El cielo y el infierno conjugados, deportivamente hablando, en una sola persona: Antonio Brown (Miami, Estados Unidos; 1988). Solo así se entiende que un receptor que tiene un anillo y ha estado cuatro veces en el mejor equipo de la NFL protagonice la imagen polémica del fin de semana: abandonó el MetLife Stadium de Nueva York en mitad del Jets - Buccaneers tras discutir con sus compañeros.
Mientras Tom Brady reunía a sus compañeros para una jugada, Antonio Brown dejaba una insólita escena al salir corriendo del campo con el torso desnudo mientras tiraba sus hombreras hacia el banquillo y su guante y su camiseta a las gradas. Con una señal de paz hacia el público, se marchó para siempre. Los Bucs le cortaron tras lo sucedido y parece muy complicado que a sus 33 años (y su historial) encuentre equipo.
Lo que nadie podía imaginar para un jugador con números de Salón de la Fama (928 recepciones, 12.291 yardas de recepción y 83 recepciones de TD) se ha ido haciendo realizado con el paso de los años. Sus problemas de carácter le han llevado a protagonizar innumerables escándalos y son muchos los que le piden que acuda a buscar ayuda para reconducir su vida.
En 2022 se iban a cumplir 12 años de su llegada a la NFL, en 2010 tras ser elegido por los Pittsburgh Steelers. Allí se erigió como uno de los mejores receptores de la liga y acabó firmando dos millonarios contratos de 42 y 68 'kilos'. Antes de cobrar la totalidad del último, se acabó yendo con polémica. Era 2018 y Brown se acabó pegando en un entrenamiento con un compañero, el quarterback Ben Roethlisberge, y se negó a jugar el último partido de la temporada. Hasta marzo de 2019 no se fue a los Oakland Raiders.
Firmó con el equipo que ahora se ha mudado a Las Vegas como el receptor mejor pagado de la NFL (50 millones por tres años, 30 garantizados), pero ni siquiera llegó a jugar un partido con ellos. Todo por una polémica con la liga, que cambió las reglas y no le dejaba llevar su viejo casco por seguridad. Brown lo llevó a la justicia con hasta dos denuncias contra la liga que no le llevaron a nada más que el hartazgo de su equipo, con el que no entrenaba si no le dejaban usar su casco. Los Raiders le sancionaron con hasta 250.00 dólares y su millonario contrato quedó invalidado.
Acusaciones de agresión sexual
Fue la primera vez que Brown fue 'cortado', pero recibió la llamada de los New England Patriots del legendario Tom Brady. Era una nueva oportunidad, pero tres días estallaba la gran polémica en la que se ha visto envuelto. Brittany Taylor, quien fuera su entrenadora, le ponía una demanda por tres episodios de acoso sexual. Sin proceso judicial de por medio, los Patriots y la NFL le dejaron jugar debutando en su nuevo equipo. Primero y último.
Ni una semana después, una segunda acusación de agresión sexual por parte de una segunda mujer asestaba un duro golpe a su carrera deportiva y los Patriots le cortaron. Todo aquello le persiguió hasta abril de 2021, cuando zanjó el asunto llegando a un acuerdo extrajudicial. Para entonces ya había encontrado hueco en otro equipo, los Tampa Bay Buccaneers donde ahora jugaba un Tom Brady que quería darle a Brown otra oportunidad en esto.
Parecía que la redención llegaba a la vida de Antonio Brown, que cuando estaba sin equipo llegó a ingresar en prisión tras ser acusado de robo de un camión de mudanza y de agresión a su conductor. De aquello 'escapó' pagando su fianza. Que nueve meses después le llamaran los Bucs era cuanto menos sorprendente, puesto que a Brown hasta le había dejado tirado su agente y había anunciado su retirada. Brady puso la mano en el fuego por él.
La llamada de Tom Brady
Es justo decir que la apuesta de Brady y los Bucs salió bien, al menos en su primera temporada. Brown fue parte importante de la carrera del equipo de Florida hasta coronarse campeón de la SuperBowl 2021. En la temporada hizo 45 recepciones, 483 yardas aéreas y 4 touchdown, mientras que en la final contra los Chiefs anotó otro touchdown. Era su primer anillo de la NFL y parecía que el gran momento de inflexión en su vida.
Pero no. Todo se volvió a torcer en el último mes. El 2 de diciembre de 2021, la NFL suspendía al receptor y a otros dos compañeros de los Bucs por violar los protocolos de coronavirus de la liga al falsificar los certificados de vacunación exigidos por la competición. Un penúltimo escándalo antes de su imagen de este domingo, el cual dejó a Brady atónito: "Es una situación difícil. Todo el mundo debe hacer lo que pueda para ayudarle en lo que realmente necesita. Todos le queremos. Nos preocupamos mucho por él y queremos verlo en su mejor momento". Era todo lo que le salía decir al siete veces campeón de la SuperBowl. El díscolo Antonio Brown se despide a su manera.