travesía no se hace uso del GPS y los participantes se tienen que posicionar en la carta náutica, que es el mapa, sin los instrumentos que ahora mismo se usan. "Igual que en tierra se utiliza el Google Maps, en el mar también existe una aplicación parecida", explica Paula. Con los astros, ya sea el Sol, la Luna, las estrellas o los planetas, y también teniendo en cuenta los faros y los accidentes geográficos que se van encontrando, se van posicionando en carta.
Y ¿cómo se calcula el ganador?, se preguntará más de uno. Existe un sistema de puntos. El que está más cerca de la posición GPS consigue diez puntos y así hasta llegar a uno. Y cuando llegan al puerto destino se contabilizan los puntos de cada velero y de ahí sale el ganador. Lo curioso es que este no tiene por qué ser el velero más rápido.
En tiempos de pandemia
El recorrido original consistía en partir desde Cádiz y embarcarse en una travesía por el Atlántico hasta llegar a Canarias, siendo un gran desafío puesto que no se veía tierra durante seis días más o menos. La pandemia, sin embargo, obligó a dar un vuelco al proyecto y al itinerario, pasándose al Mediterráneo con salida y destino en un mismo puerto, en Barcelona, y rodeando las Baleares.
"Damos la vuelta a Baleares siempre dejando las islas por estribor, por la derecha. Vamos a Menorca, Mallorca, Formentera e Ibiza y en Ibiza hacemos una parada con intención entre social y de resguardo. En el Mediterráneo nunca se sabe qué meteorología vas a tener y como es casi una semana, en caso de tener tormenta, podemos usar este puerto como refugio", detalla Paula. El año pasado ya se usó esa parada.
La pandemia no frenó a la travesía: "Fuimos de los primeros eventos de mar que se organizaron en época Covid. El fin de semana que lo estábamos organizando empezaron a cerrar todas las comunidades. Desde el punto de vista de la organización no fue nada fácil, pero recibimos un apoyo muy fuerte por parte de los participantes. Nos hicimos pruebas, tuvimos un protocolo muy fuerte y la gente, además, confió mucho en la organización. Gracias a esto pudimos realizar la travesía", explica. Casi el 90% de los que participaron el año pasado repetirá esta edición.
Sitio para todos
La organización ya está inmersa en la edición 2021, que tendrá lugar dentro de tres meses. Todo el que quiera apuntarse puede participar: "Ha habido desde marinos mercantes que han estado toda su vida navegando con sextante hasta que llegó el GPS hasta personas que se inician y quieren entender cómo funcionaba la navegación tradicional y se atreven a retarse a sí mismos", señala la directora de la travesía.
Y es que este evento también tiene algo diferente a los demás: hay una bolsa de tripulantes, gratuita, para que aquellos que quieren probar se puedan inscribir en la web. Los veleros que necesitan completar tripulación contactan con estas personas. "De hecho, se han formado muchos barcos así", apunta Paula. "En cada velero, formado por un grupo de entre cuatro y ocho personas, hay una mezcla de experiencias a bordo". Las tripulaciones ya se preparan para vivir en otoño más aventuras.
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