La noche de la UFC 264 iba a ser protagonizada por el combate entre McGregor y Poirier. Todas las miradas apuntaban a los dos luchadores, que habían previsto una pelea para el recuerdo. Sin embargo, más allá de los nombres habituales, también hubo quien intentó colarse entre los mejores. Y ahí se encuentra Ilia Topuria, un luchador con acento español que sueña con estar entre los grandes de la UFC.

Topuria se enfrentaba a Ryan Hall con el objetivo de tumbarle en el primer round y con un nocaut. Si no lo lograba, había apuntado en la previa, buscaría alguna otra alternativa. Pero no le hizo falta, pues sus mejores previsiones se acabaron cumpliendo. Cuando mejor parecía estar Hall, Topuria le tiró y comenzó con su combo de golpes hasta dejarle fuera de combate. Un despliegue de velocidad con el que Ilia quiso dejar constancia de sus aspiraciones.

La secuencia se produjo a apenas 30 segundos del final del primer round. Hall intentó soltar una patada, pero Topuria se defendió a la perfección y, gracias a esa anticipación, logró darle la vuelta al combate. Una vez en el suelo, Hall no tuvo nada que hacer y dejó vía libre hacia su tercera victoria al luchador español.

Topuria, cuyo nombre puede ir sonando cada vez más en la UFC, nació en Alemania. Sin embargo, mantiene un gran vínculo con una España en la que vive desde los 15 años. Su origen, georgiano, hace que siempre le acompañe la bandera rojigualda y la de dicho país. Su casa, como ha confesado en muchas ocasiones, está en España. Y, por ello, no tiene reparos a la hora de representarla con la bandera siempre que se sube al octógono.

McGregor, sin combate

El irlandés, que preveía ganar un combate para el recuerdo, fue eliminado por K.O tras una grave lesión. The Notorius, acorralado en los últimos segundos del primer round, realizó un mal movimiento y acabó cayendo al suelo. Poirier aprovechó la oportunidad para golpearle y, con el sonido de la campana, se comprobó que lo de McGregor era mucho más que un simple puñetazo que le tiró a la lona.

El luchador se había fracturado la pierna izquierda. Entre gritos de dolor y la asistencia de su equipo médico, McGregor tuvo que retirarse de las instalaciones en camilla y con una lesión que le apartará del octógono durante algunas semanas. Poirier, por lo tanto, acabó llevándose un combate que duró menos de lo esperado.

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