Cuando todo el mundo del deporte ya mira a los Juegos Olímpicos, sobre todo el del atletismo, el campeonato de Europa sub23 ha servido para que España haya confirmado el gran trabajo que se está haciendo con una nueva hornada que promete darle un vuelco al país en cuanto a sus opciones de medalla. Una nueva generación que da motivos suficientes para pensar que una edad de oro está muy cerca de consolidarse para los próximos años.

La expedición que se fue a Tallin para afrontar este campeonato ha regresado a España con 15 medallas colgadas del cuello, siendo la segunda selección que más metales ha cosechado quedándose solo a dos de Francia, pero quedando por encima que el país vecino en el medallero por tener más platas. Aunque Alemania e Italia consiguieron seis oros cada una y copan el medallero, la actuación de los atletas nacionales es un gran motivo de orgullo para el país.

El atletismo nacional, que no va con grandes expectativas a Tokio 2020, encuentra en esta nueva generación un motivo para creer en que las tornas van a cambiar en un futuro más cercano que lejano. Los tres campeonatos y las otras 12 medallas se conjugan también con algún cuarto puesto que no se convirtió en metal por centésimas, como el de Águeda Muñoz en el 1.500. Tampoco hay que olvidar el quinto puesto de Bruno Comín en el decatlón después de superar seis plusmarcas.

Además, algunas de las jóvenes primeras lanzas que ya estarán en estos Juegos Olímpicos ilusionan con un porvenir más que prometedor. Estos 15 medallistas albergan las esperanzas junto a las realidades que ya son María Vicente, Ana Peleteiro, Adrián Ben, Mo Katir, Diego García Carrera, Marc Tur o María Pérez. Estos nombres estarán en Tokio, además de algunos de los que consiguieron algún éxito este último fin de semana.

Los nombres propios

Fueron tres los oros que mordieron los atletas españoles, con tres nombres propios. Asier Martínez quiere dar continuidad al buen hacer con los 110 metros vallas que Orlando Ortega abrió en Río de Janeiro. Ambos estarán en Tokio y el de Zizur Mayor se exhibió este fin de semana en la prueba de Tallin. A sus 21 años, el navarro ya es toda una realidad en el mundo del atletismo. Además, el relevo en esta prueba está asegurado después de que el valenciano Enrique Llopis le acompañase en el podio para colgarse el bronce.

Eduardo Menacho demostró que las largas distancias siguen teniendo a españoles como grandes protagonistas con su oro en el 10.000. En su caso no estará en Tokio, pero este fin de semana se mostró como lo que es, el más fuerte entrando en meta  con nueve segundos de diferencia con el atleta que fue segundo. Este año está siendo de ensueño para este aragonés de 22 años que también se proclamó campeón de España sub23 de cross. No hay que dejar de resaltar entre las pruebas de fondo la plata en el 5.000 de Aarón de las Heras.

Por último, José Manuel Pérez se suma a la larga lista de los grandes marchadores del país con su triunfo en la prueba de 20 kilómetros marcha. Con Miguel Ángel López, que ganó esta misma prueba en 2009, o Diego García Carrera, que hizo lo mismo en 2017, como referentes, el granadino es la siguiente escala de la evolución de esta modalidad en España. En categoría femenina no se queda atrás la nación con el bronce que consiguió Antía Chamosa.

A seguir

La velocidad española está viviendo un gran momento de forma y los chicos del 200 lo demostraron con el doblete de plata y bronce de Jesús Gómez y Pol Retamal. Arnau Monné también se lució en la prueba estrella del 100, donde consiguió un valioso bronce. Fueron las pruebas de relevos las que pusieron la guinda a la actuación de España después de que tanto las mujeres como los hombres del 4x100 se llevaran sendas platas. En el equipo femenino estaba Jael Bestué, que estará en Tokio.

Sara Gallego rompió con todas las fronteras conocidas en el 400 metros vallas y consiguió el mejor registro de España de todos los tiempos. La estudiante de ADE acabó con el segundo récord más antiguo que seguía vigente, el de la canaria Cristina Pérez que lo registró hace 33 años, además de conseguir la plata en el campeonato. Digno de resaltar también el mismo metal que consiguió Mario García Romo en el 1.500. El de Villar de Gallimazo se había quedado hace unos días muy cerca de la marca que le habría dado acceso a Tokio.

Además, el lanzamiento de disco ha encontrado en Yasiel Sotero un futuro bastante prometedor tras su medalla de bronce en Tallin. No estará en Tokio, pero se espera su presencia en París 2024 donde se espera que llegue mucho más fogueado en una disciplina que no tendrá representación en Japón. Sí que la tendrá el heptatlón que, a pesar de la juventud de María Vicente, ha encontrado su línea continuista con Claudia Conte. La castellonense mejoró sus registros previos para colgarse la plata.

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