Imagínese que su identidad real solo la conocen seis personas, pero en redes sociales le ven millones. Imagínese que se viste con un disfraz y su cara está siempre oculta. Imagínese que cada vez que sale a la calle lo hace con una misión. Parece la introducción de un superhéroe, pero es también la vida que lleva desde hace unos meses un español al que en la comunidad del ajedrez le conocen de sobra: Rey Enigma.
Para tener una doble vida o llevar una vida paralela en secreto hay que tener claro lo que se quiere. Eso hizo Rey Enigma cuando se puso la máscara (o el traje en su caso) por primera vez. Tenía dos motivos: aportar un valor diferencial a la comunidad de ajedrez, del que está enamorado desde los cinco años, y salvaguardar su identidad real. Porque igual que Clark Kent era Superman y un periodista al mismo tiempo, Rey Enigma es un misterioso ajedrecista a la par que trabaja en marketing y publicidad.
El personaje de Rey Enigma es quizás la mejor jugada de este publicista encubierto. Se abrió un perfil en la red social TikTok, grabó cinco vídeos (ya engalanado con su disfraz) y a los dos días tenía 60.000 seguidores, que a la semana subieron hasta 100.000, y vídeos con más de un millón de visitas.
Rey Enigma es todo un fenómeno para el ajedrez en España, donde todos se hacen la misma pregunta: ¿quién hay debajo del disfraz? EL ESPAÑOL ha hablado con él para intentar recabar alguna pista más, pero sobre todo para conocer a través de su voz (distorsionada, claro está) más sobre su historia.
Hay que saber con quién habla uno y hacerlo con Rey Enigma no es hacerlo con un simple aficionado. "Muchos se preguntan cuál es el nivel real de Rey Enigma", reconoce al tiempo que confiesa haber competido en torneos nacionales e internacionales, sigue estando federado y tiene un ELO en plataformas online entre 2.600 y 2.700. Casi nada.
Un reto en El Retiro
A Rey Enigma, además de en sus perfiles en las diferentes redes sociales, se le puede ver sobre todo en la calle de viernes a domingo. Será con un tablero de ajedrez bajo el brazo, las piezas y un reloj, "que es lo único que hace falta para jugar una partida", y probablemente un billete de cien euros pegado en la frente. Estará casi seguro en Madrid, en el parque de El Retiro o en algún otro sitio emblemático de la ciudad.
El objetivo es fomentar y difundir el ajedrez. Los 100 euros solo son un aliciente para que se anime la gente
"Todo el que quiera retarme y optar a esos cien euros es bienvenido", dice. De momento, tras más de cien partidas en la calle, nadie ha sido capaz de arrebatárselos. Sigue imbatido después de más de cien partidas haciendo el reto, aunque si algún día pierde el dinero no le importa: "El objetivo es fomentar y difundir el ajedrez. Los 100 euros solo son un aliciente para que se anime la gente a probarlo", recalca.
De hecho, Rey Enigma ya ha perdido fuera del reto. Ha costado, eso sí, ya que empezó con su personaje en diciembre de 2020. Su primera derrota le llegó lejos de su hábitat, lejos de sus apariciones "enigmáticas" en Madrid. Fue en Pamplona: "La gente sabía que Rey Enigma estaría en tal sitio y a tal hora. El nivel subió muchísimo y vinieron jugadores de club a retarme. Sufrí la primera derrota y consiguieron ganarme dos más". Pero qué son tres derrotas si te puedes codear, por ejemplo, con Magnus Carlsen.
La acogida a Rey Enigma en la comunidad del ajedrez está siendo brutal, no solo a nivel de aficionados. Otros ajedrecistas le piden que siga dando vida al personaje "porque está ayudando mucho al ajedrez" y mientras tanto el misterio sobre su identidad se va haciendo más grande. Él tiene claro que si le descubren será por "algo que se escapara de mi control o que yo, directamente, revelara mi identidad". Pero tranquilos, su plan es seguir en el anonimato durante mucho más tiempo.
Cómo no ser descubierto
Para ello tiene todos los cabos atados, aunque eso ya lo pudo comprobar este periodista que escribe al momento de hacer la entrevista. "Desde que empecé he intentado llevar un protocolo de seguridad cada vez que salgo a la calle a jugar para que nadie me siga. Siempre voy con un ayudante, una de las seis personas que me conocen, y su apoyo es imprescindible", cuenta a EL ESPAÑOL.
Durante el primer mes estuve sin contarle a absolutamente nadie a lo que me estaba dedicando
Aunque todo tiene su proceso: "Al principio tuve muchísimo miedo. Durante el primer mes estuve sin contarle a absolutamente nadie a lo que me estaba dedicando, ni siquiera a mis padres, por el hecho a temer que fuera un fracaso y me descubrieran en las primeras semanas".
De hecho, hubo una vez que vio peligrar su misterio: "Fue en mi aparición en La Sexta, en el programa Zapeando. Durante la emisión hay un momento en el que el distorsionador desaparece y por unos segundos se puede apreciar un poco mi voz real. Aún así era difícil, pero saltaron las alarmas, había grupos de WhatsApp intentando adivinar de quién era la voz...".
Ahora lo tiene dominado: "Mis mejores amigos actualmente no lo saben y resulta muy 'doloroso' ocultarles en el día a día recurriendo a excusas". Se lo pasa 'pipa' yendo a reuniones de ajedrecistas, con su identidad real, y actuando como si no fuese el verdadero Rey Enigma cuando todos hablan de él. Hasta ha aprendido a aplicar una distorsión natural a su voz para comunicarse con otras personas.
La evolución del traje
Ha ido poco a poco evolucionando, como lo ha hecho también su traje. Al principio, como revela él mismo, ni siquiera podía beber agua, le costaba muchísimo ver y, por supuesto, tampoco podía hacer sus necesidades si le tocaba. Alguna mejora le ha 'metido': puede ver mejor y beber agua porque en diciembre no pensó en el problema que iba a tener durante los meses de verano, "que están siendo muy calurosos".
Lo que antes para algunos 'graciosos' podía parecer un traje para reivindicarse contra la pandemia y el Covid (que de eso nada, ya que hasta cuenta con una tela cosida que hace las veces de filtro de una mascarilla) es ahora todo un fenómeno en el ajedrez en España.
¿Qué es lo siguiente para Rey Enigma? Seguir dando difusión al ajedrez y seguir creciendo en las redes sociales, donde ya empieza a tener algunos ingresos, "aunque pequeños", e ir teniendo alguna que otra acción presencial. Competir profesionalmente bajo el personaje lo tiene difícil, ya que tendría que acortar el rango de datos y se podría descubrir más fácilmente su identidad, pero trabaja en dar con una fórmula para ello.
Es la historia (fugaz por el momento) de Rey Enigma, un misterioso ajedrecista que en unos meses ha revolucionado el gallinero en España. Ha llegado para quedarse y su sueño es dedicarse única y exclusivamente al personaje y al mundo del ajedrez. De lograrlo, cerraría el círculo que se inició cuando su abuelo le enseñó a jugar con solo cinco años. De momento, se despide pensando en volver a hacer de las suyas y con un abrazo "enigmático".