Alcanzar la excelencia en un ámbito es imposible sin gozar de grandes dosis de talento, pero, aún con esos mimbres, mantener el nivel durante años obedece a la disciplina y al trabajo incansable de quienes persiguen sus sueños sin ceder al desaliento. Carolina Marín forma parte de este grupo de personas que han trascendido su actividad para convertirse en un icono del deporte, pero, sobre todo, en un ejemplo para miles de jóvenes que han descubierto el bádminton gracias a ella.
Campeona olímpica en Río 2016, tres Campeonatos del Mundo, cinco Europeos y un sinfín de títulos del circuito internacional adornan el palmarés de Marín. Es un currículo excepcional dada su edad, 27 años, si bien su gran mérito no es tanto alzarse con todas estas victorias sino haberse abierto camino en una disciplina bastante desconocida –y poco practicada- en nuestro país.
Sin embargo, la falta de tradición de este deporte en España y el dominio absoluto de los deportistas asiáticos en el contexto mundial no fueron un obstáculo para que Carolina decidiera muy pronto dedicarse a ello. Y esa mezcla de talento innato, de entrenamiento y de ilusión pronto ayudó a vislumbrar su gran potencial. Por eso, con 14 años llegó su momento decisivo: cambiar su Huelva natal por la vida en un Centro de Alto Rendimiento en Madrid.
Sacrificio, renuncias personales, disciplina… con entrenamientos de ocho horas diarias, Carolina fue progresando hasta que llegaron los primeros resultados: en abril de 2014 gana el Campeonato de Europa y unos meses después, en agosto, se alza con el título mundial. Ambas coronas ya eran un hito para nuestro deporte, pero la ambición que caracteriza a Marín ya tenía otra fecha marcada en rojo en el horizonte: los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde llegó como gran favorita y salió con el oro y sin haber perdido más que un set en todo el torneo.
Desde aquel momento, los títulos siguieron llegando, pero en 2019 iba a sufrir una grave lesión que pondría en compromiso su carrera, una rotura de ligamento cruzado de la rodilla. La dolencia la mantuvo durante ocho meses fuera de las canchas, pero, incluso en esos momentos tan difíciles, en los que es la fortaleza mental la que debe tirar de lo demás, Carolina demostró también por qué es una campeona y por qué es un referente para todos: su recuperación fue completa y volvió como acostumbraba, ganando torneos.
Cristina Teruel, de 15 años, es una joven onubense que, a la luz de los éxitos de su paisana, también sueña con llegar a lo más alto. Su talento también presagia un gran futuro en el bádminton y, por eso, ya está trabajando en un Centro de Alto Rendimiento (CAR) para sacar lo mejor de su juego. Son aspectos que unen a ambas, pero, no obstante, su conexión es más estrecha aún, ya que Cristina tiene la suerte de contar con la tutela o el mentoring de Carolina Marín para abordar todo tipo de aspectos relacionados con su deporte.
Pero no solo en lo referente a cómo moverse por la pista, mejorar la técnica para golpear el volante o ampliar las competencias tácticas: el gran valor de esta relación está en esa parte que consiste en superar todas las barreras y los obstáculos que surgen en el día a día, en la forma de encarar los entrenamientos lejos de casa, las dudas que surgen a veces, los miedos o las incertidumbres… qué mejor que recibir el consejo de quien ha pasado por ahí y sabe cómo afrontar este reto diario que marca la diferencia entre el éxito y el talento.
O, dicho de otra manera, es una forma de conectar pensamientos y experiencias vitales, un ejemplo de lo que supone conectar, en definitiva, las vidas de las personas. Es precisamente esta filosofía la que subyace tras el proyecto #MejorConectados, una plataforma de contenidos de Telefónica donde personalidades de éxito como la propia Carolina Marín u otros como Ferran Adrià, Teresa Perales o el triatleta Javier Gómez Noya ejemplifican la capacidad que tienen las personas de hacer un mundo mejor si trabajan unidas.
"Hacer nuestro mundo más humano"
Según el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, se trata de "hacer nuestro mundo más humano conectando la vida de las personas", algo que, por otra parte, es el alma de una compañía que lleva casi un siglo haciendo precisamente eso: acercando a la gente.
"Por eso apoyamos el talento como mejor sabemos: conectándolo. #MejorConectados quiere ser un lugar donde inspirarse, encontrarse, conectar y lograr cosas increíbles", según Rafael Fernández de Alarcón, director de Marca, Patrocinios y Medios de Telefónica.
La web de #MejorConectados ofrece todo tipo de testimonios motivadores de estas y otras personalidades, como el relato de Rafa Nadal, una figura a la que Carolina Marín ensalza como "un valor que nunca se debería perder" como ejemplo para todos. Junto al afamado tenista, en el apartado 'Historias increíbles' también se pueden visualizar los testimonios de otros embajadores de la marca como deportistas, emprendedores o músicos.
En 'Vive experiencias', cualquier usuario que acceda a la plataforma puede conectar con los protagonistas de Historias increíbles, revivir los momentos más especiales de éstos e incluso participar en pruebas deportivas virtuales con ellos.
Pedro Delgado, Toni Nadal, Aurora Michavila o Amaya Valdemoro son algunas de las caras que están presentes en la sección 'Aprende con expertos', mediante la cual se aportan testimonios muy personales que tienen el fin de ayudar, capacitar, potenciar y dar herramientas a los usuarios para conectar con formación y oportunidades.
Por último, la plataforma #MejorConectados abre otro apartado para que cualquier usuario de la web pueda compartir su experiencia vital, presentar su capacidad y hablar de qué métodos usó para potenciar sus aptitudes. Se trata de una manera de compartir, conectar y buscar la empatía necesaria para hacernos mejores a todos.